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'No hay rival fácil'. Es una frase muy trillada en el mundo del fútbol. En realidad en cualquier deporte. Tiene el sabor de un discurso más ensayado que una jugada de estrategía, pero este viernes Guilermo Fernández Romo la encontró propicia para definir ... al Zamora. El equipo ante el que el Racing se verá las caras este domingo en el Estadio Ruta de la Plata (17.00 horas). «Es este domingo cuando cobra más sentido, y no por la situación que ellos tienen. No conocemos el nombre de sus jugadores, a lo mejor no tienen una trayectoria en categorías superiores, pero tienen muy buenos futbolistas», decía el técnico en la tradicional rueda de prensa de los viernes. Para el madrileño, el Zamora es un rival engañoso y por eso los verdiblancos no deben bajar la guardia. «Cuando hay equipos que vienen trabajando con el mismo entrenador y una base importante de jugadores, ayuda mucho a que cada año existan más certezas, pero también sabemos que las competiciones son difíciles, son largas y en estos primeros partidos han tenido ese desacierto en los últimos metros en choques que llevaban bien encaminados», argüía para dejar claro que toda precaución es poca y no debe atenderse a los últimos resultados de los zamoranos. Para el técnico verdiblanco este es un partido «muy difícil», sobre todo porque a pesar de haber ganado al Bilbao Athletic en los Campos de Sport, la derrota del Racing en Léon fue dolorosa. «Venimos de perder el último encuentro fuera de casa, y bien perdido. Y tenemos que ir con todas las precauciones posibles y hacer un buen partido porque sino no vamos a ser capaces de traernos nada positivo».
Y es que para Romo, por muy intermitente que sea el rendimiento de los equipos contrarios en Liga, todos se crecen ante el Racing. El equipo verdiblanco es la competencia a batir. «Hay rivales que tiene irregularidades y con nosotros tiene un nivel mayor, porque están esos niveles emocionales, la concentración, la afición contraria... Eso cada día tenemos que meterlo en nuestra propia coctelera de preparar los partidos. Tenemos que ir aprendiendo que fuera de casa los equipos se ponen a este nivel», dijo mientras eleva su mano a la altura del hombro, «y cuando vamos nosotros a este», terminó subiendo la mano un palmo, hasta la altura de los ojos.
A pesar de que el equipo cuenta con varias bajas para el partido, como la de Cedric, sancionado; y Bobdailla por lesión, este viernes saltaron las alarmas al comprobar que Unai Medina y Soko no terminaron el entrenamiento con el resto de sus compañeros y se retiraron antes de finalizar. Sin embargo Fernández Romo aclaró que no hay motivo de preocupación y que ambos se encuentran perfectamente. Únicamente es una cuestión de dosificar esfuerzos. «Están bien. Pero es una semana, después de este mes y el mes anterior que llevábamos con la Copa entremedias y jugando viernes, en que no podíamos hacer semanas largas de entrenamiento», explicó y añadió que «son martes, miércoles y jueves con sesiones muy intensas, muy exigentes, sobre todo la de este viernes en el estadio del sardinero. Este viernes había que bajar un poco y solo el que estuviera perfecto iba a hacer algunas situaciones de finalización. Ellos estaban un poco molestos, sobre todo Unai que anda con un tema de virus, con mocos, y por eso han parado».
A quien sí recupera Romo de cara al partido ante el Zamora es a Pablo Torre, recién llegado este viernes de su convocatoria con la selección sub 19. Si la semana pasada el técnico verdiblanco explicaba que no era óbice que Bustos no hubiera entrenado durante la semana para que saltase al campo de titular, en el caso del de Soto de la Marina quiere valorar más aspectos. «No se puede generalizar en todos los casos. Hay que ver quién es Pablo, cuántos días ha estado fuera, cuántos partidos ha jugado, cuántos minutos, cuántos entrenamientos ha hecho con nosotros, que todavía no ha hecho ninguno porque él llegó ayer y hoy no ha podido entrenar todavía, así que mañana veremos cómo entrena y cómo está, pero siempre teniendo claro que cada caso es diferente y hay que tratarlo de manera diferente», explicó Romo.
