Tras subir en el teleférico, nuestra idea era bajar con raquetas hasta Espinama. Tras subir andando hasta la Horcadina de Covarrobles, iniciamos el descenso entre los Macizos Central y Oriental de los Picos de Europa. La ruta está perfectamente señalizada, pero debemos tener cuidado porque que a veces las señales están cubiertas de nieve y podemos despistarnos.
Pasito a pasito y disfrutando del paisaje y la nieve llegaremos hasta los pies de Peña Vieja, donde está el famoso Chalet del Rey, que fue construido durante el verano de 1912 por la Real Compañía Asturiana y se estrenó con motivo de la cacería de Alfonso XIII en el llamado 'Coto Real'.
Desde aquí nos fuimos hasta el Refugio de Áliva (1.670 metros), que fue construido en 1930. En los años noventa fue ampliado y convertido en un hotel gestionado por Cantur, la empresa de gestión turística del Gobierno de Cantabria. Desde allí las vistas eran impresionantes porque tras la nevada que nos había caído pasamos a caminar bajo un sol radiante.
La vista de Peña Vieja, con respeto de la Olvidada, era increíble junto con el Hotel Áliva.
Seguimos bajando hasta los invernales de Igüedri, coronando a su derecha el majestuoso Valdecoro
Seguimos bajando hasta Espinama, donde en el Hostal Remoña nos esperaba el 'take away' de cocido lebaniego que habíamos encargado.
Es una ruta sencilla y fácil, en el caso de que haya nieve es necesario ir bien preparado. El equipamiento se puede alquilar en la estación superior de Fuente Dé y si vais con alguien que conozca la zona, mejor que mejor.
Nosotros subimos en coche hasta Fuente Dé pero dejamos otro en Espinama para al terminar la ruta subir a recogerlo. Si no podéis organizaros así, tenéis la posibilidad de llegar hasta Fuente Dé por una ruta alternativa por el bosque de Espinama.
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