«He venido pensando que voy a estar mucho tiempo aquí»

–¿Ha tenido tiempo de asimilar la situación?

–Bendito caos. Cuando estás muy tranquilo y en casa, echas de menos esto. El inicio siempre es difícil. Ha sido todo muy rápido. A mí me llaman por la mañana y a las seis de la tarde estoy viniendo de Valencia. Llego aquí muy tarde de madrugada y tengo que preparar el entrenamiento del equipo, la rueda de prensa... Al día siguiente, salgo del hotel y vamos de viaje. Al siguiente, jugamos. El fin de semana es un poco inhábil para ciertas cosas, de intendencia, de buscar piso. Pero bueno, contento. El aterrizaje ha sido bueno. Sobre todo por cómo he visto al equipo y el entorno. Ahora se trata de darle fuerte, pelearlo. Como el lema: 'Prohibido rendirse'.

–Ha hecho una definición de lo que se llama salir de la zona de confort, pero coger a este Racing puede parecer un auténtico marrón.

–Hay varios aspectos. El primero, y por encima de todo, es el Racing. Es un equipo importantísimo en el panorama nacional, con una afición maravillosa, una ciudad espectacular, un club en crecimiento, que es una pena que haya estado tanto tiempo fuera del fútbol profesional. Todos lo consideramos un equipo con mucho futuro y seguro que va a volver a ser ese Racing. Segundo, para mí entrenar es una pasión y, evidentemente, estoy haciendo lo que me gusta en un sitio inmejorable. Y tercero, creo que el equipo tiene posibilidades. Ha tenido muy mala suerte y cuando vienes es porque estás convencido de que todo el mundo va a sumar. No sabemos cómo va a salir, pero vengo con toda la ilusión. Es difícil, pero hemos empezado dando un buen primer paso y ahora debemos dar muchos pasos más para lograr el objetivo. Ya tenemos en la cabeza el Sporting.

–Escuchándole, parece que le habría gustado que le llamasen en noviembre, tras la destitución de Iván Ania.

–Sinceramente, me habría gustado en junio. A todos nos gusta empezar el proyecto, formar parte de las decisiones, de la preparación... Pero está claro también que con el equipo recién ascendido, con Iván haciendo un buen trabajo... Luego el club decide contratar a Cristóbal, que es otro gran técnico, que también ha hecho un gran trabajo. Me han llamado cuando han entendido que tenían que llamarme. Cuanto más tiempo, evidentemente más opciones. Igual llego antes y la liamos más. Igual soy yo el segundo en vez del tercero.

–Si esto no sale bien, ¿teme que le pueda restar en su caché como técnico?

–No lo contemplo. Todos miramos por lo nuestro, pero lo importante ahora es el Racing. Yo estoy centrado en lograr el objetivo de ganar al Sporting (este domingo, día 16, a las 18.15 horas, en los Campos de Sport del Sardinero). He venido convencido de que iba a ser bueno para todos. Lo valoraremos cuando haya acabado.

–Usted el alfarero y la plantilla es el barro, ¿qué le parece la materia prima que tiene entre manos?

–Si no hubiese visto que ese barro es moldeable para sacarle un jarrón o un elemento bonito, no habría venido. Es verdad que hasta que no te pones y conoces... Puede tener un buen lejos y de cerca te cambia el panorama. En este caso, me he encontrado una plantilla unida, receptiva, viva, con ganas, responsable... Ese ya es un buen punto de partida. Como todas las plantillas, es susceptible de ser mejorada, pero creo que ésta ha tenido muy mala suerte. No creo que sea tan mala como refleja la clasificación. Entiendo que todas las valoraciones son por los resultados. No se trata de buscar culpables. Se trata de sacar la mejor versión, que hasta ahora no se ha dado por las circunstancias que sean. Pero me parece una plantilla compensada, competitiva, con opciones... Con carencias, pero cuyo rendimiento y resultados ha estado muy por debajo del cómputo general del equipo.

–Hay una ficha libre y remanente económico ¿Se va a mejorar la plantilla?

–Tenemos que hablarlo. El mercado es complicado. Si nos ofreciera algo que pueda aumentar el nivel competitivo, estoy seguro de que el club haría el esfuerzo. La posibilidad existe. No digo que vayamos a hacerlo ni tampoco que no vamos a buscar. La pregunta es más para el director deportivo. No es algo que me preocupe. Tengo lo que tengo. Ahora mismo hablo más con Chuti –Molina– que con mi mujer. Tampoco un futbolista cambiaría la cara de lo que queremos ni daría un salto tan cualitativo para volvernos locos.

–El equipo llevaba 77 días sin ganar y 327 sin hacerlo fuera de casa. Ha sido llegar y besar el santo ¿Quitar esa losa era lo más difícil?

