Solabarrieta, el 'renacido', punto y seguido

El Portugalete, que allá por verano miraba con temor la llegada del Racing, hoy poco más o menos se frota las manos a la espera de rematar a un equipo que se tambalea y que dirige un 'renacido' entrenador. Después de recibir el beneplácito de sus jefes, el de Ondarroa apura su bola extra para sacar de las tinieblas a un Racing que se desangra después de cuatro derrotas y un empate en el último mes y que ocupa la peor posición de la historia. El Portugalete, un equipo recién ascendido, comparte actualmente los mismos objetivos que el 'todopoderoso' club.

Solabarrieta sabe que este sábado -o quién sabe ya...- que si empata o pierde, la incomprensible confianza que José María Amorrortu le trasladó -fue tanta que convenció a Alfredo Pérez-, ya no se podrá sostener. Ahora bien, intuye que si gana recuperará algo del crédito que ya no tiene. Lleva tres semanas y en cada una puso a prueba algo nuevo; primero la defensa de cinco, luego la de cuatro, dos delanteros, más tarde uno... El resultado siempre fue el mismo: derrota sonrojante. Pues a la cuarta... A ver qué pasa. El míster aventuró un dibujo clásico para pisar La Florida: 4-4-2. Si esto se confirma, sería el cuarto sistema en cuatro partidos con él en el banquillo y el séptimo cambio en once encuentros de Liga. Ahí queda eso.

La sesión de este viernes fue a puerta cerrada. Sin embargo, entre lo que se pudo ver desde el balcón y lo que dejó intuir en la rueda de prensa, Solabarrieta planea sentar a Iván Crespo, Jordi Figueras y Álvaro Cejudo, así como a Adrián Balboa. Los cuatro pasan a la recámara después de un día duro -según el entrenador- ante el Real Unión de Irún. En su sitio entran Lucas Díaz, Óscar Gil, Cedric y Jon Ander. Esto es una aproximación a los planes de un entrenador que viaja con la espada sobre su cabeza.

Así las cosas, con la posibilidad más que latente de que a las 19.00 horas (cuando acabe el choque ante el 'Portu') nada de lo dicho en la rueda de prensa de los jefes racinguistas del pasado jueves -un tanto surrealista y artificiosa- se sostenga ni tenga validez, el equipo que hoy se la juega será inédito y casi sorprendente. Bajo palos estará Lucas Díaz, porque si no juega el asturiano después de la insufrible actuación del capitán el pasado miércoles no lo hará nunca. Este Racing está tan desequilibrado que hasta Crespo, un talismán infalible, se contagia de las debilidades y termina pasando por el aro. Lucas Díaz tiene este sábado la oportunidad de quedarse en la portería para rato. En la línea de cuatro, Diego Ceballos, Óscar Gil, Álvaro Mantilla y Álvaro Bustos. Cada uno tiene su intrahistoria; Ceballos se ha ganado el puesto por méritos, mientras que Óscar Gil y Álvaro Mantilla juegan porque sus compañeros, Bernardo Matic y Jordi Figueras, han desentonado. Este último quedó señalado al ser sustituido el descanso ante los irundarras en plena debacle. Queda demostrado que con los centrales que tiene el Racing -lo dijo Rozada y lo secundó Solabarrieta- son lentos y sufren cuando les juegan al espacio. Los de hoy son los 'menos lentos'. El tiempo dirá. Lo de Bustos en el lateral es otra urgencia. Con Maynau sin convocar y el club buscándole salida, y Andrade a medio gas, el asturiano volverá a verse obligado a multiplicar sus funciones. Con lo que eso conlleva; defiende lo justo y penaliza en ataque porque se ahoga con una banda tan larga.

En el centro del campo repite Martín Solar, y la duda está en quién le acompaña. El canterano se merece que le den una oportunidad más, mientras que su compañero puede ser Íñigo, Nana o recuperar a un Villapalos, que se parece poco al que todo el mundo esperaba cuando fichó. Que el Racing esté como está en parte se debe a que el rendimiento de quienes traían una hoja de servicios con medallas es mínimo. La Florida es un campo estrecho y el Portugalete domina el juego directo, lo mismo la necesidad del juego aéreo saca de la nevera al madrileño.

«Ser más protagonista, llevar la iniciativa, generar peligro...». Una a una fue Amorrortu enumerando las virtudes que requiere un Racing en Segunda B. Por eso este sábado, Solabarrieta lo intentará, al menos de partida. Patrick Soko a una banda, Pablo Torre partiendo desde la otra y dos delanteros, Cedric y Jon Ander. En este equipo de tantos desequilibrios y desmanes, campea la teoría de la manta. Con este sistema aumenta la presencia en el área rival al tener dos delanteros, pero con Pablo Torre caído en una banda se puede perder el potencial del canterano. Hay quien dice que para qué dos delanteros si apenas les llegan balones.... ¿Y Cejudo? Todo son preguntas que sólo Solabarrieta podría responder

El divorcio está declarado y la reconciliación siempre es difícil. «El tiempo es como la espada, si no lo cortas, te corta», decía El Cid y eso es lo que han debido pensar en las oficinas de El Sardinero. No se puede perder más de lo que se ha perdido, que es mucho y atemoriza sólo con pensarlo. El presidente el pasado jueves, en esa comparecencia en la que no dijo nada pero algo dijo, no quiso cambiar los objetivos, pero lanzó una política de mínimos. «No podemos dejar de estar el año que viene en la Liga Pro». Tembló el corazón, pero sentenció.