Tebas obligará a los racinguistas a hacerse las pruebas pese a haber mostrado su disconformidad

Pese al llamamiento del ministro de Sanidad, Salvador Illa, a la responsabilidad, el comunicado de la plantilla del Racing mostrando su incomodidad por la situación y el hecho de que aún haya profesionales sanitarios que no se han sometido a la prueba del Covid-19, LaLiga sigue adelante en su postura y los jugadores verdiblancos se verán obligados a someterse a los test de coronavirus. Una situación que también sufrirán el resto de equipos de Primera y Segunda División. De hecho, una vez la plantilla racinguista dejó ver su disconformidad fue el propio presidente de LaLiga, Javier Tebas, el que amenazó veladamente a los cántabros: «Les digo a los jugadores del Racing que se juegue o no se juegue habrá descensos», señaló al día siguiente del comunicado. Tebas mandaba así un mensaje muy claro y apostaba por la vía coercitiva ante un Racing que no se ha atrevido a reaccionar por temor a represalias de LaLiga.

En su comunicado, los jugadores del Racing insistían en que deseaban jugar, y que el único motivo de su malestar era que se pusiera el fútbol por delante de las profesiones esenciales –entre ella la de los sanitarios, pero no exclusivamente–, algunos de cuyos profesionales todavía no han podido someterse a las pruebas del Covid-19.

Sin embargo, Tebas insinuó que su postura buscaba dilatar la situación para eludir la pérdida de categoría y amenazó con descensos incluso sin concluir la competición, algo que traería consigo denuncias (el Deportivo ya lo ha anunciado y el Racing sondea lo propio) de los equipos afectados. «No nos parece apropiado que vayamos a someternos al test del Covid-19 cuando no hay suficientes para las personas que trabajan en primera línea para frenar esta pandemia. Especialmente para los sanitarios, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, farmacéuticos, trabajadores de supermercados y transportistas», expresaba la plantilla verdiblanca al completo en un comunicado emitido la semana pasada. «No obstante, si tenemos la obligación de realizarlos, nos someteremos a ellos para no perjudicar a nuestro club», añadía. Y es que ante el temor a las represalias de la LFP trataron en todo momento de mantener al margen al club como institución.

En su comunicado, la plantilla racinguista también expresó su «prioridad» de disputar los once partidos que restan de la competición en Segunda «para tratar de conseguir la permanencia en el terreno de juego. Pero queremos hacerlo cuando no suponga ningún riesgo ni para nuestra salud ni para la de nuestras familias». El argumento evidente: «Actualmente, con 22.000 muertos –ya son más– en España y 400 fallecidos en la jornada de hoy –el pasado jueves–, pensamos que el fútbol debe quedar en un segundo plano». Y añadieron expresamente: «Esta declaración no se debe a nuestra situación clasificatoria, pues desconocemos en qué lugar quedaría el Racing en caso de no jugar los encuentros restantes». Porque la cancelación definitiva de la competición no aseguraría la permanencia racinguista en Segunda División. En una línea similar se había expresado Álvaro Cejudo con anterioridad en las páginas de El Diario: «Nosotros no pintamos nada. Hay personas que se están jugando la vida y ellos deberían ser los primeros».

Un día después del revuelo que provocó su decisión, los verdiblancos se ratificaron en su postura a través de sus capitanes, pero el presidente de la LFP, lejos de rectificar, lanzó un mensaje coercitivo: «Se juegue o no se juegue habrá descensos.Se lo digo a los jugadores del Racing y a los que estén en la parte baja de la clasificación», señaló en un encuentro telemático mantenido con la asociación ADEA, de directivos y ejecutivos de las empresas aragonesas. Un contraataque. «Estoy convencido de que no habrá ampliación de categorías en el fútbol profesional, y mucho menos en la Liga Santander, igual que estoy seguro de que habrá descensos». Aviso para navegantes.