![German, tras un golpe en un corner](https://s1.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/2024/02/18/RACING%20PRIMERA22-U2101561624822kBC-U2101557695347FBC-1200x840@Diario%20Montanes.jpg)
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En el Hotel Los Llanos, de Albacete, el Racing afiló sus armas desde el sábado antes del duelo en el Carlos Belmonte. Allí, jugadores y técnicos fueron recibiendo a aficionados que pasaron a animar. Pepe Barros y su inseparable Fede, entre otros. Los futbolistas descansaron. ... Recibieron nuevas instrucciones. Algunos leyeron. Otros, a darle al videojuego. La expedición verdiblanca llamó la atención del resto de clientes en el desayuno, cuando aparecieron las bandejas de pasta y el arroz con huevo –es lo que tienen los penosos horarios de LaLiga–. El desayuno de los que quieren ser campeones. Pero lo que seguramente la mayoría de los verdiblancos no sabía es que en ese mismo establecimiento, hace más de 51 años, nació el Racing de los bigotes. El 22 de octubre de 1972, tras empatar en Elche y con una hoja de servicio de ocho partidos sin perder, los hombres de Maguregui se conjuraron. Mostacho bajo la nariz hasta que nos lo afeiten. Fue el talismán de un vestuario que acabó por conseguir no un ascenso a Primera, sino el ascenso a Primera. Así, con nombre propio. Llegaba el equipo de José Alberto a la ciudad manchega con sus mejores sensaciones, ante un rival en crisis y en condiciones de mirar hacia arriba. Hacia el play off. ¿Subir? Soñar. Sin embargo, los verdiblancos hicieron la de Ricky Martin y esta vez tocaba un pasito pa' tras, María. En ciclismo, la expresión 'hacer la goma' se refiere a un movimiento que realizan los corredores de la parte trasera del grupo antes de desengancharse definitivamente. Me acerco y me alejo, hasta que me quedo. Yeso es lo que le está pasando al equipo cántabro con ese sexto puesto que quizá, en algún momento, pase a ser una utopía cuando, con la permanencia ya cerca de finiquitarse, pedalee en tierra de nadie, sin ni siquiera una triste meta volante que llevarse a la boca. Sin su jefe de filas, Íñigo Vicente, al Racing le entró la pájara –prima ciclista de la paparda– en los llanos de Albacete.
Albacete
Bernabé, Agus medina, Juanma (Quiles, min. 73), Riki, Higinio (Dani Escriche, min. 66), Manu Fuster (Rai Marchán, min. 93), Kaiky, Alonso (Silva, min. 66), Olaetxea, Álvaro y Glauder.
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Racing
Ezkieta, Dani Fernández, Mario García, Germán Sánchez, Manu Hernando, íñigo Sainz-Maza (Aldasoro, min. 71), Iván Morante (Jeremy, min. 89), Mboula (min. 79), Lago Junior (Ekain, min. 71), Peque y Arana (Roko Baturina, min. 79).
Equipo arbitral Moreno Aragón, asistido en las bandas por Blázquez Sánchez y Martín-Consuegra Díaz, todos ellos del Comité Madrileño. Cuarto: González Paez (Madrileño); VAR:Gálvez Rascón (Madrileño) y AVAR: Ortuño Sierra (Riojano).
Goles 1-0, min. 56: Manu Fuster. 2-0, 91: Silva.
Amonestaciones Amarilla a los locales Kaiky y Glauder y a los visitantes Íñigo Sainz-Maza, Mboula, Marco Sangalli y Peque y al entrenador, José alberto.
Amonestaciones Carlos Belmonte. Césped en buen estado en una tarde soleada. 10.551 espectadores. Unos 300 de ellos, racinguistas.
Hubo dos cambios más de los previstos en la alineación. Y el que era esperado, no llegó. Porque a Íñigo Vicente hubo que dejarle en el banquillo, renqueante aún del proceso vírico que le agarró durante la semana. Bala en la recámara, parecía. Lago Junior fue su reemplazo. E Iván Morante entró para dar fútbol al doble pivote en detrimento de Aldasoro. Y luego, Germán Sánchez fue titular en el centro de la zaga. Rotura, ¿qué rotura? Pese a la lesión anunciada por el club y haber entrenado con el grupo sólo en la sesión del viernes, el andaluz entró entre los elegidos.
El buen momento racinguista se medía a las urgencias del Albacete. Y la primera acción de peligro fue la ejemplificación del escenario. Un córner botado desde la banda izquierda lo remató de volea Arana. El canario buscó la escuadra. Lástima que Higinio se encontraba apostado junto a ese palo y despejó de cabeza para evitar el tanto.
