

Secciones
Servicios
Destacamos
La fe del sufringuista es ciega pero débil; es lo que tiene la experiencia, que aunque esperes el milagro, confías más en el fallo. Incluso, ... contra la realidad. Y eso mismo ocurrió ayer a los diez minutos de la segunda parte, cuando al Racing se le ocurrió sacar de puerta en corto, para aquello de 'sacar el balón jugado', que suena fenomenal en teoría, pero cuando lo ejecuta tu equipo te puede provocar un amago de infarto. El caso es que empezaron a mover la bola prácticamente dentro del área propia, y lo menos que le vino a uno a la cabeza fue aquello de cuánto daño ha hecho el tiki-taka. Sobre todo a un equipo que, más que el mediapuntismo, lo que lleva en el código genético es el empuje y la fuerza del mítico Chisco.
Así, a los cofrades de la paparda, lo de ver tocar en corto a los centrales, driblando contrarios, nos pone los pelos de punta. Sobre todo, frente a una delantera como la del Elche, con el que es muy difícil competir por aquello del seguro de descenso. O sea, que si al complejo de inferioridad –presupuestaria, al menos– le sumamos que los aficionados de la vieja escuela estaríamos más por el patadón del portero y buscar la segunda jugada, cuando los zagueros se pusieron a pelotear en medio de la presión de los rivales, a algunos la bufanda verdiblanca empezó a apretarnos el cuello. ¿Para qué meterse en tantos riesgos?, pensábamos los más pesimistas. ¿No es meterse el agua en casa, y uno mismo? Sin embargo, entre rezos y con un ojo cerrado pudimos ver cómo entre Germán, Rubén Alves y Saúl consiguieron romper la presión y, contra pronóstico, hacer buena la teoría de la manta: si te enciman con un bloque alto, van a dejar huecos atrás. Por supuesto. El único problema de todo esto suele ser superar esa primera línea.
Noticia Relacionada
Igual es que veníamos resabiados después de dos partidos más bien discretos; es lo que tiene empezar la Liga con un cuatro a cero: que luego todo lo que no sea ganar ya te sabe a poco. Y si el Racing se presenta en el Martínez Valero queriendo jugar de tú a tú contra el Elche y terminas la primera parte perdiendo y con los jugadores algo desquiciados, la fe en tu equipo empieza a resquebrajarse. Y te da por pensar si, en lugar de alinear dos extremos que defienden más bien poco, no habría sido mejor jugar a lo de todos, a protegerse atrás y esperar un fallo del rival.
Más información
José Alberto, por fortuna, sabe bastante más que todos los agoreros, y además sabe lo que tiene en el vestuario. Sobre todo ahora, que han llegado los refuerzos. Y de pronto, cuando pasas del susto por el saque en corto a plantarte en el área rival con superioridad y empatar el partido, te das cuenta de que igual tocaba quitarse los complejos y reconocer que el equipo realmente puede ofrecer mucho más que ese juego pasivo, que es la vía más rápida hacia el desastre.
Por supuesto, cambiar el músculo por el toque tiene sus riesgos, pero esa voluntad del mismo contagia de tal manera al equipo que todos los jugadores terminan pareciendo mejores. Y claro, ver a Peque bordarlo no es ninguna sorpresa, pero ya si consigue que Mantilla tenga protagonismo en ataque, eso es que hay algo que José Alberto está haciendo muy bien. Más allá del marcador, la mejor noticia es que, como ya ocurrió al final de lapasada campaña, el Racing puede competir con cualquier rival de la categoría.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Favoritos de los suscriptores
Pastillas, cadáveres en habitaciones distintas... la extraña muerte de Gene Hackman y su mujer
Oskar Belategui | Mercedes Gallego
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.