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ISABEL URRUTIA CABRERA
Santander
Domingo, 1 de enero 2023, 10:32
La hibridación está haciendo fuerte al jabalí en España. Las camadas más numerosas -de hasta diez crías- y un espíritu curioso sin miedo al asfalto o las vallas son las señas de identidad de los ejemplares mestizos, fruto del cruce con cerdos domésticos o ... vietnamitas. «Tienen menos miedo. Llevan en la sangre la memoria del trato estrecho con el ser humano. Los híbridos son una mejora genética frente al jabalí o el cerdo. Eso sí, según cuál sea la combinación, la apariencia cambia muchísimo. Los que nacen del apareamiento con cerdos domésticos son inmensos, mientras los que salen de la mezcla con vietnamitas no pasan de los 60 kilos», apuntan responsables de la directiva del Club Deportivo de Caza de Jabalí de Vizcaya (BBEK).
La reciente aparición de un ejemplar monumental, abatido cerca de la localidad murciana de Cieza, ha servido para recordar las dimensiones que pueden alcanzar estos mamíferos engendrados por distintas especies. El animal tenía un cuerpo alargado, las orejas largas y superaba largamente los 70 kilos de un jabalí convencional. Era una mole albina de 197 kilos -con un par de colmillos de 12,5 centímetros por fuera de la boca- que tenía atemorizada a la población. Los agentes forestales no dudaron en acudir a la Sociedad de Cazadores de Cieza a la vista del «peligro», según la prensa local, que había llegado a suponer el animal en la comarca murciana.
Además de destrozar las huertas de lechugas y los árboles frutales, el «extraño jabalí» robaba comida a los perros de las fincas y había atacado a un caballo. Para evitar males mayores, una cuadrilla de tiradores de arco -la mejor opción cuando se dispara en áreas colindantes con zonas residenciales- acabó con la vida del animal. «No cabe duda de que ese bicho es el resultado de un cruce entre jabalí y cerdo doméstico. En el sur de España los jabalíes locales son más chiquitos que en el norte, el calor influye y lo normal es que no sean muy grandes. A no ser, claro, que haya una hibridación. El color blanco también es característico en estos casos», apuntan los portavoces del Club Deportivo de Caza de Jabalí de Bizkaia.
Es muy probable que las granjas cinegéticas que proliferan en zonas de Andalucía, Extremadura y Murcia, donde se crían jabalíes o ciervos destinados a batidas, hayan propiciado en los últimos tiempos el apareamiento de jabalíes con cerdos domésticos. «Si no hay demasiado control, es fácil que ocurra. En el País Vasco, por ejemplo, también nos encontramos con híbridos. ¿Que por qué? Muy sencillo. Antaño se echaba los cerdos al monte para que comieran libremente. Ahora todo está muy bien regulado y no se puede, pero lógicamente no es nada raro encontrarse con 'tataranietos' de los muchos cruces del pasado. Lo mismo en Orozko que en Ispaster, el monte Oiz o el parque natural de Gorbea. Lo más llamativo, claro, es el tamaño de los animales. ¿Qué más podemos decir? Pues que, de 15 años para acá, los vemos cada vez más instalados en el País Vasco. Se han hecho fuertes. Tienen sus rutas y corredores para expandirse y conocerse».
Sin ir más lejos, el pasado 6 de noviembre la cuadrilla nº 16 del Club Deportivo de Caza de Jabalí de Vizcaya abatió un ejemplar de 150 kilos en Gizaburuaga. Los cazadores se hicieron muy orgullosos una foto con el cuerpo, algo que nunca hacen cuando matan un cerdolí, es decir, un híbrido de jabalí y cerdo vietnamita. «No, no, esos animales son una 'chatarrada', auténticos adefesios... ¡Nadie posa con ellos!». Lo cierto es que la moda de tener un puerco vietnamita como mascota -y seguir así el ejemplo de George Clooney- ha causado efectos nefastos en la fauna y flora de España.
«Mucha gente se compró uno, se terminó aburriendo y lo soltó por ahí... Así fue como se cruzaron con los jabalíes. Los híbridos son muy dañinos. Además, bajan a las ciudades en cuanto pueden, sin temor al hombre. Tienen patas pequeñas, pecho desproporcionado y la cabeza gordota». En la actualidad los cerdos vietnamitas están catalogados como especie exótica invasora y se prohíbe su adquisición como mascota.
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Miembros de la misma familia
Peso: Alcanza los 200 kilos.
Altura: 75-92 cm.
Camada: 10-12 cochinillos.
Origen: Taxonómicamente se le considera una subespecie del jabalí.
Peso: 36-65 kilos.
Altura: 40-50 cm.
Camada: 5-15 crías.
En la lista negra: Se incluye en la categoría de especies exóticas invasoras por los daños medioambientales que causa cuando está en libertad.
Peso: 75-90 kilos.
Altura: 75 -80 cm.
Camada: 3-5 crías.
Matriarcado: Se desplazan en grupos liderados por hembras (jabalinas) que cuidan a sus crías. Los machos en edad reproductora son más bien solitarios.
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