El objetivo del Racing ya no es el ascenso

Así lo hizo ver el presidente del Racing, Alfredo Pérez, en su discurso inicial en la rueda de prensa de este jueves. Cuando el mandatario, para minimizar el dolor de los últimos acontecimientos y hacer ver que desde la comisión deportiva se está trabajando en revertir la situación, explicó que el secretario técnico, Pedro Menéndez, está trabajando en «la contratación de tres o cuatro futbolistas que mejoren el nivel». «De alguna manera tienen que reforzar el equipo pero lo que no podemos permitirnos en ningún momento, que es no estar en el objetivo de la Liga Pro -futura Primera RFEF-. Tenemos difícil el objetivo del ascenso a Segunda División, pero lo que sería impensable es que no estemos jugando por lo menos en la Liga Pro el año que viene». Por eso, ante lo complicada que se está poniendo la situación para el Racing en lo deportivo, Pérez afirmó que el club va a realizar «un esfuerzo tanto en lo económico como en lo personal».

Que este año el ascenso a Segunda División era más caro incluso que en ocasiones anteriores es una obviedad. En temporadas previas, la Segunda B estaba compuesta por ochenta equipos, de los que ascendían únicamente cuatro. Ahora, los afortunados son los mismos, pero deben hacerse con el mérito en una multitud con 102 clubes y después de pasar por tres fases distintas de la competición. Casi nada.

El problema es que la actual clasificación del Racing está alejando a pasos agigantados la posibilidad de ascender. Porque no es sólo el hecho de hallarse, al término de la primera vuelta de la competición, a cinco puntos de los tres puestos que dan acceso a la siguiente fase por saltar de categoría. El principal problema son los puntos perdidos y que se arrastran al segmento venidero, cuando los equipos del subgrupo 2A se cruzarán con los del 2B. Por coeficientes -al tener el subgrupo del Racing once equipos y el otro diez-, el equipo verdiblanco es a día de hoy decimocuarto en el global, a 6,30 puntos del Bilbao Athletic. Y recuperar una distancia de ese calado en una fase de solamente seis encuentros como será la segunda se antoja realmente complicado.

Los tres primeros clasificados de la primera fase de la competición lograrán una plaza automática en la futura Primera RFEF. De lo contrario, los clubes que queden en la zona media de la tabla -en el caso del subgrupo 2A, los que ocupen los puestos cuarto, quinto, sexto y séptimo- lucharán por el resto de billetes, hasta completar los cuarenta que conformarán la tercera categoría del fútbol español después de su reestructuración.

De no conseguirlo, para el Racing supondría directamente un descenso, ya que se quedaría en el cuarto escalón -Segunda RFEF- del balompié nacional. Algo que difícilmente podría soportar el club en lo económico y lo social. Y lo peor de todo es que, a día de hoy, el equipo de Aritz Solabarrieta se encuentra colocado en una octava posición que a donde manda es a jugar por no caer a la futura Tercera División, que en la práctica será la quinta. Parecía ciencia ficción antes de comenzar la temporada pero, visto lo visto, tras la desastrosa primera vuelta perpetrada por el conjunto racinguista no se puede descartar nada. De todas formas, tras los últimos acontecimientos, cuesta ver al Racing remontando, por lo menos para asegurar un puesto en esa Primera RFEF de cara a la próxima temporada.