![«¿En scooter a Burgos? Sin problema»](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2023/03/30/scotter-k0dE--1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
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De incógnito. Sin avisar a nadie. Cazadora, casco y... en moto hasta Burgos de madrugada. «Con la fresca, para estar el primero en las taquillas». Sergio Ruiz Palacios (Santander, 1990) arrancó su motocicleta -un scooter de 125 c.c.- a eso de las 5. ... 30 horas del lunes en el garaje de su casa de Santander y se fue hasta Ramales, subió Los Tornos y apareció en Burgos a las 9.00 horas. «Tuve que parar a tomar un café y a que me entrasen las manos en calor», recuerda. Y todo, por conseguir una entrada para el partido que mañana juega el Racing en El Plantío. «No podía quedarme sin una. Por nada del mundo».
No le dijo nada a nadie. Se levantó y sigilósamente salió de su casa. Sin embargo, cometió el 'temeridad' de colgar una foto en Twitter de camino. «No me lo podía creer. Recibí muchísimos mensajes pidiéndome entradas».
'Ya que vas, cógeme una'. 'Y a mí'. 'A mí, cinco...' «Al final, me vine con quince más».
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Sergio Herrero
Este abonado del Racing y aventurero por vocación, que ya estuvo en la grada de El Toralín en Ponferrada y en El Molinón viendo a su Racing, se armó de valor y se marchó solo en el único vehículo que tenía a mano hasta Burgos a probar suerte. «Me quedé sin una de las mil que habían mandado a Santander. Cuando llegué a la fila de El Sardinero era demasiado tarde», explica. No se lo pensó mucho y con la rabia contenida maduró su locura. Cenó como de costumbre, se vio el capítulo de su serie favorita junto a su pareja, a la que no le dijo una sola palabra de lo que planeaba. «¡Qué va! La llamé ya desde Burgos. Le dije, mira, estoy aquí... No le extrañó, porque ya sabe cómo soy».
2.0000 seguidores
del Racing, con y sin entrada, se esperan mañana en Burgos
Tener una de las cerca de 12.000 localidades para acceder mañana a El Plantío ha sido todo un reto. Además de estar atento, sacrificar tiempo y esforzarse en el intento, ha sido también necesaria una gran dosis de empeño para superar algunas de las estrategias que el propio Burgos implantó -en buena lid- para facilitar la compra de las mismas a sus propios aficionados. El conjunto burgalés observó la gran demanda que desde Cantabria había por hacerse con una entrada y decidió vender las que quedaban solo en taquilla. De esta manera reducía -eso era lo que pensaba- el acceso a los seguidores burgaleses, mucho más a mano del estadio. «Cuando leí que habían dicho eso, no me lo pensé y preparé el viaje. Iba a venir un amigo, pero falló. Así que me fui solo», señala Sergio Ruiz. No le importó la lluvia a la altura de Los Tornos, «aunque se puso peligroso», ni el frío ni tener que dar explicaciones en casa. «Yo quiero estar ese día con los racinguistas viviendo el ambiente».
Pero esta historia de coraje y abnegación no queda ahí. Ni mucho menos. Al llegar a El Plantío, lo que Sergio Ruiz había pensado también se les había ocurrido a otros racinguistas como él. «Al ponerme en la cola me di cuenta de que los que estaban delante y detrás eran de Cantabria. Y empezamos a hablar», sonríe mientras lo cuenta. Y su teléfono no dejaba de sonar. Y sonaba. Y vibraba. Pero Sergio Ruiz estaba nervioso porque no quería quedarse sin entradas. «Y más cuando vi que el primero al abrir las taquillas pidió veinte. Y el segundo otras veinte... Y yo era el décimo o así. Pensé lo peor», exclama. Y entonces le dio por mirar su celular. «No podía creérmelo. Me empezaron a preguntar que si me hacían un Bizum y les compraba las entradas. Gente que no conocía». De la extrañeza al júbilo. «Yo encantado. Qué más me daba a mí. Si podía hacerles un favor, pues nada», confiesa. Y así fue. 275 euros en su cuenta de inmediato. Sergio Ruiz se vino para Cantabria con quince billetes, además del suyo, que repartirá mañana a sus amigos desconocidos. Verdiblancos, pero desconocidos. Allí, en la Plaza División Brunete de la ciudad castellana, a unos 300 metros del estadio, está prevista una quedada de os aficionados del Racing. «Allí nos veremos y allí nos conoceremos», concluye.
Al Burgos no le salió del todo bien la jugada, porque no limitó la compra, como sí hizo el Racing en El Sardinero -a dos por cada comprador-, y los seguidores verdiblancos las compraron de veinte en veinte. «Es que incluso los que estaban en la cola más atrás eran gente de Burgos, pero que habían ido a comprar alguna localidad para amigos de Cantabria».
seguidores del Racing, con y sin entrada, se esperan mañana en Burgos
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