Wawrinka no le dura un suspiro a Nadal

En una hora y nueve minutos, el español pasó por encima del desdibujado suizo. El número 34 del mundo, lastrado por las lesiones en las últimas temporadas, parecía retornar poco a poco a un estado de forma y de tenis que se le resiste desde hace meses. El triunfo en la anterior ronda ante Kei Nishikori le daban galones para intentar asustar a Nadal.

No en vano el revés del helvético gana velocidad con la altura de Madrid. Sin embargo, pese a un inicio que hizo presagiar un carrusel de tiros ganadores del de Lausana, Nadal apaciguó a la bestia y le infligió una dura derrota. De las más amplias que se recuerdan en esta larga rivalidad, solo comparable al Masters de Shanghai 2015, cuando Nadal solo cedió tres juegos.

Y es que aunque Wawrinka conectó al inicio de partido seis golpes ganadores por ninguno del balear, los tiros no se tradujeron en juegos. El chispazo que era encontrar el hueco para dañar a Nadal no era correspondido con una solidez posterior. Era un martillazo contra un muro de hormigón armado. Un picotazo en el metal. Se notaba, pero no dolía.

Por eso cuando el de Manacor le hizo un parcial de 20 puntos ganados y solo cuatro perdidos y se apuntó el primer set por 6-1, el metal aplastó al mosquito.

La figura de un alicaído Wawrinka comenzó a pulular sobre la pista y a cuestionarse un planteamiento que carecía de plan B. El suizo se seguía montando sobre la bola e intentando romper por fuerza la resistencia del español, pero el pupilo de Carlos Moyá venía de dos enfrentamientos ante pura potencia y sabía lidiar con ello.

Felix Auger-Aliassime y Frances Tiafoe representaban una nueva estirpe de jugador basado en el golpeo duro y en la victoria por arrase. Wawrinka es de otra época, pero la falta de confianza ocasionada por la lesión en la rodilla aún le pasa factura.

Los más de veinte errores no forzados del suizo, mientras que el balear apenas se acercó a cinco aumentaron las diferencias de un Nadal que cada vez está más entonado y de un Wawrinka que no se acerca a su mejor nivel.

Aunque el segundo set fue algo más complicado, sobre todo por las oportunidades de rotura desperdiciadas por Nadal, el partid nunca corrió peligro y terminó en las garras del español que este sábado disputará las semifinales del torneo. Las quintas de la temporada, buscando su segunda final, ya que cayó en Barcelona y Montecarlo, no se pudo presentar por lesión a las de Indian Wells y ganó las de Australia.

Su rival será el griego Stefanos Tsitsipas, que se deshizo del campeón el año pasado, el alemán Alexander Zverev (7-5, 3-6 y 6-2). Será el cuarto enfrentamiento entre ambos. Todos se han saldado con victoria para Nadal incluido el último en las semifinales del Abierto de Australia.

La segunda semifinal la disputarán el serbio Novak Djokovic y el austríaco Dominic Thiem, mientras que la final femenina la jugarán la rumana Simona Halep, que de ganar subirá al número uno del mundo, y la holandesa Kiki Bertens.