–Sí, pero el que piense que he cambiado algo para que esto sea mérito mío no conoce esto. Con dos sesiones... Lo han cambiado los futbolistas, que quizá han cambiado la mentalidad. Yo me he aprovechado del trabajo de los anteriores entrenadores y en algunas cosas les he dado continuidad y en otras he modificado un poquito. Era necesario, porque en el fútbol vives del resultado, no de las sensaciones. El equipo necesitaba un impulso, un refuerzo. Llevaba mucho castigo... El día del Cádiz, del Fuenlabrada, de Las Palmas... Son demasiados golpes anímicos duros. La ola buena hay que mantenerla, porque creo que el fútbol, y más está categoría, es de dinámicas, y la mala hay que romperla rápidamente y hemos tenido la suerte de hacerlo. Han sido los futbolistas. Ahora hay que darle continuidad.

–Vendría en el coche desde Valencia pensando en cambiar cosas y, al final, en Almería prácticamente dio continuidad a lo anterior.

–Sí que vine todo el viaje dándole vueltas. Es esa sensación de que este equipo está creado para esa formación y si dos entrenadores han probado esto y no ha funcionado, a veces hay que girar sólo por el hecho de cambiar cosas. Pero es verdad también que sólo tenía dos sesiones. Si yo cambio y las sensaciones son malas, el futbolista va a decir: 'Esto es un desastre. Ya ni cambiando'. La gente de fuera va a decir: 'Es que no valen para nada'. Habría sido mucho peor. Decidí reforzar las muchas cosas que se habían hecho bien y matizar. En cuanto a formación, mucha gente no se percató de que en Almería, en fase defensiva, no fue 4-2-3-1 sino 4-1-4-1, incluso a veces pasó a ser un 4-4-2, pero estos son matices.

–En su presentación habló de la posibilidad de poner tres centrales, algo que hacía Nando Yosu cuando le tocó salvar al equipo en varias ocasiones.

–Nando era un hombre muy querido y me gustaría emular una cuarta parte de lo que él ha hecho. Jugar con tres centrales no te hace más defensivo. Y jugar con tres puntas, no te hace más ofensivo. Depende de como lo evoluciones. Después de que los matices funcionasen en Almería, no sé si la gente entendería ahora ese cambio. Es una bala que tengo y que creo que nos puede funcionar. Fernando Vázquez llegó al Deportivo, que es un ejemplo en el que nos podemos mirar, puso tres centrales y le ha ido muy bien. No cierro la puerta, pero el otro día el funcionamiento fue bueno y se puede crecer matizando cosas.

–Entre esos matices, Cejudo tiene más importancia en la fase de creación.

–Sí. Es un hombre que, incluso en algún momento, irá más atrás. En algún momento puede ser un mediocentro perfectamente. Le da fútbol al equipo. Pero tenemos otros jugadores también. El domingo no va a estar Cejudo y no me da miedo. Mario juega muy bien al fútbol. Sergio me parece un futbolista de mucho nivel. Ritchie y Dani, teniendo otras virtudes, le dan continuidad al juego. No me preocupa tanto la creación, sino ser contundente en las áreas.

–En Almería, las bandas contaron con futbolistas de más trabajo.

–El fútbol se forma de once. Por eso hay que hablar con nombres e intentar buscar equilibrio ofensivo y defensivo. Está claro que Yoda, que ya no está, Enzo o el propio Papu, tienen desequilibrio, muy buen uno contra uno, talento, calidad, son importantes para el equipo y hay que meterlos en la dinámica de trabajo. El otro día es verdad que no teníamos a ciertos jugadores y los que actuaron nos dieron una gran capacidad de trabajo. El equipo supo estar compacto y eso fue una base para lograr la victoria. Pero también tuvimos desequilibrio. En momentos buscaremos jugadores más talentosos y en otros buscaremos futbolistas que te den más ayuda defensiva.

–Lleva el Racing meses buscando delantero y Barral sigue aquí ¿A usted le sirve?

–Sí. Me sirven todos, pero Barral, ¿cómo no me va a servir? El otro día hablé con él y le dije: 'No vas a venir. Pero no vas a venir porque entiendo que este partido, con estas circunstancias...'. Pero también le dije que parte con una cierta ventaja, entre comillas, porque de David me hablaba mi amigo Manolo Preciado, que en paz descanse. Un fenómeno. Para mí, una referencia a todos los niveles y viene un partido más que especial para recordarlo, porque donde más se le quiere es en su tierruca y en Gijón, con todo lo que hizo allí. Manolo me hablaba de David en las cosas buenas y en las menos buenas. Puede haber perdido por la edad, pero está como un tiro. ¿Cómo no le voy a aprovechar? No está desahuciado. Voy a intentar sacarle partido a todos. Pero tengo a David, al otro David, a Guillermo, a Jon, que ahora está lesionado, la posibilidad de poner otros jugadores que pueden jugar de punta como Borja o Enzo. Tengo mucho donde elegir. Igual que la gente de la cantera. Cómo voy a desechar un jugador que lleva 18 goles. Es Tercera y hay que ver el salto, no sé si es el momento. Pero yo voy a observar y cuidar a todos y tomar decisiones, que es para lo que me pagan.

–En el mercado invernal, con la salida de Yoda, y las llegadas que ha habido, ¿el equipo ha empeorado o mejorado?

