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A las siete de la tarde llegaba a la tienda del Racing un burro con 24 camisetas y Sebastián Ceria. Eran las que habían portado los futbolistas del Racing en su victoria ante el líder. Se vendían a 111 euros, la misma cifra que años ... cumplía el club, y pese al precio la hinchada respondió. Antes de comenzar el choque ya había cinco reservadas, entre ellas la del propio Ceria (la de Íñigo Vicente): «Esta para el museo», decía tras pagar y hacerse la foto de rigor. Tras él, de uno en uno y mientras la tienda vivía un trasiego algo mayor de lo habitual, se fueron vendiendo una a una. La siguiente, la de Peque. Después, la de Álvaro Mantilla.
Solo había 24 disponibles y volaron. En el minuto 85 ya se habían reservado quince, y al terminar el compromiso ya se habían repartido 32 tickets. En el vestíbulo de la tienda avisaban. «Te puedo dar un número, pero no hay tantas camisetas. Si quieres cogerlo para esperar si hay gente que se ha ido...». Pocos o ninguno lo hicieron. Fuera, pese a la lluvia, esperaban pacientes quienes habían renunciado a ver el final del partido para recoger su trofeo, porque era necesario presentar el carné o una entrada del día.
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Sergio Herrero
Todo por una prenda de edición limitada y que además había portado uno de los protagonistas. Estaba previsto firmarlas, pero la lluvia lo desaconsejó. Para eso estuvo al quite uno de los responsables de marketing, Sergio Reigadas. «Si las firman ahora, mojadas, se van a estropear. Mejor que se las lleven, que se las firmamos cualquier otro día». Lavarlas o no, porque llegaban recién quitadas, será decisión de cada cual.
Así, en pocos minutos el burro estaba ya vacío. Más de 2.000 euros de recaudación en un momento que añadir a lo que seguía facturando la tienda. Había incluso quien, tras renunciar a las de los elegidos, preguntaba por el resto; por esas prendas de los 111 años en edición limitada que todavía se pueden comprar por 65 euros. Pero hay que encargarlas; en la propia tienda física o en la web.
Mientras, a no muchos metros pero en la zona opuesta del estadio, había quien esperaba la salida de los futbolistas para felicitarles por lo que era una victoria de autoestima y la mejor forma de conmemorar el cumpleaños. Un triunfo ante el líder que permite al Racing cambiar el chip, ya con la permanencia poco menos que asegurada, y comenzar a pensar en objetivos mayores. En el play off de ascenso.
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