Cristina Bucsa ya tiene su bronce

Si Cantabria fuese una delegación olímpica en estos Juegos de París 2024, ya llevaría dos medallas. Más que muchos países que no han rascado, y muchos ni rascarán, podio alguno en estos Juegos. Al gran oro de Diego Botín, junto a Florian Trittel, en 49er el pasado viernes, este domingo le tocó el turno a Cristina Bucsa. Junto a la valenciana Sara Sorribes, se desquitaron de la mejor manera posible de su derrota en semifinales del dobles femenino. Bronce. En un partido sencillamente soberbio ante las checas Karolina Muchova y Linda Noskova, se llevaron la victoria por un doble 2-6. La decimocuarta medalla olímpica para el tenis patrio. Yla primera de la torrelaveguense en sus primeros Juegos. Debut y medalla. Ahí queda eso.

Los deportistas que se han visto en una de estas dicen que tras perder unas semifinales hay que pensar inmediatamente en que queda una medalla en juego. Quien antes lo haga, quien antes rumie la decepción de la semifinal, tendrá mucho de ese bronce ganado. Y parece que Bucsa y Sorribes, además de ser una pareja –por ranking– mucho mejor que las centroeuropeas, masticaron pronto su decepción ante las neutrales –rusas– Andreeva y Shnaider. Empezaron sacando las checas, por medio de Noskova. Y el primer punto del encuentro fue de la cántabra. Un cruce en la red era el 0-15. Con 30-40. era Sorribes la que se cruzaba en la red para amarrar el primer break del partido.

La valenciana ganaba su servicio para consolidar la rotura. Por ahí, los buenos aficionados al tenis ya intuían algo. Porque las caras de las checas eran un poema. Gesto muy serio. Como si estuviesen incómodas en la pista. Con saque de Muchova, las checas sufrieron para ganarlo y poner el 1-2. Bucsa, tan tranquila, cerraba el primer turno de saque con un gran servicio que no podían restar las checas. El 1-3.

Noskova se resarcía de la pérdida del primer juego. Las checas ganaban el quinto. Poco podían imaginar que no iban a hacder más en esa primera manga. Con 40-15, un globo espectacular de Sorribes lo mandaba fuera Muchova para el 2-4. Las españolas demolieron en la red a la checa en el siguiente juego. Primero Bucsa, luego Sorribes y de nuevo Bucsa, colocaban un 0-40. YMuchova, con una doble falta, ponía otro break en la cuenta. El 2-5. El primer set estaba a punto.

Sacaba Bucsa para amarrar la primera manga. Y de nuevo fue un juego plácido para las españolas. Con 40-15 llegaban las primeras bolas de set. Noskova aprovechaba una pequeña descoordinación de las españolas –si acaso, casi la única que hubo– para salvar la primera. Pero Muchova se encargó de hacer buena la segunda. Su golpe se fue fuera. En 31 minutos de juego, el 2-6.  Parecía que el partido estaba más que encarrilado para la pareja española.

Ni el pequeño descanso entre los dos sets, con ambas parejas ausentándose un rato a los vestuarios, sirvió para cambiar la dinámica del partido. Porque las checas seguían con el morro torcido. Y más que lo tuvieron tras el primer juego. Sacaba Noskova y parecía que con 40-15, por fin, se iban a poner por delante por primera vez en el partido. Pero un voleón portentoso de la torrelaveguense en la red –estuvo soberbia en este apartado durante todo el partido–, más un fallo de Noskova tras un globo de la cántabra, hacían el iguales. Tras otro deuce, Noskova se erigió de nuevo en 'protagonista' para la dupla checa. Primero una doble falta significaba la primera bola de break en contra. Yen el punto, siguiente, estrelló la pelota en la red. 0-1 para las españolas, al igual que empezó el primer set. La cosa no podía pintar mejor porque, aparte de la ventaja en el marcador, el juego podía suponer un mazazo psicológico de proporciones bíblicas para las checas.

Sorribes, muy sólida con su servicio, amarraba el 0-2. Muchova se las prometía muy felies cuando con su saque, mandaba por 30-0. Pero una derecha de Sorribes y una extraordinaria defensa de Bucsa en la red igualaban el juego a 30. A Muchova se le encogió el brazo y se marcó una doble falta en el peor momento. Con bola de break, Bucsa cruzaba la bola para que Noskova, en la red, mandase la bola fuera. Otro break que suponía el 0-3. Las medallas de bronce empezaban a sacar billete para venirse a España.

A Muchova y Noskova no les quedaba otra que espabilar y jugar mucho más ofensivo si no querían que el set, el partido y la medalla volasen demasiado pronto. Y con ese 0-3 abajo llegó su pequeña reacción, más corajuda que hecha de un tenis de más calidad. Con Bucsa al saque, Muchova se echó la pareja a la espalda y puso un 15-40 en el marcador. La cántabra salvó la primera bola de rotura con una derecha ganadora, pero Muchova sacó la suya de paseo para mandar la bola al pasillo de dobles y conseguir el break para las checas. Era el primero. Y también fue el último.

Noskova, más dubitativa que su compañera, se contagió de ese extra de ánimo que les pegó a las checas. Y ganó su servicio para el 2-3. De nuevo Sorribes, una roca con el saque de España, ponía tranquilidad en el partido para el 2-4, con un último punto en el que fue clave el trabajo en la red de la torrelaveguense.

El séptimo juego fue quizá el más bonito de todos. A las checas les iba la vida en ello. Comenzaron mandando las centroeuropeas, con Muchova al servicio. Pero un globo profundísimo de Sorribes y un tiro al cuerpo de Noskova por parte de Cristina Bucsa subían el 15-30. Tras un punto larguísimo, Muchova estrelló la bola en la red. Otros dos puntos de break para las españolas. Las checas salvaron uno, pero no el segundo. Muchova y Bucsa intercambiaron pelotazos durante bastante rato, hasta qaue la checa envió fuera el último de los suyos. Con 2-5, faltaba solo un juego para una medalla de bronce olímpica.

Sacaba la torrelaveguense para ganar una medalla en unos Juegos. Y entre aciertos de Sara Sorribes y errores de Karolina Muchova, se llegó al 40-15. Dos puntos de set, de partido y de bronce olímpico. Con uno valió. Sara Sorribes cruzó su raqueta para darle el punto a la pareja española y conseguir la decimocuarta medalla para España en unos Juegos Olímpicos.

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