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El equipo cántabro entró mejor en el partido y el arreón verdiblanco duró unos diez minutos. El conjunto manchego compareció al fin. Tímido, pero ahí estaba. Ni la necesidad ni el hecho de actuar como local llevaron al Albacete a tomar el mando. El Racing era el jefe. Sin prisa. Ya llegaría su momento. Aunque sí que faltaba un poco de fluidez de tres cuartos de campo hacia adelante. La chistera de Íñigo Vicente. Sin ella, se acabó abusando de un inútil balón largo.
Pasado el minuto noventa, Arana empezó a ser el saco de los golpes. Una acción no finalizada en el área del Albacete tras una dura falta recibida por el canario fue la primera jugada de verdadero peligro para los verdiblancos. Cuatro contra cuatro. El disparo definitivo de Higinio desde la frontal lo embolsó, bien, centrado, Ezkieta. No hubo consecuencias en el marcador, pero los locales sí que espabilaron. Tras una ristra de cuatro saques de esquina consecutivos, Glauder, forzado, cabeceó para hacer trabajar al meta navarro.
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— Real Racing Club (@realracingclub) February 18, 2024
Entre que el Racing no encontraba la fórmula definitiva y que el Albacete no estaba para muchas florituras, la fase final del primer tiempo entró en modo 'plof'. Sólo un disparo lejano y raso de Higinio que agarró bien Ezkieta y un remate forzado en el segundo palo de Juanma hicieron que el personal se despejase un poco de la galbana del horario y el soluco. Lo negativo, que los de José Alberto le estaban soltando demasiado la correa a su contrincante. Descanso.
Un intermedio que le vino bien a los locales, que achucharon de salida. El Racing, a achicar. Y el portero, a trabajar. Ezkieta tuvo que afanarse, a mano cambiada, para sacar un buen disparo con rosca de Manu Fuster que buscaba el segundo palo. Un lanzamiento de falta de Álvaro Rodríguez se marchó cerca del travesaño. Había que despertar.
Del Racing dominador de gran parte de la primera mitad no quedaba nada. Nada de nada. Ahora parecía una heroicidad que llegase el balón a alguno de los cuatro hombres de arriba y, cuando lo hacía, era un irse solo y con tirachinas a la batalla. Y al final pasó lo que se venía barruntando. Un centro del Albacete desde la derecha lo despeja mal Germán Sánchez y el balón le cayó en el área a Manu Fuster. Su remate, flojito pero bien dirigido, tampoco acertó a ponerlo en órbita Manu Hernando y se terminó colando en la meta verdiblanca. Y, al 1-0, se le sumaba la pinta de que los de José Alberto no estaban en condiciones de tirar a por la remontada. Íñigo Vicente ya estaba calentando en la banda.
El conjunto cántabro debía reaccionar, pero el míster aún no movía ficha. Y el tiempo iba corriendo. El Albacete estaba tranquilo. Hasta el minuto 71 no hubo novedades. El técnico asturiano retiró al amonestado Íñigo Sainz-Maza y Lago Junior y metió a Aldasoro y Ekain. Con esto, Peque pasó a la banda. E, ¿Íñigo Vicente? Se volvió al banquillo. Pues quizá es que estaba realmente mermado. El peligro seguía llegando más a la portería propia. Un tiro lejano de Quiles no encontró portería. Un centro desde la izquierda de Mario García que se le escapó de las manos a Bernabé fue lo más parecido a una ocasión verdiblanca.
José Alberto dio entrada a Roko Baturina y Marco Sangalli por Arana y un Mboula tocado. Era ya el minuto 80. Y el Racing, 'missing'. Luego ya, entre protestas y parones, el partido fue agonizando. Ocho después, sin que pasase nada más, el asturiano incorporó a Jeremy, a la desesperada, en lugar de Iván Morante. Y el canterano, a la salida de un córner, y sin marca, cabeceó, pero no acertó a dirigirlo.
El colegiado ya había comunicado que iba a dar cinco minutos a los noventa, pero informó de nuevo al cuarto que añadiría dos más. Siete, en total. Tiempo suficiente para empatar si ocurría un milagro. Había tiempo para algún gol. Ysí, efectivamente. Lo que no estaba especificado es de quién. Dani Escriche ganó la espalda a la defensa después de que Manu Hernando tirase mal la línea del fuera de juego y el centro atrás del atacante, desde la línea de fondo, lo remató, silbando, Silva. Se acabó. Y merecido, además.
Así, 51 años después, Albacete no dio para conjura ni na'. Habría estado bonita alguna apuesta como aquella, aunque los bigotes hace tiempo ya no están de moda. Quizá unas mechas blancas como las de Arana o unas trenzas como las de Mboula. A Ekain le tocaría hacer de Chinchón, a quien el utillero, Terio, le pintaba el mostacho antes de cada encuentro. Bromas aparte, cuidado, porque esta derrota llega justo antes de la visita del líder, Leganés, a los Campos de Sport, y un viaje, semana después, a la casa de su tocayo de Ferrol, revelación absoluta de la temporada. Puertos de categoría especial.
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