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Es pronto, hay piezas que aún no han llegado y la lavadora racinguista funciona aún a tirones. Pero, mientras el técnico pone la máquina a punto, es importante ir sumando. «Ya sea en Elche o en El Sardinero», como afirma el entrenador del Racing. Un ... gol del debutante Juan Carlos Arana, en un rato fantástico de fútbol del equipo cántabro a la salida del descanso, permitió a los cántabros sacar un empate de casa de un gallo. También hubo momentos de desacierto, de sufrir. Unos cuantos. Eso sí, el cuarto de hora largo en superioridad numérica por expulsión de Clerc en el conjunto local dejó esa sensación de que, si el electrodoméstico hubiese sido más regular, más continuo, la colada podía haber sido aún más satisfactoria. Aunque no duden que este punto es de los que al final tienen un valor notable.
Decía José Alberto el viernes que el peor partido del Racing en lo que va de temporada fue el anterior, el del Huesca. Y esta visto que al míster no le gustó lo que vio, porque hizo unos cuantos cambios. Con la defensa y el doble pivote idéntico, dio entrada a Yeray, en detrimento de Peque, y movió las fichas en la línea de tres cuartos. El de Isla se ubicó en la derecha; Íñigo Vicente pasó a la mediapunta y Lago Junior se cambió al flanco zurdo. Todo esto para escoltar a uno de los nuevos, Juan Carlos Arana. Casi recién aterrizado, el canario fue el elegido para la delantera.
El Racing parecía haber aprendido la lección de Cornellà. El mal arranque de partido le penalizó frente al Espanyol. El equipo cántabro entró en el Martínez Valero intenso, poniendo pies en campo rival. Porque el Elche, con tanta pólvora, iba a llegar, pero era importante mantenerle entretenido también en su campo. En una galopada, el conjunto local se plantó en el área de Ezkieta y el medio tiro, medio centro de Tete Morente, con su nombre de cantaor, obligó al meta verdiblanco a despejar el balón. El navarro no cantó.
Arana –el que ha puesto de moda el electrodoméstico en el racinguismo– no baja lavadoras, pero sí roba carteras. Aldasoro y él le hicieron el tocomocho a Fidel. El vasco metió la puntera y el delantero le llevó hasta el DNI al ilicitano. De ahí, entre ceja y ceja. Buscó la frontal del área y mandó un disparo durísimo que hizo sufrir a Edgar Badía. Poco después, el canario quiso discutir a quienes dudan de que sea un nueve o un ocho y medio. A la media vuelta. Movimiento de delantero. Un tiro raso que volvió a probar al arquero.
El Racing estaba valiente, atrevido. Como Iván Morante, quien, tras robar en el centro del campo, vio a Badía adelantado y disparó desde Polaciones. No encontró portería, pero el simple intento ya fue destacable. Eso sí, la osadía verdiblanca tenía su contrapartida. El Elche encontró otro hueco y Febas lanzó demasiado cruzado. Cerquita del poste.
El partido entró en ese momento en el que el gallo ataca con tanques y el enemigo, con tirachinas y alguna pistola. Intifada. Guerra de guerrillas. El esfuerzo racinguista para llevar peligro era inversamente proporcional al del Elche. Una buena combinación alicantina finalizó con un cabezazo de Mourad al que respondió Ezkieta con una espectacular parada. En el otro fondo, un cabezazo de Germán Sánchez a la salida de una falta lateral se fue alto.
Elche
Edgar Badía, Mario Gaspar, Bigas, Tete Morente, Febas (Óscar Plano, min. 85), Fidel (Lautaro Blanco, min. 85), Josan (Salinas, min. 77), Mourad (Sergio León, min. 57), Nico Fernández, Nico Castro (Raúl Guti, min. 85) y Clerc
1
-
1
Racing
Ezkieta, Mantilla, Germán Sánchez (Pol Moreno, min. 93), Rubén Alves, Saúl García, Iván Morante, Aldasoro (Íñigo Sainz-Maza, min. 64), Yeray (Andrés Martín, min. 46), Íñigo Vicente, Lago Junior (Peque, min. 46) y Arana (Ekain, min.59).
Equipo arbitral: Moreno Aragón, asistido en las bandas por Blázquez Sánchez y Consuegra Díaz, todos ellos del Comité Madrileño. Cuarto: Morales Moreno (Andaluz); VAR: Gorostegui Fernández-Ortega (Vasco) y AVAR: Mira García (Catalán).
Goles 1-0, min. 30: Nico Castro. 1-1, min. 52: Arana.
Amonestaciones: Amarilla a los visitantes Arana, Yeray y Aldasoro.Expulsó con roja directa al local Clerc.
Incidencias Martínez Valero. Con césped en aceptable estado en una noche muy lluviosa. 13.051 espectadores.
