«Conservar nuestra naturaleza no es una de las opciones, es la única»

-Con 35 libros publicados, es posible ver un hilo conductor: no son gestas deportivas, sino que abordan la montaña desde todos los aspectos posibles.

-Bueno, es que eso era 'Al filo de lo imposible'. Tiene que ver con cómo veo yo la montaña. No hay otro deporte que haya generado más literatura, pintura y música como ha provocado la montaña, hasta el punto de ser una corriente filosófica. Esto nace del Romanticismo y de la nueva visión de la naturaleza, no utilitaria, sino contemplativa. Hoy en día vamos a la montaña porque queremos ser parte de ella y eso incluye leer libros, compartir la montaña de mil maneras con quienes te rodean. También tiene que ver con la capacidad de superación humana, que en el montañismo tiene uno de los más claros exponentes. Creo, además, que hoy la montaña es la mejor vía de articulación para un desarrollo sostenible, conservando los espacios naturales y poniendo en valor lo que tenemos. Desde la industrialización, nuestra capacidad de destruir la naturaleza ha aumentado ostensiblemente, provocando todo aquello que ya no es un temor sino una realidad que vemos día a día en las noticias.

-¿Cómo explica o valora la evolución en el mundo de la montaña, escalada deportiva, alpinismo...?

-Es que ha evolucionado todo. Ha aumentado tanto la población mundial en los últimos años que todos los paradigmas han cambiado. Lo que ha ocurrido en la montaña, sus cambios, se deben en esencia al aumento de practicantes, al aumento de presión sobre los espacios naturales. Y creo que es maravilloso que la gente descubra la montaña, pero creo también necesario pensar en lo que necesita la naturaleza para su supervivencia, que es la nuestra. Conservar nuestra naturaleza, nuestros paisajes y montañas, no es una de las opciones, es la única opción.

-Si le pregunto por una figura del alpinismo que considere ejemplar, ¿quién sería?

-Walter Bonatti. Amigo y, para mí, el escalador más determinante por todo. Su estilo y manera de entender la montaña es un ejemplo de vida, un modelo que une la ética y la estética. Sin duda también Messner a nivel deportivo es un gran pionero, pero a nivel ético y filosófico Bonatti destaca sobremanera ya que bebe de las fuentes románticas antes mencionadas, de la exploración, de los pioneros como Norton, Mallory, Amundsen...

-De todos esos años, ¿con qué se queda?

-Me quedo con muchas cosas, sobre todo con los amigos y las emociones vividas. He tenido una fortuna increíble de vivir lo que yo, humilde hijo de lecheros, he podido vivir. Serrat mencionaba algo como ser vendimiador de sueños, yo me llamaría a mí mismo 'recolector de sueños'. Para mí la montaña no ha sido solo una metáfora de la vida, ha sido la vida misma.

-¿Qué cree que ha conseguido arraigar en la mente de quien le ha escuchado, cuál es su mensaje?

-Creo que 'Al filo' introdujo ese sesgo de trascender lo meramente deportivo. Como periodista, la intención con los programas era contar historias que conectaran a la gente con la naturaleza. Y pudimos transformar la conciencia de un país, que en este sentido éramos uno de los más atrasados de Europa en este aspecto, y ahora somos de los más avanzados. En esta aventura fuimos un gran equipo de gente, en lo deportivo, y en lo técnico con RTVE siendo la mejor televisión pública que ha habido nunca. Por debajo tenía unos técnicos increíbles y entregados y por encima unos productores ejecutivos que confiaban en nosotros y que sabían lo que estaban haciendo. Lo demás es historia. Salud y montañas, y lo mejor está siempre por venir.