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Jana y Centenario han tenido un pollo. Leída así, la frase puede resultar anodina, si no fuera porque Jana y Centenario son dos quebrantahuesos de Aragón que fueron introducidos en el Parque Nacional de los Picos de Europa y que han traído al ... mundo al primer quebrantahuesos que nace en Cantabria -concretamente en Liébana- desde la extinción de la especie a mediados del siglo pasado. Así lo han constatado desde la Fundación para la Conservación del Quebrantahuesos (FCQ), en colaboración con agentes del Medio Natural del Gobierno de Cantabria. La iniciativa se enmarca en el programa europeo Life Pro Quebrantahuesos, que tiene como objetivo la reintroducción de esta especie en distintas áreas de la montaña de la Península Ibérica.
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La historia de la pareja se remonta al año 2016, cuando Jana y Centenario, dos embriones huérfanos, fueron rescatados y criados en cautividad -de otra manera se hubieran muerto- para después soltarlos en los Picos de Europa con la esperanza de que se reprodujeran. Fue dicho y, unos años más tarde, hecho. Los expertos han confirmado hace unos días el nacimiento de un pollo en el nido formado por esta pareja. De hecho, según explican en una nota de prensa, Jana y Centenario llevaban desde 2022 «mostrando diversos comportamientos prereproductivos, como la selección y defensa del territorio, el traslado de lana para acondicionamiento de nidos y las primeras cópulas». Dos años después, han constatado la existencia del primer quebrantahuesos que nace en Cantabria. Ahora toca vigilar y proteger. Así lo explica el vicepresidente de la Fundación, Gerardo Báguena: «A partir de este momento someteremos el nido a una vigilancia estrecha para monitorizar la evolución del pollo e impedir que sufra molestias o perturbaciones». También facilitarán alimento a los padres para que puedan alimentar al nuevo quebrantahuesos. «Los primeros veinte días son cruciales». Si sobrevive, «se dará un paso de gigante».
Desde la fundación han constatado además la existencia de una segunda unidad reproductora en Cantabria. Se trata de Niebla y Biziele, cuya incubación ha terminado en fracaso. En otra ocasión habrá más suerte. Como la hubo en Asturias con el nacimiento de Covadonga en 2022, tras una reproducción temprana. Otro paso de gigante.
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