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Su segunda victoria consecutiva en seis días deja al Racing virtualmente en Segunda División. No solo han descendido matemáticamente al Ibiza, que por otra parte estaba ya desahuciado. Los verdiblancos han inyectado presión al Málaga, ahora a ocho puntos (y con un partido menos) cuando ... les restan quince por disputar. Los malaguistas están obligados a ganar al Huesca si no quieren que los racinguistas sean ya prácticamente inalcanzables. Pero incluso en caso de victoria malagueña el paso adelante es enorme, porque el triunfo de este viernes garantiza, cuando menos, mantener inmutable la renta, pero con una jornada menos para el final de la competición.
Además, con sus tres nuevos puntos el Racing supera provisionalmente al Sporting (dos puntos menos), Leganés y Villarreal B (uno), con lo que un tropiezo de cualquiera de ellos intercalaría nuevos equipos entre los andaluces, que marcan la frontera del descenso, y los cántabros.
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Además, el Málaga se enfrenta al Huesca en un partido del que de uno u otro modo los de José Alberto López saldrán beneficiados. El resultado óptimo es una victoria oscense, pero un triunfo malaguista permitiría al Racing alcanzar al Huesca y meter a otro equipo en la lucha por la permanencia. Cuantos más rivales en liza y más se comprima la lucha, menos posibilidades de descenso existen. Un empate, por otra parte, dejaría la renta verdiblanca en siete puntos y al Huesca a tiro, a uno solo.
Tras la cita inaugural de la jornada, la Ponferradina, que recibe mañana al Real Oviedo, está ya a once puntos y puede sumar un máximo de quince. Así, el Racing puede dar por descartado –aunque no sea matemático– que la Ponfe le alcance, y en consecuencia, solo queda una plaza de descenso por adjudicar, o al menos una que afecte a los verdiblancos.
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Todo después de un partido que deja al Racing en una situación óptima tanto por clasificación como por puntos. Los seis que ha sumado de forma consecutiva le han permitido alcanzar al grupo formado por Sporting, Villarreal, Leganés, Huesca y Tenerife. Con los dos enfrentamientos directos por la permanencia que depara esta jornada (el citado Málaga-Huesca y el Tenerife-Leganés) es imposible que todos ellos ganen, de modo que ocurra lo que ocurra no solo habrá mantenido o incrementado su ventaja, sino que progresará puestos en la clasificación, de modo que habrá equipos intercalados entre la última plaza de descenso, que, ocurra lo que ocurra, seguirá ocupando el Málaga, y los verdiblancos.
En consecuencia, y con la prudencia de que no sea tdoavía matemática, el Racing ya tiene la permanencia al alcance de la mano. Con cuatro partidos por delante y un calendario exigente, pero con la excepción de la visita el 14 de mayo de uno de los mejores equipos de la categoría, un Eibar que lidera la Segunda División, el resto de sus adversarios no tienen demasiado en juego. De hecho, lo más probable es que Real Oviedo y Cartagena, los equipos a los que deberán enfrentarse los cántabros en las dos últimas jornadas, las de horario unificado, ya no se jueguen nada para ese momento, sin opciones matemáticas de play off de ascenso en un caso y sin riesgo de descenso en el otro.
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