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Cuatro partidos en los Campos de Sport. Dos empates y dos derrotas. Tres goles en contra. Cero a favor. Este miércoles es el día. No se puede dilatar más. A la quinta debe ir la vencida en casa para el Racing, que recibe esta noche ... al Zaragoza. Aunque sólo sea por probabilidad. Ya toca. Pero para ganar, hay que marcar. Da igual si entra como el pasado domingo. Centro de Mboula y remate en propia puerta del central. El equipo de Romo defiende bien y genera ocasiones. Sin embargo, este miércoles más que nunca, más valen goles que maña.
Con la resaca positiva del triunfo frente al Levante, el principal condicionante es el cansancio. Una semana con tres partidos pone a prueba el rutinario proceder de Guillermo Fernández Romo. No se lo pone fácil al míster para mantener –en lo posible por las bajas confirmadas– su once de cabecera. Especialmente en casos como el de Matheus Aiás, único delantero disponible de la primera plantilla, que terminó el choque en el Ciutat de Valencia con los gemelos en la nuca.
Ya lo anunció este martes el propio técnico. «Habrá futbolistas que jueguen por primera vez juntos en nuestro equipo sin lesiones graves de por medio». Eso abre la lotería. ¿Bobadilla en defensa? ¿Germán, junto a Rubén Alves? En el entramado defensivo, parece que lo idóneo es no tocar lo que funciona. Parera, en la portería;Pol Moreno y Rubén Alves, en el centro de la zaga; y Satrústegui– «poco se valora lo que está haciendo Eneko», dijo este martes el míster– en el lateral izquierdo son casi de obligatoria comparecencia. Los problemas se le acumulan al madrileño en el lateral derecho. El último ocupante de la plaza, el mediocentro Aritz Aldasoro, está sancionado tras su expulsión en Orriols. Álvaro Mantilla y Unai Medina siguen lesionados. Dani Fernández ya está recuperado y será titular, aunque lleva prácticamente un mes inédito.
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La sanción de Juergen Elitim por la surrealista expulsión ante el Levante le cambia el paso al entrenador. Pierde a su futbolista de perfil ofensivo. Aldasoro tampoco está, así que Fausto Tienza vuelve a la pareja hasta hace no tanto inseparable. No hay muchas más opciones donde rascar por aquí.
La línea de tres cuartos parece la más proclive a cambios en forma de rotación. ¿Una oportunidad para Alfon en el extremo derecho? Puede ser. Mboula aún parece en un momento de su evolución en que tres partidos consecutivos pueden pasarle factura y si el míster anuncia novedades, la del manchego puede ser perfecta. También se merece que le vean. Aunque otra opción, que no coincide con la de los «nuevos sistemas de relaciones» que tanto le gustan al míster, sería la de darle el flanco diestro del ataque a Marco Camus. O colocar al santanderino por la banda izquierda para dar descanso a Íñigo Vicente. Y, ¿Arturo Molina? El murciano siempre es comodín y puede actuar puesto de la línea de tres cuartos. Eso sí, Jorge Pombo parece inamovible en la mediapunta.
¿Jugar a 'falso nueve' con Peque en la delantera? Parece mucho más remoto, porque cambiaría por completo la filosofía del equipo verdiblanco y ese tipo de modificaciones abruptas al técnico madrileño no le molan demasiado. Sin embargo, el estado físico de Matheus Aiás, después de pegarse una paliza ante el Levante, no cierra esa posibilidad. Porque lo de meter a Ayoub Jabbari de titular sí que parece fuera de todas las quinielas.
Con todos estos condicionantes, el Racing se encuentra ante una situación similar a la del pasado domingo frente al Levante. Necesita ganar, eso siempre es así. Más aún para romper la sequía en casa de una vez. Y se ve las caras ante un rival llamado a pelear en la parte alta de la clasificación, pero se encuentran a la deriva por la zona baja. Tanto, que si los verdiblancos ganan hoy saldrán de los puestos de descenso y le harán el sorpaso a los aragoneses. El Racing ganó en Valencia y el técnico granota, Mehdi Nafti, fue destituido. Juan Carlos Carcedo también se la juega este miércoles en Santander.
Y con eso tiene que jugar también el conjunto cántabro, que como ya ha vivido cuatro derrotas consecutivas en este inicio de la competición, ahora que lleva ocho puntos en cinco encuentros y ha dejado en cuatro de ellos su portería a cero, lo vive con otra filosofía pese a seguir inmerso en la zona roja de la clasificación. Pero ese horrible arranque no dejan de ser comodines gastados. Porque perder este miércoles, en casa, le puede meter más en el agujero. Es pronto, sí, pero no se descuiden.
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La zaga racinguista, sólida en los últimos tiempos, viene de secar a dos veteranos de mil batallas futbolísticas que hace tiempo que perdieron la cuenta de los goles anotados a lo largo de su carrera como Rubén Castro y Roberto Soldado. Hoy le tocará bregar con un jugador de otro tipo. Joven, pero también peligrosísimo. Giuliano Simeone, hijo del entrenador del Atlético de Madrid, es el hombre diferencial del Zaragoza. Sobre el que tendrá que centrar muchos de los esfuerzos el equipo de Guillermo Fernández Romo, aunque el conjunto aragonés tiene bastantes más argumentos a los que, en este defectuoso inicio de temporada no ha sabido sacarles partido.
De momento, a la espera de que su equipo sea capaz de meter algún gol por fin en El Sardinero, tratará de marcar primero en la previa del encuentro. Por eso, se ha citado a las 19.13 horas (para hacerlo coincidir con el año de creación del club) en la zona este de los Campos de Sport para esperar a los equipos. A los maños, para meterles presión. A los verdiblancos, para darles aliento. Todo cuenta. Sobre todo si es para sumar, porque por culpa de los que se empeñaron en restar los días del Oviedo y del Málaga el choque de hoy ha sido declarado de Alto Riesgo y habrá más controles de los habitualmente necesarios en los accesos al estadio.
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