Romo: «Ha salido todo mal. Todo al revés, pero no debemos autodestruirnos»

Guille Romo apuntó a esa «profecía que a veces se recuerda sobre un partido ante un rival de inferior categoría, en tu campo y ante tu gente, viniendo de una regularidad de semanas antes y todo sale negativo». Pero en medio de esa desesperación que pudo embargar al racinguismo por comprobar cómo su equipo se quedaba sin premios, el entrenador se apresuró en lanzar un mensaje positivo. «No es el final. Sabemos que esto podía pasar y en el fútbol hay que asumir estas cosas. Pero hasta aquí. No podemos autodestruir lo que hemos construido hasta ahora». Sus palabras sonaban a que su deseo es que lo ocurrido este miércoles no afecte al objetivo que le queda, la Liga, y que el daño moral que supone caer derrotado como le ocurrió se digiera lo antes posible.

No se escondió y lamentó «el daño que le pueda suponer a la afición perder y que «es normal que ellos quisieran, como nosotros, ganar y pasar». Asumió más culpa y responsabilidad de lo sucedido que los jugadores, porque según reconoció, «el entrenador es el máximo responsable y todo esto forma parte de este trabajo».

No hubo ni tiempo ni ganas de dar explicaciones tácticas, más allá de que ciertamente Guille Romo hizo varias modificaciones sobre el campo. «Queríamos dar profundidad con los laterales, con Harper y Carlos Castro, pero no ha salido nada».

Al ser preguntado nuevamente por la carga que le puede suponer al equipo la derrota volvió a repetir el mismo mensaje. «No podemos autodestruirnos». En el último tramo de partido, el Racing acabó jugando con casi todo lo que tenía en el banquillo para ir al rescate. Ni con esas. Cedric, Bustos, Soko... Pero el partido de este miércoles no estaba de cara. El camerunés tuvo que salir del campo a hombros de sus compañeros lesionado. «Esperemos que no le haya pasado nada. Forma parte del riesgo. Reservas a alguien para el domingo, lo sacas y se te lesiona. Ha salido todo mal», lamentó por tercera vez.

Tampoco puede decirse que tras el partido de ayer hayan aprovechado su oportunidad los jugadores no habituales. «No quiero buscar nada particular en nadie. Estoy siendo todo lo equilibrado que puedo. Hay que ser capaces de analizar en lo que nos hemos equivocado, asumir lo que ha pasado y pensar que tenemos cosas construidas y que necesitamos que sigan funcionando».

Por otro lado, Andoitz Galdós, entrenador del Leioa, se mostró «orgullo de la victoria y de cómo se ha conseguido». El míster señaló que «ganar aquí, en El Sardinero, nos coloca en el mapa». Galdós fue muy ilustrativo: «No recuerdo haber dado una rueda de prensa con tanta gente como esta nunca».