Chuti Molina: «El máximo y único responsable soy yo, pero en absoluto pienso dimitir»

Chuti asumió «errores y fallos», pero alzó la voz para defender a su plantilla. «Si algo tiene es profesionalidad». No se escondió al repetir una y otra vez que él es «el máximo responsable», pero extendió esa culpa «a todos los que estamos en el meollo de esta situación. Si un jugador falla un penalti...». El mandatario no quiso olvidar que «pese a todo lo que nos hayamos equivocado, el fútbol está siendo cruel con este equipo». Fue su primera comparecencia desde hace casi tres meses, y dado el grado de crispación que envuelve la situación actual, el manchego sabía que le iba a tocar lidiar con preguntas molestas. Aún así se mostró condescendiente. «Es difícil de defender cuando vamos los últimos, pero este equipo no es un desastre.Pelea, compite, ha empatado quince partidos... Jamás he visto algo así desde que llevo en el fútbol».

Después de varias arengas a que «todo cambiará si se consigue una victoria cuanto antes», Chuti continuó con sus reconocimientos. Pese a repetir que «no todo está perdido, que hay posibilidades de salvación», las preguntas sobre sus supuestos desaciertos en la elaboración de la plantilla se le acumulaban. Con un par de frases trató de darle carpetazo. «Esta ronda es probable que la pague a nivel profesional.Esto será un revés en mi vida laboral que a lo mejor no me levanto de él. Pero igual que subimos el año pasado.Esto es fútbol».

El director deportivo justificó parte de su trabajo en que «un equipo como el Racing siempre tiene deficiencias». Explicó que «claro que salimos a buscar un delantero, o dos, y un medio centro, y un central... Casi si me apuras hay deficiencias en todas las líneas. Pero como digo, hasta el día 26 no hemos podido trabajar con esa cantidad». En resumidas cuentas, lo que quiso destacar es que las posibilidades de que el Racing pudiera alcanzar algún futbolista de calidad sin ese dinero que llegó por el traspaso de Yoda eran casi nulas. Avanzó que no descarta la remota opción de «fichar del paro a un mediocentro o a ese delantero», algo que no deja de ser más que nada un brindis al sol.

Por otro lado, una de las explicaciones al resultado final –el fichaje de Guillermo, Borja Galán y Nando– se resumió en que el intento de «forzar la operación dominó y que las operaciones fueran propiciando otras.A sí llegaron Guillermo o Borja Galán, pero sólo a último hora. El mandatario señaló como uno de los grandes impedimentos que ha tenido para trabajar en enero –al margen del dinero– fue «la imposibilidad de hablar de futuro a los jugadores, ya que muchos no saben si el año que viene jugaremos en Segunda.El ser colistas nos ha actuado de lastre». Evidente.

Total: dos extremos derechos, otro zurdo que juega por la derecha, otro jugador de banda que ya estaba. Un delantero... En definitiva jugadores 'repes', que Chuti se apresuró a desmentir. «Hay que reforzar las líneas. Hay que pensar en que Cejudo, que lo está haciendo muy bien, puede no aguantar por la edad, que Berto Cayarga y Nico Hidalgo, que el año pasado los querían todos los equipos, este año... Esto también es culpa mía, no ver que el límite de Cayarga quizás estaba en Segunda B. Hay que mirar muchas cosas», indicó.

Mientras Víctor Alonso seguía impertérrito el acto a un metro de Chuti, el manchego trataba sin alterarse de dar respuesta a la batería de preguntas. Se le sugirió que hiciera autocrítica:«Cuando se sube y tienes la plantilla atada, porque hay jugadores que se dejan llevar... Asumo que en esos días que pudimos rescindir debimos estar más acertados y haber rescindido a algún jugador más». No entró en valorar si realmente la contratación de jugadores excesivamente veteranos a los que se les hizo un contrato demasiado largo fue un error más. «¿Un jugador de 30 para 31 años es veterano? Si es así, también asumo la responsabilidad, claro está», respondió de modo lacónico.

Una de las pocas ocasiones que intervino Alonso fue para recalcar las palabras de Chuti. La primera, en relación a la salida de Cristóbal del club ayer de forma repentina. «Ha sido una resolución de contrato de forma mutua», explicó. El director deportivo añadió que «yo me he despedido de él, le he deseado suerte». Alonso cerró el círculo sentenciando que «no ha habido ningún conflicto», alejando de la escena una supuesta reunión entre Chuti y Cristóbal un tanto subida de tono el pasado lunes.

El racinguismo ha señalado abiertamente a Chuti como el culpable de todo e incluso afeándole muchas de las medidas que en su proceder casi plenipotenciario en el club han sido poco menos que inexplicables. En ese sentido, el manchego señaló –con cierta ironía– que «tengo la culpa de todo, pero prefiero cargar con la presión y que dejen al equipo trabajar tranquilo». Aseguró que siempre se ha mostrado «accesible» y al alcance de todos, pero justificó su poca presencia en los medios de comunicación con que «un director deportivo no puede decir todo lo que hace, sería como retransmitirlo».