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Un Racing que debe marchar ya a paso de carga cierra la jornada de Segunda División en ese extraño horario de lunes por la noche que imponen LaLiga y las televisiones. Horarios universales y globales para el mercado planetario, que a buen seguro estará esta ... noche atento al Racing-Leganés mientras los 10.000 abonados verdiblancos tratan de cuadrar sus agendas.
Lo hace, de paso, con puntos de descenso, pero con un partido menos: el de esta jornada 27, con lo que dependen de sí mismos para volver a colocarse en la zona de seguridad. Sobre el filo, pero en posición de permanencia. Si el equipo consigue mantener la media de punto y medio por partido que arroja con José Alberto las matemáticas indican que los racinguistas conseguirán al fin consolidarse en la categoría de plata tras su década ominosa, y para ello les restan 16 partidos.
27 puntos
tiene el Racing después de 26 jornadas disputadas. Hoy necesita puntuar para no perdercomba respecto a lapermanencia en el partidoque cierra la jornada
38 puntos
suman los pepineros, que comenzaron el cursopensando en las posicionesde ascenso y tienensus opciones intactas,pero que no han tenidoel rendimiento que esperaban en agosto.
Enfrente tienen hoy a un Leganés que mira a la fase de ascenso. 38 puntos suman los de Butarque, once más que unos verdiblancos que tienen en los Campos de Sport una de sus asignaturas pendientes. Aunque con el técnico asturiano ha comenzado a mejorar la estadística, gana muy poco en casa y debe invertir la tendencia para evitar un nuevo fiasco.
Hoy recibe al Leganés con una alineación muy marcada por los cambios en la delantera. Por una parte, la baja de Jorge Pombo, el futbolista de referencia verdiblanco, al menos de la línea de centro de campo en adelante, obligará a José Alberto a hacer cambios.
Su sustituto será, previsiblemente, Íñigo Vicente, que abandonará la banda izquierda para ocupar la mediapunta y dejará su puesto al recién llegado Marco Sangalli, un futbolista de confianza del nuevo entrenador con el que quiere impulsar la remontada.
Y en la delantera, como 'nueve' aunque con el dorsal once a la espalda, el otro fichaje del mercado de invierno: Roko Baturina. La extremada crisis goleadora en vanguardia (los tres delanteros suman dos tantos en toda la temporada) llevó a incorporar a un nuevo atacante en el mercado de invierno para reforzar una línea muy nutrida en lo numérico, pero con una estadística desoladora.
Gassama ha visto interrumpido su buen arranque de temporada, pese a un solitario gol, por varias lesiones, mientras que el combativo Matheus, que ha tenido muchas oportunidades como titular, no ve puerta. Cedric Omoigui tampoco es ya una alternativa habitual, después de que el club, una vez superada su lesión, le haya hecho saber que no cuenta con él como titular, al menos esta temporada, a la espera de que recupere su mejor forma tras su operación de cervicales. No ha tenido apenas tiempo ni minutos para reivindicarse, pero la llegada de Baturina y la continuidad de todos los delanteros dejan entrever que no hay demasiada voluntad de dárselos.
En consecuencia, un delantero que lleva ya semana y media a las órdenes del cuerpo técnico apunta a titular con la esperanza de que el Racing disponga al fin de una referencia clara en ataque. No tanto por lo posicional, porque en ese sentido ya contaba con ella, sino en cuanto a acierto en el disparo y el remate. Con el cambio de entrenador se adelantó la línea de presión y se comenzó a jugar con más futbolistas por delante del balón. El resultado, que al fin llegaron más goles a un equipo muy necesitado de ellos, pero los 'nueves' han seguido sin marcar. De ahí que se haya buscado un cambio tal vez a la desesperada sobre el cierre de mercado, pero a la vez una apuesta necesaria. Aunque quedarse solo en los nombres sería torpe: ser delantero en el Racing es llorar; vivir en tiempo de silencio.
En consecuencia, la línea de ataque contará, salvo sorpresa, con los dos nuevos, un Íñigo Vicente que si se adapta bien ocupará en un puesto en el que puede brillar más y Jordi Mboula, que sigue siendo titular por la derecha. Al menos mientas Sangalli tenga que ocupar otras demarcaciones, como ocurre hoy.
