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manuel sánchez
Domingo, 30 de octubre 2016, 14:43
Sin un Grand Slam en su currículum. Con siete títulos en su carrera y tan sólo una final de Grand Slam en su vida deportiva, Dominika Cibulkova sorprendió a propios extraños y se coronó como la maestra del tenis femenino en 2016. Y no fue ... fácil. Es cierto que Serena Williams no estaba en competición y que solamente Angelique Kerber, Garbiñe Muguruza y Svetlana Kuznetsova habían saboreado lo que era ganar un major, pero no se puede restar mérito al grandísimo torneo de la eslovaca.
Pese a que Kerber tenía un punto moral antes del partido debido a que ya derrotó a Cibulkova en el primer encuentro del round robin, la final no tuvo nada que ver con aquella victoria en tres sets para la alemana. Cibulkova fue por delante durante todo el encuentro. En ningún momento perdió su hoja de ruta. Anuló el juego de Kerber aupándose en una gran derecha que dominó la pista y enmudeció a las voces que ya daban la victoria antes del partido a la alemana. De ahí el reflejo en las estadísticas, donde la eslovaca dobló en golpes ganadores (28) a la alemana (14). Cogió carrerilla Cibulkova y rápidamente se hizo con la rotura inicial. Con 3-0 en contra parecía lógico que la reacción de Kerber llegase tarde o temprano. Pero no estaba cómoda la alemana. El juego de Kerber fue más defensivo de lo normal y se salió de sus esquemas. La cuadriculada estrategia germana se derrumbó y pese a que consiguió recuperar ese break inicial, el partido había tomado un rumbo muy turbio para la número uno.
Desde ese 3-2 en contra, Kerber sólo ganó un juego más en ese set y lo cedió por 6-3. Quizá se podía pensar que la cabeza o los nervios de conseguir su primer gran título podían traicionar a Cibulkova, pero nada más lejos de la realidad. La eslovaca se mantuvo firme al saque y esperó su oportunidad al resto que llegó en el séptimo juego. Cibulkova rompió el saque de Kerber y puso la directa hacia el título. Aunque no sin sufrir un poco. Hasta cuatro puntos de partido necesitó la actual número ocho del mundo para sacar de la pista a una correosa Kerber, que a base de golpes defensivos aún tuvo alguna ligera oportunidad de romper el saque de Cibulkova y alargar la final.
Esta Copa de Maestras es el torneo más importante en la vida de Cibulkova, quien lo más cerca que estuvo de la gloria fue en la final de Australia 2014, cuando cayó con la china Na-Li. Esta victoria permite a la eslovaca embolsarse 1.900.000 dólares (1.720.000 euros) y 1.000 puntos que la colocan como la quinta mejor jugadora del mundo.
Por su parte, Angelique Kerber cierra con esta final un año de escándalo en el que ha conquistado sus dos primeros Grand Slam en Australia y Nueva York, además de arrebatar a Serena Williams el trono mundial de la WTA y coronarse como número uno. De esta manera, Kerber pierde la oportunidad de suceder a Steffi Graff como la última alemana que ha conquistado la Copa de Maestras.
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