Llueve en Elche. Mucho. José Alberto se quita el agua de la cabeza. Aún no sabe lo que viene. Su equipo intenta salir desde atrás con el balón y Mantilla falla en la entrega. A partir de ahí, con ese detalle, el Elche hace como McGyver. Con un clip y un chicle, un artefacto explosivo. Clerc alcanza la línea de fondo, la pone rasa atrás y Nico Castro, de primeras, bate a Ezkieta.
El conjunto ilicitano empezó a jugar con la Dana a favor. En busca del chaparrón. Y al Racing, en un ratuco, le cayeron un gol, tres tarjetas y muchos metros de campo hacia atrás. José Alberto ya se quitó la americana porque bajo él a esas horas ya no tenía mucho sentido. Calado por fuera; caliente por dentro. Su equipo pasaba por su peor momento. El árbitro le echó un cable a los verdiblancos. Sólo un minuto de añadido. Cuanto antes llegase el descanso, mejor.
Resurrección
El míster tenía que hacer algo. Y lo hizo por partida doble. Retiró a los dos extremos. Yeray y Lago Junior, fuera. Ydio entrada a Peque y al recién estrenado Andrés Martín. El catalán se ubicó en la mediapunta; Íñigo Vicente recuperó su puesto en la zurda y el andaluz debutó en la derecha. El Racing recuperó parte del terreno perdido, pero no podía volver a caer en los mismos errores que en la primera mitad. Un fantástico pase de Peque a la carrera de Mantilla dejó al camargués con opciones en el área, pero, como eso no es lo suyo, la reventó contra el cuerpo de Edgar Badía.
Busquen a los especialistas, debieron pensar los jugadores racinguistas, aprendida la lección. Una genial combinación entre Peque, Íñigo Vicente y Saúl la culminó el de Vioño con un centro al corazón del área pequeña, donde Arana, en modo centrifugado, recogió la colada para hacer el empate. Un amigo en Balay. El 1-1 colgando del tendal.
José Alberto llamó a Ekain, que fue el elegido para sustituir al goleador Arana. La necesidad del Elche volvió a aumentar la exigencia, aunque con un punto en la mochila el agobio se veía de otra manera. Y si no, pues ahí estaba Jokin Ezkieta. El navarro sacó otro paradón de su repertorio para evitar el tanto de Nico Fernández. El mismo que remató de volea y el balón estuvo a punto de colarse en la meta cántabra tras rebotar en las piernas de Rubén Alves. Hacía falta músculo en el centro del campo e Íñigo Sainz-Maza sustituyó al amonestado Aldasoro. El partido había entrado en una dinámica de últimos minutos, pero la realidad es que restaba aún casi media hora. Mucho que remar. Pim, pam, pum. Josan sacó un duro disparo que Ezkieta repelió con una mano y el rechace lo mandó Nico Castro fuera por centímetros. El meta verdiblanco entendió que era el momento de pedir tiempo muerto. Dolor en el codo. Salgan las asistencias. A ver si se calman los de enfrente.
Y sí, se le iban a bajar los humos al Elche. Íñigo Vicente estaba desaparecido. Pero no hace falta llamar a Paco Lobatón para buscarle. El mago se inventó un pase magnífico. A la carrera de Ekain. El delantero, en ventaja entre sus dos marcadores. Clerc, de perdido a la calle, agarró al vasco y el árbitro cumplió con el reglamento. Roja. Y el Racing, con un cuarto de hora por delante no sólo para sacudirse el dominio, sino para buscar incluso la victoria. Peque tuvo una, que sacó Edgar Badía con los pies.
Pese a la superioridad numérica, el equipo cántabro no era capaz de asediar la meta alicantina. Y el Elche, cuando podía, todavía era capaz de acercarse a los dominios de Ezkieta. El árbitro dio siete minutos de añadido. Eso era lo que le quedaba al Racing para ir a por el triunfo. Aunque parte del tiempo se iba a marchar después de un choque entre Mantilla y Germán Sánchez del que el andaluz salió chorreando sangre.
José Alberto corrió para para llamar a Pol Moreno, para que el percance no se llevase por delante todo el tiempo restante. Precisamente, un disparo del catalán, animado al ataque, era lo más parecido a una ocasión verdiblanca. El balón se fue al último graderío del Martínez Valero. Llevó bastante más sensación de peligro el Elche en sus acercamientos con diez que los que tenían once. Ahora sí, una combinación entre Peque e Íñigo Vicente terminó con un disparo raso del vasco que atrapó Badía.
El Racing ya estaba limitado. Cansado. Y el choque no acabó en campo local. Todo lo contrario. El Elche tuvo un último apretón, con un cabezazo de Óscar Plano que se marchó fuera. Aún así, el empate es para estar satisfecho. Ya llegarán los rivales directos por la permanencia.
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