Por lo demás, los racinguistas presentarán su equipo habitual, en el que Miquel Parera estará arropado en la defensa por Dani Fernández, un Germán que pese a algunos errores sigue contando con la confianza del entrenador, un Rubén Alves recuperado de su lesión y Saúl, ya de vuelta tras superar su dolencia. De nuevo se quedará fuera Juergen Elitim, un mediocentro creativo y con buen toque que debía ser diferencial en el eje como complemento perfecto a Íñigo Sainz-Maza. En este caso es por acumulación de amonestaciones, puesto que tras ver la quinta tarjeta amarilla en El Toralín no podrá medirse a los pepineros. Antes fueron las lesiones las que no le permitieron, como le ocurre a Sekou Gassama, tener continuidad. A cambio se ha consolidado un Aritz Aldasoro en crecimiento que cada vez se siente más cómodo al lado de Íñigo Sainz-Maza. Hoy volverán a ser compañeros ante la ausencia del ya hispanocolombiano.
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Enfrente, un Leganés que la semana pasada se impuso por la mínima al Sporting para cerrar una serie de tres partidos sin ganar (una derrota y dos empates) que le alejaron de los puestos de fase de ascenso. Los madrileños llegan con la llamativa baja de Jony, expulsado la semana pasada sin siquiera haber salido al campo, por protestar desde el banquillo, con lo que su ausencia no condicionará los planes de Idiakez.
Lo de su alineación es otro asunto. Así como la del Racing es un claro 4-2-3-1, la de Imanol Idiakez admite matices. Si en lugar de Idiakez se llamara Johan Cruyff sería un 3-4-3. Si en lugar de Imanol se llamara Jabo Irureta, para seguir tirando de paralelismos noventeros, sería un 5-4-1. Al final queda al gusto de quien lo interprete, pero lo que es un hecho es que el fútbol del Leganés es ambicioso.
Así, su alineación no debe ser muy diferente a la que se impuso al Sporting en Butarque. La formada por Riesgo, ya consolidado en la portería tras arrebatar el puesto a Dani Jiménez; tres centrales que probablemente sean Jorge Sáenz, Sergio González y, previsiblemente adaptando su puesto, Miramón; (Nyom está sancionado), con, Undabarrena, Rubén Pardo, Gaku y Franquesa en el centro del campo y tres jugadores por delante de ellos. Pueden ser el cántabro Raba, Arnáiz y Juan Muñoz, el máximo goleador del equipo con siete tantos, aunque la semana pasada fue sustituido en el descanso.
Junto a él aspiran a la delantera los citados Arnaiz, que suma seis tantos este curso y Raba, con cuatro. Pero todos ellos ven amenazado su puesto precisamente por un futbolista que el Racing ha intentado sin éxito incorporar en las dos últimas ventanas invernales: Karrikaburu. Un prometedor delantero llegado desde el Sanse que, sin embargo, todavía no ha sido titular con los madrileños, con los que ha disputado tres partidos saliendo desde el banquillo. Tampoco se puede descartar que Karrikaburu y Juan Muñoz salgan juntos de inicio y los pepineros planteen algo más parecido a un 5-3-2.
No podrá contar tampoco Imanol Idiakez para este partido con los lesionados Omeruo y Cissé ni con otro sancionado: Gaku Shibasaki, estas dos últimas, sensibles bajas. A cambio, se puede estrenar en la convocatoria el colombiano Juanjo Narváez.
Como cuento corto, se miden dos equipos con mucha necesidad de puntos, aunque por motivos muy diferentes, en los Campos de Sport en la final de cada semana. Porque se puede hacer una raya cada día que se vayan dejando pasar oportunidades, y cada siete días una raya más larga, porque eres libre de hacer las rayas todo lo largas que quieras y nadie te lo puede impedir. Eso sí: en mayo habrá que rendir cuentas e incluso, quién sabe, dar explicaciones. El asunto es que esta vez sean para bien y que el tiempo de silencio dé al fin paso al de construcción.
«No tuve ninguna explicación de por qué no entraba en los planes de José Alberto», ha dicho, o respondido, Marco Camus a la Cadena Ser sobre su salida del Racing. Si el nuevo técnico verdiblanco ya dejó claro en una rueda de presa que a su juicio el canterano había jugado «lo que ha merecido» el cántabro, que ya es futbolista del Córdoba (a préstamo hasta final de temporada) ha contestado con contundencia.«Desde su llegada no he tenido ningún contacto ni ninguna conversación personal. Sólo hablé el día que me despedí, que entré al despacho. Más allá de esa conversación no tuve ninguna explicación de por qué no entraba en los planes», resumía el canterano en declaraciones a Radio Santander. Las afirmaciones de ambos protagonistas evidencian que la relación deportiva entre el técnico aturiano y el centrocampista formado en La Albericia no son las mejores, como ya dejaba entrever su ausencia en las alineaciones, por detrás incluso de otro canterano, Yeray, que aún en el Rayo le quitó el puesto en la banda.
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