Bucsa cae ante una arrolladora Swiatek

El partido arrancó con bastante retraso, condicionado por el programa anterior y la lluvia que volvía a amenazar el Melbourne Park. La polaca comenzó arrolladora y se llevó la primera manga con un rosco en solo 23 minutos ante una Cristina Bucsa que muy fría y quizá algo nerviosa arrancaba como ha sido su tónica en Australia: floja en la primera manga. Demasiadas pelotas a la cinta ante los duros golpes de Swiatek. Había margen para volver al partido, pero en esta ocasión jugaba además ante la cabeza de serie y solo con valentía no se la puede ganar.

La del Besaya trató de defenderse y salvó cuatro pelotas de break de las siete que tuvo Swiatek, pero no se pudo anotar ni un solo juego. La polaca arriesgaba mucho con su primer servicio, con lo que pese a sumar un solo punto directo amarró de tal manera su saque que no dio opción a una Bucsa que solo ganó seis puntos en toda la primera manga. Está acostumbrada a remontar, pero esta vez tenía en frente a la mejor, una Swiatek que enlaza su gran 2022, cuando se llevó dos Grand Slam, con unos primeros pasos muy firmes en Australia.

Había que cambiar de táctica. Muy ofensiva en el segundo set, al arrancar se colocó rápido con 0-30 con servicio de la polaca, que cortó la racha con un ace y un buen resto para igualar el juego. Una pelota a la cinta dio a la número uno mundial, que demostraba saber también defenderse, el primer juego, pero ya se veían otras cosas sobre la pista.

Se llegó al duce en el segundo, en el que la cántabra ya mostraba muchos más recursos, pero Swiatek se las arreglaba para neutrilizar todos ellos y de nuevo una pelota en la cinta le daba el 2-0 en la segunda manga. Si subía a la red, le echaba la bola a los pies. Si trataba de asegurar el punto, la hacía correr por la pista. Y si no, esperaba el error no forzado.

El tercer juego se lo llevó la polaca en blanco y en el cuarto la española se llevó el aplauso del público, empático ante el correctivo que se estaba llevando de la número uno mundial, al conseguir su primer y único ace. Pero tras el intento de reacción estaba ya fuera del partido: solo trece puntos ganadores en todo el duelo. Swiatek, muy concentrada, no concedía una sola facilidad. Y a Bucsa ya no le salía nada.

Al menos pudo llevarse el juego del honor, ya con 5-0, sin presión y con el público apoyando a una trabajadora del tenis que merecía esa pequeña recompensa. Ni eso concedía la polaca, que con 40-0 salvó dos bolas de break, pero la Margaret Court pudo aplaudir el juego para la española antes de que la polaca sentenciara. Un error no forzado daba a a Iga Swiatek la victoria en su primera pelota de partido mientras la española salía aplaudida por la grada, comenzando por su padre Iván.

La que ya es la quinta mejor jugadora española según la clasificación de la WTA sale sin embargo de la pista Margaret Court con el orgullo intacto tras caer nada menos que ante la líder mundial y vigente campeona de Roland Garros y el US Open. Así lo había deparado el sorteo, cortando a priori las posibilidades de la cántabra, que aun así ha firmnado su mejor actuación de su carrera en un Grand Slam, pero dándole a la vez la oportunidad de jugar ante la número uno de la WTA e irrumpir definitivamente en la élite del tenis.

Pese a su derrota, Bucsa sale muy reforzada del Melbourne Park, al margen de lo que ocurra en la competición de dobles en la que debutará en tan solo unas horas. En 2021 comenzó a asomarse a la élite y el año pasado entró en el cuadro final de tres Grand Slam, sumó su primer torneo de dobles y fue convocada por primera vez con España para la Copa Billie Jean King, aunque no llegó a debutar. Una progresión que le permitió llegar a Australia como la 102 del mundo, al borde del objetivo que se había marcado para el año pasado.

Este mes de enero, sus tres victorias en la fase previa sin ceder ningún set la ascendieron al número 100 de la WTA, y ya convertida desde el pasado lunes en top 100 mundial ha superado dos eliminatorias del Open de Australia. Solo una vez, el año pasado en Estados Unidos, había ganado un partido de Grand Slam, y ahora arroja un balance de tres victorias y cinco derrotas en sus cinco participaciones en los grandes torneos. Ya es la quinta mejor jugadora española y está muy cerca de Garbiñe Muguruza, eliminada en la primera ronda en el Melbourne Park.

Una vez fuera del cuadro individual, la española aspira a romper otro techo temporal en los dobles. Debutará hoyjunto a la japonesa Makoto Ninomiya (Hiroshima, 28 de mayor de 1984), número 48 del mundo en dobles (Bucsa es la 85) y sin ranquear en la clsasificación individual.

Sus adversarias, la kazaja Yelena Putintseva y la estadounidense Sofia Kenin, una pareja que ya sabe lo que es ganar un título oficial y que se plantea cono un sólido rival en esta primera eliminatoria.

Busca se proclamó en septiembre subcampeona del ATA de Portoroz formando pareja con la checa Tereza Mihalíková y ganó el pasado mes de diciembre su primr 125K Series en Andorra, donde formó equipo con la polaca Weronika Falkowska y derrotó en la final a las rusas Anastasia Zakharova y Angelina Gabueva.

Cristina Bucsa se despide del cuadro individual, que no de Australia, con cinco victorias (tres en la fase previa y una derrota). Tras un primer partido que solventó con comodidad (6-4 y 6-0 frente a McPhee), en el segundo duelo a punto estuvo de quedarse sin competir en el cuadro final. Hasta doce pelotas de partido tuvo la japonesa Nao Hibino tras ganar el primer set, pero la cántabra se impuso en el tie break para llevarse la eliminatoria por 7-6 y 6-2. En la tercera y definitiva criba, un 6-2 y 6-0 frente a Krueger la clasificó para un Grand Slam por quinta vez en su carrera.

Ya en el cuadro final, la torrelaveguense se deshizo de Eva Lys (2-6, 6-0, 6-2) y de Bianca Andreescu (2-6, 7-6, 6-4) antes de caer ante la número uno mundial. Y ha dado de paso una prueba de su competitividad sobre la cancha. En plena muerte súbita tuvo una bola de partido en contra frente a la canadiense, toda una ganadora del US Open que cayó ante la perseverancia de la española.

Cuando el próximo lunes se actualice de nuevo la clasificación de la WTA ascenderá de nuevo posiciones gracias a los 120 puntos sumados en Australia (solo defendía los de su acceso a la primera ronda). Su último título individual, aún en la ITF, data de 2019 en Nantes, y este será un complicado reto en 2023, cuando ya en la élite del tenis mundial alzar un torneo se ha convertido en algo mucho más exigente que en el circuito satélite, en los que la cántabra llegó a ganar cuatro títulos individuales.

Con los puntos sumados en Melbourne, la torrelaveguense está en condiciones de conseguir, a poco que los resultados la acompañen, la clasificación directa para Roland Garros, en el que sería su primer pase a un Grand Slam sin necesidad de jugar la previa. Y el periplo australiano continúa con su segunda versión en dobles.