Precisamente, dos de los máximos baluartes del equipo son Cedric y Pablo Torre. Con ellos dos sobre el césped los verdiblancos son más peligrosos y eficientes. Romo lo sabe y aunque aspira que el Racing sea capaz de encontrar la forma de jugar inquietando al rival sin ninguno de ellos, admite que todavía no lo han conseguido. «No, de manera global, seguramente no. Tenemos mucho trabajo por delante. Tenemos que encontrar buenas versiones, porque aunque haya algún jugador que haga un buen partido, tiene que tener regularidad», concedió el madrileño, que prefiere no confiarse a pesar de que ante el Bilbao Athletic los cántabros cuajaron un partido serio incluso con varias bajas. «El otro día todos teníamos un poquito de precaución y que saliera bien no tiene que cambiarnos ese pensamiento. Por eso sé que este domingo tenemos que ser igual de precavidos o más. Quizá la situación del rival es engañosa y son equipos que después consiguen muchos puntos», planteó, e insistió en que los partidos fuera de casa son completamente diferentes. «Seguramente lo que hicimos ante el Bilbao Athletic el domingo no nos valga, por el rival, por el tipo de campo, fuera de casa no tiene nada que ver».
Sobre todo en este caso. Porque si hay un equipo que juega al despiste, ese es el Zamora. Los de David Movilla exhiben un estilo diferente en cada partido. «Ellos juegan a eso. Mezclan estructuras, cambian el sistema durante el partido y eso significa que hay mucho trabajo detrás. Son capaces de venirte a presionar arriba, o esperarte atrás...». Algo que puede condicionar al Racing. «Tenemos que saber que nos pueden cambiar el tipo de tendencia en cuanto a apretarnos, la altura de su defensa... Tenerlo claro y ser nosotros en el funcionamiento, porque si lo hacemos creo que le vamos a poder ganar».
Con todo esto en mente Guillermo Fernández Romo ya tiene claro el once que va a saltar al campo, aunque reconoció que lo tiene en mente desde hace ya una semana. De hecho, tiene por costumbre poner el equipo del siguiente partido cuando termina el anterior, aunque siempre hay aspectos a tener en cuenta durante la semana. «Tras el choque ante el Bilbao Athletic, el sábado pusimos nuestra idea de la alineación que podía ser la idónea. Lo que ocurre es que después van pasando cosas. Se te lesiona un jugador, o lo que estás poniendo no te da toda la garantía, o sí pero ves que tienes que cambiar... A día de hoy, yo sí tengo la idea clara de cuál va a ser el equipo el domingo, pero hay que ver este sábado cómo está el entrenamiento», reconoció el madrileño.
Y a pesar de que parece que tiene claro qué jugadores saltarán de inicio al campo, no quiso dar pistas. Sí mencionó a Jack Harper, que con la ausencia de Cedric y la poca participación de Carlos Castro, tiene opciones de ocupar la punta de ataque, pero según Romo no tiene por qué ser de inicio. «Le falta relacionarse más y mejor, pero no importa si de titular o suplente. Si lo hace de titular va a tener más minutos, pero no significa que siendo suplente no lo vaya a ser». También se refirió a Mantilla y Manu Justo. El gallego es otra de las alternativas para cualquier posición arriba, a pesar de que Camus hizo un buen partido ante los cachorros. Al igual que Mantilla, que se ha colado poco a poco en la defensa. «Son jugadores muy complementarios, y como yo lo entiendo es que hacen mejores también a los demás. Pueden tener partidos en los que estén más o menos desacertados, pero hacen que el conjunto del equipo sea un poquito mejor», explicó. Aunque reconoció que poco a poco va teniendo complicado decantarse por un once. «De primera plantilla somos 21, con los dos o tres del Rayo que habitualmente están con nosotros, somos 23, y hay que poner a once. Al final cuenta el estado de forma, plan de partidos, rendimiento, lesiones, sanciones... Y un poco es cómo tenemos que ir encajando».
Sobre la situación del Extremadura, que después de hacer huelga ante el Dépor ha decidido terminar el paro y sí jugar su siguiente partido, lamentó la situación de jugadores y técnicos. Aunque también se pronunció sobre la posible adulteración de la competición. «La semana pasada salió la posibilidad de qué podía pasar cuando nos toque enfrentarnos y nosotros pensamos que ellos van a jugar ese día, que van a seguir. Hay situaciones personales que tienen que ser horribles. He visto que alguno se ha dado de baja, me cuentan por detrás que alguno más se va a ir, no sé. No me atrevería a decir eso de adulterar o no; posiblemente, pero en una situación humana tan drástica creo que lo importante siguen siendo los jugadores y los entrenadores».
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