Un último arreón por el 'Pichichi'

Es verdad que Peque pasa por su peor momento de la temporada, pero cualquier momento es bueno para coger la buena ola. Su sequía goleadora coincide con la mala racha -de cuatro partidos sin ganar y sólo dos puntos de doce- del Racing. Anotó aquel penalti, en el minuto 100, que dio la victoria a los verdiblancos en El Molinón.

Desde entonces, no ha vuelto a ser el mismo. De hecho, frente al Alcorcón, falló su primer penalti de esta campaña en Liga, tras ocho transformados consecutivos. Y Braithwaite ha aprovechado ese bajón del catalán para poner dos tantos más de distancia en la carrera por el 'Pichichi'. Los 17 del racinguista -en 36 partidos, 32 de ellos como titular- por los veinte -en 34 encuentros, 32 de ellos desde el inicio- del perico.

Peque acumula 310 minutos sin ver puerta en los últimos cuatro compromisos. Muy por encima de su media de tiempo que necesita para hacer gol, que anda por los 153. Una cifra que ha empeorado ligeramente con estos últimos registros y que ha permitido al danés ponerse por delante en materia de oportunismo. Braithwaite celebra un tanto cada 144 minutos.

Renqueante del golpe en Andorra, José Alberto tendrá que decidir si apuesta por él para ser titular. Pero disponible estará. Y el míster quiere recuperar la mejor versión del futbolista. Ayer, en la sesión matinal en La Albericia, ambos mantuvieron una larga charla mientras el equipo ensayaba jugadas de estrategia. El técnico sabe de la importancia del joven futbolista de L'Hospitalet.

En esta pugna se enfrentan dos jugadores totalmente opuestos. Un mediapunta contra un delantero. Una promesa de 21 años contra un veterano en mil batallas, a los 32. Para Peque, esta es su segunda temporada -casi la primera, porque en la anterior tuvo poco protagonismo- en el fútbol profesional. Braithwaite tiene 268 partidos en Primera División -entre Francia y España- y seis en Liga de Campeones; y ha anotado 64 goles en Liga y tres en la máxima competición continental. Además de 69 internacionalidades y diez goles con Dinamarca. Casi nada. Un jugador al que se le queda pequeña la categoría, como se espera que en un no muy lejano plazo le suceda a Peque.

En común tienen que ambos son los lanzadores principales de penas máximas de sus respectivos equipos. Peque ha anotado ocho goles desde el punto de penalti; otros tantos con el pie en jugada y uno de cabeza. Su contrincante ha transformado seis penas máximas; ha marcado nueve tantos con el pie; cuatro con la cabeza y uno de falta.

Lo de finalizar la temporada como máximo goleador no obsesiona al racinguista, aunque sí es un premio que ambiciona: «Tengo la ilusión de ser Pichichi, aunque no es una cosa que me importe demasiado», dijo hace semanas en rueda de prensa. El míster, José Alberto, también le dio una palmada en la espalda ante los micrófonos en forma de titular: «Peque va a quedar Pichichi», aseguró el entrenador a finales de marzo.

Lo que está claro es que, con lo que ha conseguido ya, ha superado de manera sobresaliente cualquier expectativa sobre el rendimiento del futbolista catalán a principio de temporada. Todo lo que consiga a partir de ahora, no hará más que agrandar una campaña de matricula de honor que incluso le puede llevar a los Juegos Olímpicos de París con la selección sub 21, aunque Santi Denia aún no le ha citado, pero siempre ha rondado la convocatoria a base de porrazos en la puerta.

Peque y Braithwaite no son los únicos en la carrera, aunque sí los más adelantados. En plena lucha por el ascenso, ya sea directo o través del play off, Racing y Espanyol dependen enormemente del acierto goleador de sus máximos artilleros. Pero por detrás hay otros futbolistas que aprietan. Algunos han aprovechado la sequía del verdiblanco para arrimarse a la segunda plaza de la clasificación. Es el caso de Jon Bautista, del Eibar, con 16 dianas. Y también de Forés, de un Villarreal B que se resiste a descender.

Lo importante es meter al Racing en la fase de ascenso a Primera División, pero esta lucha por el título de máximo goleador es un aliciente más para Peque. Y el equipo cántabro necesita recuperar la mejor versión del catalán. Mañana, ante el Elche, será un momento inmejorable para romper la mala racha de ambos.