De segundo plato, otro gallo

Pero será un encuentro en un contexto peculiar. En Santander, la principal preocupación del míster era el sábado pasado que su equipo y el entorno aguantasen estabulados los caballos de la euforia. Crecer, sí. Crecerse, nunca. El asturiano dice que, por ese lado, está tranquilo.

Luego hay que analizar el escenario. Un estadio con capacidad para 40.000 espectadores completamente vacío. Ambiente pandémico, pero sin mascarillas. El club catalán arrastra una sanción después de que se montase el lío con la celebración del campeonato liguero del Barcelona en casa de su eterno enemigo vecinal. Nadie sabe decir en favor de quién juega esto. Al menos, en La Albericia dicen que el silencio es peor para todos. Pero la grada vacía aprieta si las cosas van bien.

Y zarandea si el asunto se pone chungo. Las aguas bajan turbias por el Llobregat. Jugadores importantes como César Montes y Braithwaite quieren abandonar el equipo. El primero, de hecho, se niega a jugar. Eso, en el vestuario. Fuera, tras el empate de la primera jornada frente al Albacete, el director deportivo, que fuera jefe de Mikel Martija en el Eibar, Fran Garagarza, tuvo que salir a apagar un fuego en la grada visitante del Carlos Belmonte. Esta semana, el responsable técnico se ha puesto las pilas y han comenzado a llegar fichajes. Pero como no va a haber público, al menos dentro del estadio, el campo de batalla será muy diferente.

Pero vamos, que aún con estos condicionantes, la plantilla perica mete miedo. Con futbolistas como el citado Braithwaite, que de momento está y juega. El danés anotó diez tantos en Primera División el pasado curso. Más que los tres delanteros racinguistas juntos -Cedric, Matheus Aiás y Ekain- el curso pasado en Segunda. Pacheco, Nico Melamed, Javi Puado, Gragera... Gran parte del bloque que descendió el pasado curso. A eso se le ha añadido en las últimas horas un Pere Milla por el que los blanquiazules han pagado tres millones de euros al Elche.

Tras su exitoso acto inaugural, con los mismos inquilinos de la enfermería y una semana más sin incorporaciones a la plantilla, todo apunta a que José Alberto se plantará en el ahora llamado Stage Front Estadium con el mismo once que recibió al Eibar en los Campos de Sport. O al menos, prácticamente igual.

La portería y la defensa permanecerán impasibles. Sin Dani Fernández para el lateral derecho, Ezkieta, bajo el arco; Mantilla y Saúl García, en las bandas, y Germán Sánchez y Rubén Alves en el centro de la zaga son los hombres de mayor confianza para el míster.

El doble pivote es a día de hoy innegociable. Falta una pieza por llegar e Iván Morante aún parece lejos del ritmo de sus competidores. Teniendo en cuenta que tanto Aldasoro como Íñigo Sainz-Maza tienen tres pulmones cada uno, al medio leonés medio purriego se lo van a poner caro.

A Íñigo Vicente no le mueve del equipo ni un remolcador. Y Peque se ha hecho mayor en la mediapunta. Apunta a ser titular de nuevo. Aunque no tiene pinta de que José Alberto vaya a cambiar el once, por buscar una duda y darle un poco más de emoción, quizá en el extremo derecho es donde allá algo más de chichi que contar. Lago Junior viajará, pero ha pasado la semana convaleciente por un proceso gripal. Así que la cosa está entre un Marco Sangalli que ante el Eibar completó su mejor partido desde que llegó al Racing y el canterano Yeray, tras una notable pretemporada. Arriba, sin nuevos fichajes, Ekain repetirá como nueve, aunque no sea uno al uso.

Tal y como reconoce José Alberto, si el Racing quiere ganar hoy al Espanyol, merendarse al periquito, tendrá que hacer un partido prácticamente perfecto. Lo positivo es que el equipo verdiblanco conoce la receta, porque la pasada semana, frente al Eibar, es difícil buscarle peros a la actuación racinguista en el estreno liguero.