«No sé si mi situación ha cambiado, no es una decisión que dependa de mí»

Pese al desarrollo del encuentro, la situación y la losa que tiene sobre su cabeza cada vez que el equipo salta al terreno de juego, el asturiano tiene claro que posee armas para seguir en el cargo. «Estoy fuerte, me siento con ganas. Creo que este equipo tiene capacidad para sacar la situación adelante». Pese a ello, Ania no ocultó su estado de ánimo tras un choque que el Racing tuvo primero ganado, luego perdido y en el que acabó empatando. «Estoy muy fastidiado, jodido, por la situación y por el resultado de hoy»

Después de llevar tan solo una victoria en 15 partidos todas las miradas apuntan al banquillo a la hora de buscar soluciones, aunque el respetable de El Sardinero dejó claro que ellos tienen el punto de mira en el palco y en la figura de Chuti Molina. Sin embargo, el míster ovetense no cree que el director deportivo sea el único responsable de los resultados. «No es uno u otro, creo que es algo grupal. Todos somos el Racing, todos somos la dirección deportiva y yo soy el que tomo las decisiones de las alineaciones pero creo que la plantilla es una decisión conjunta, Chuti es el director deportivo pero muchas cosas son consensuadas conmigo». Ania aclaró que con el equipo penúltimo no es momento de «buscar culpables sino buscar soluciones», por lo que pese a que el público gritó contra la dirección deportiva, aclaró que «es culpa de todos».

Días duros los que vive el técnico racinguista, que ve como partido tras partido el equipo no acaba de arrancar ni lograr resultados. «Son semanas duras, trabajo muchísimo más de lo que lo hacía el año pasado y ganábamos todos los domingos. Es una situación muy complicada para entrenar».

Con la moral de plantilla y cuerpo técnico tocada, cualquier situación de partido ajena al plan amenaza con romper en mil pedazos la estabilidad del equipo, que se descompone con la primera dificultad, algo que para el entrenador viene dado por los malos resultados y por los contratiempos sufridos durante la temporada. «Hoy si ganábamos adelantábamos tres puestos. Se nos fue esa victoria que tanto ansiamos. Estoy seguro de que en el momento en que consigamos ganar un partido, el equipo va a jugar con mucha más tranquilidad, no va a tener esa ansiedad que te entra»

Y es que el Racing sufre más cuando se pone por delante en el marcador que cuando el partido está igualado, algo que reconoce el propio técnico asturiano. «Es mucho más difícil ponerte por delante que mantener ese marcador y sin embargo a nosotros nos está pasando lo contrario, nos es más fácil adelantarnos que mantener esa ventaja».

Una ansiedad para la que Ania aseguró tener una solución infalible sin recurrir a los profesionales médicos. «El mejor psicólogo que hay es una victoria, eso lo tengo clarísimo. Un triunfo que otorgue tranquilidad y confianza».

Como entrenador siempre le ha tocado vivir la cara amable del fútbol, aunque en su época como jugador el asturiano tuvo que lidiar con situaciones similares a la que vive el Racing actualmente. «Por desgracia llevo mucho vivido, casi siempre me manejé en situaciones parecidas a esta y la mejor manera de afrontarlas es ser positivo».

Mirar hacia adelante con optimismo y creer en uno mismo, algo que el míster reconoce que es «difícil», pero que es el único camino hacia la salida del bache. «Lo único que hacen los pensamientos negativos es debilitarte, hay que ser positivo y mirar el futuro con optimismo. Este nos lo da mirar la clasificación y ver que con una victoria se sale, esa tiene que ser nuestra meta, ganar el domingo en Lugo y salir de la zona de descenso».

Una victoria como bálsamo que pudo llegar este domingo, pero que se esfumó después de un mal tramo final de partido tras un choque en el que las principales ocasiones fueron para la Ponferradina. «La primera parte fue igualada, con nosotros más cerca del gol por situaciones de área. En la segunda fuimos superiores, hicimos el gol e incluso hasta el gol de ellos el equipo estaba bien. A partir del empate es evidente que pegamos un bajón, fue un mazazo importante y al final acabó llegando el segundo, que nos puso el partido muy cuesta arriba».

Tras desmoronarse y ver cómo su rival acariciaba la sentencia en varias ocasiones, el Racing tiró de valor para intentar dejar en Santander al menos un punto. «A la heroica, con balones largos, pudimos hacer el empate».

A vueltas con la confianza. Y es que una semana más el entrenador asturiano no encontró razones para el desvanecimiento del equipo más allá de la minada moral de sus pupilos. «Es un tema de falta de confianza. Al final llevas tantos partidos sin ganar que cuando tienes un revés el equipo se diluye. Hasta el empate estaba bien, estaba teniendo la idea clara, no estábamos apenas sufriendo defensivamente. Sin embargo, a raíz del gol nos generaron tres o cuatro llegadas, en transición estábamos sufriendo».

Aunque esta vez no marcaron diferencias, de nuevo fueron Yoda y Enzo Lombardo las tablas de salvación del Racing en su faceta ofensiva, una dupla que Ania intentó potenciar uniendo sus caminos sobre el terreno de juego. «Al poco de empezar el partido metí a Enzo en la mediapunta, porque vi que estábamos enganchando bien por dentro con Cejudo, pero no tiene la velocidad de Enzo»

Y es que el francés abandonó la parte izquierda del terreno de juego para entrar más en juego y asociarse por dentro con sus compañeros. «Si éramos capaces de recibir por dentro y correr contra la defensa les podíamos hacer daño».