–Lo anterior no lo voy a valorar. Yoda es un buen jugador. Sus números están ahí, pero ya no lo tengo. Me interesa cero Yoda, con todo mi cariño. Le deseo que le vaya muy bien, pero ahora tengo a Borja, a Papu, a Nando, a Enzo, muchos y buenos donde elegir y a esos es a los que tengo que intentar sacarles partido. Las valoraciones son al final. No he participado de estas decisiones. Los que estaban han tomado las decisiones que creen que eran mejores para el equipo y a mí me toca tomar decisiones con los que tengo. Creo que es buen barro para sacarle cositas.

–A partir de junio, ¿se ve en el Racing?

–He venido pensando que voy a estar mucho tiempo en el Racing, que me voy a traer a mi familia, quiero disfrutar aquí... Pero no me lo planteo. Sólo pienso en el partido del Sporting. Cuando acabe, valoraremos todo: el contexto en el que hayamos quedado, la situación del club, la mía...

–Socialmente, a su llegada al club había un ambiente enrarecido ¿Es consciente?

–Te pones al día rápidamente. Me siento al margen. Entiendo las situaciones. El nivel de exigencia en este club es equivalente al de grandeza del club. Los resultados están ahí. La tendencia es a buscar culpables cuando las cosas no van bien. También en las victorias se suelen buscar artífices. Como solía decir alguien que ahora no recuerdo, la victoria tiene muchos padres y la derrota es huérfana. Siempre hay que señalar hacia alguien. En el fútbol hay tendencia en señalar al entrenador. Ya han caído dos. Se señala al director deportivo. Se señala al palco. Al final somos los que tomamos decisiones. Hay mucha ansiedad. No aquí, en general.

–¿Le preocupa que vuelva ese mal ambiente?

–Hay que convivir con ello. Vengo condicionado por el contexto. Solamente me he encontrado con gente que me da las gracias o que me pide que sigamos. Hay que hacerle ver a todo le mundo que no debe haber fractura. Hay que intentar hacer la pelota más grande y entonces esto va a ser un cañón, todos remando en la misma dirección. Este es un sitio muy grande y va a costar ganar aquí. Si no sumamos es peor. Los resultado ayudan a ver las cosas de otra manera. Prohibido rendirse no es sólo una frase. Yo le pido a todo el mundo unidad, unión, todos juntos somos fuertes, que todo el mundo crea. Que nos ayuden. Los protagonistas son los futbolistas, pero os necesitamos a vosotros, que generéis opinión y la afición, que nos ayude.

–Han caído dos entrenadores, y el entorno no les ha señalado a ellos.

–No voy a tirar piedras contra mi tejado. No debería ser normal, pero los entrenadores han caído por los resultados. A mí me ha pasado en alguna ocasión. Soy el mismo en la derrota y en la victoria. Yo tengo que hacer lo que esté en mi mano. Hay cosas que no dependen de uno. El fútbol esta montado así. Hay veces que cambiar al entrenador puede ser. Hay veces que necesitas un cambio de dirección, un cambio de algo, un cambio de funcionamiento aunque sepas que el que está lo está haciendo bien.

–¿Cómo está siendo la relación con Chuti Molina en sus primeros días aquí?

–Lo conocía, porque somos dos hombres de fútbol. No había hablado con él. Lo conocí en un momento en que se portó muy bien conmigo, en un momento de tensión cuando yo estaba en el Recre. Él estaba en el Betis. Ahora que lo conozco, le veo como una persona con un trato muy cercano, que me está ayudando, que conoce perfectamente la categoría, que me da información... Ahora es muy directa y cercana la relación.

–Cuando despiden a un entrenador se hace bromas con el 'Suena Míchel', pero el 'Suena Oltra' también se había hecho habitual.

–Tenía ganas de entrenar. Me apasiona. He sonado en varios sitios, pero no me había llamado nadie. Es la vez que más tiempo he estado sin entrenar. He estado activo y haciendo charlas. Me apetecía volver al campo, al verde. He aprovechado para formarme. Es normal que salga el nombre, porque son 400 partidos; he vivido todas las situaciones y de todos los colores, conozco la categoría. Comentaba los partidos en televisión y eso me da un plus. El Racing es el primero que me ha llamado.

–El pasado domingo estuvo viendo al filial, ¿qué le pareció?

–No quiero ser demagogo. La cantera tiene que llamar a la puerta. El filial está en Tercera y nosotros estamos en Segunda. Hay que ver si es el momento. Vi cosas interesantes. Marco Asensio debuta el año que estoy yo en Mallorca. Yo tuve la suerte de estar allí. No le hice debutar yo, tenía talento. Vi que iba a ser jugador de Primera, pero si alguien me dice que va a jugar en el Real Madrid y la selección igual le digo que cambie de camello. No me habría mojado. Venía de jugar en el juvenil. Tenía capacidad, pero ¿tanta? Depende de aprovechar la oportunidad y de salir en el momento justo. No voy a decir de cara a fuera que voy a contar con la cantera, ni tampoco que no voy a contar.