
La Senda de los Monjes: el mirador natural del Lago de Sanabria
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Ruta de diez kilómetros con salida y llegada en San Martín de Castañeda en el corazón del parque natural de la provincia de ZamoraJUAN J. LÓPEZ
Santander
Martes, 6 de julio 2021
Para contemplar la estampa de la fotografía no hace falta hacer los diez kilómetros de la ruta que proponemos. Basta con completar 500 metros de recorrido desde la carretera ZA-104 -con destino a la Laguna de los Peces- y disfrutar de un espectáculo único, como en la instántanea.
El Lago de Sanabria dispone de diversos miradores a lo largo de toda la ZA-104. Estos observatorios permiten contemplarlo en su totalidad desde distintas perspectivas a lo largo de la vía, desde la localidad de Vigo de Sanabria o pasando San Martín de Castañeda, donde comenzaremos la escapada de esta semana.
Nos situamos en el Parque Natural del Lago de Sanabria, en la provincia de Zamora. En el oeste de la misma, en una comarca que ejerce de cruce de caminos entre dos países (España y Portugal); dos comunidades (Galicia y Castilla y León); y tres provincias (Zamora, León y Ourense).
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Para iniciar nuestra ruta accederemos a la carretera del Parque Natural del Lago de Sanabria, que podemos coger desde la Autovía de las Rías Bajas que une Benavente y Vigo, a la altura de Puebla de Sanabria.
Desde allí, llegaremos a San Martín de Castañeda, localidad en la que dejaremos el coche. Desde esta iniciaremos la ruta en un primer momento ascendente para llegar hasta el refugio de montaña de San Bernardo, a casi un kilómetro del municipio -también se podría llegar andando desde la carretera, pero es más bonito hacerlo por el interior del pueblo-.
En el refugio, un túnel por debajo de la carretera nos introduce en la Senda de los Monjes, aquella que utilizaban los cistercienses del Monasterio de Santa María, joya del románico zamorano y que podremos ver en San Martín. A partir de aquí, el camino se vuelve más abrupo, y la ruta, perfectamente señalizada con marcas, comienza a descender.
Es importante tener en cuenta que la senda es senda de verdad. Reconocible y marcada, pero lejos de una pista de tierra o un camino amplio y llano. Durante algo más de dos kilómetros de bajada, con casi 300 metros de desnivel negativo, descenderemos por una senda caracterizada por la piedras sanabresas, que en función de la época del año pueden estar acompañada por torrentes de agua.
Si hay agua, cruzaremos en dos ocasiones dos riachuelos gracias a una piedras colocadas estrategicamente para poder superarlos.
Los últimos 100 metros de la Senda de los Monjes se caracteriza porque se generalizan las piedras, que terminarán en un coqueto puente que detemina que se acaba esta parte del camino, para acceder a un camino mucho más llevadero que en menos de un kilómetro nos llevará hasta Ribadelago Viejo.
En Ribadelago merece la pena pararse unos minutos para contemplar el monumento a los fallecidos en la tragedia de Presa Rota. La estatua tallada de una mujer y su pequeño recuerda a las víctimas que perdieron la vida en 1959, cuando la Presa del río Tera se rompió y fallecieron 144 personas.
Después de contemplar el monolito, si es verano, una buena opción es darse un pequeño chapuzón en el río Tera, en una playa fluvial. También puedes hacerlo en otra época del año, pero hay que recordar que el agua no estará especialmente caliente...
Tras descansar, bañarse o tomar algún aperitivo en Ribadelago, podemos reemprender el camino de vuelta hacia nuestro punto de origen. Importante tener en cuenta que todo lo que bajamos antes... ahora será de ascenso y que acompañar nuestra ruta de bastones puede ser una buena opción para ayudarnos en la subida.
Tras aproximadamente diez kilómetros en nuestras piernas, nos encontraremos de nuevo junto al coche, y con la opción de disfrutar de la gastronomía local (un consejo, cualquier carne de ternesa sanabresa o de Aliste, pulpo a la sanabresa, y si es en otoño o invierno, alubiones sanabreses o un caldo de berzas).
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