Secciones
Servicios
Destacamos
Con el cielo a media luna que escribiría Federico García Lorca y recordando lo mucho que le gustaba el flamenco a su padre, anoche Christina Rosenvinge se liberó de las culpas, recordó los pocos encuentros que tuvo con él, reconoció sobre el escenario el posible ... error de no haberlo visitado lo suficiente en vida y preguntó, no sin sorna, si aquí, en Santander, somos todos unos entendidos en vientos. La pregunta, claro, venía a cuento; el nordeste amenazó con colarse en la microfonía durante la actuación, cosa que finalmente no sucedió.
La que fuera voz cantante en Christina y Los Subterráneos clausuró ayer el primero de los cuatro fines de semana que este nuevo ciclo de conciertos, organizado por Mouro Producciones, ha programado durante el mes de septiembre para celebrar el 150 aniversario del Puerto de Santander. Lo hizo con la mitad del aforo vendido, con un público definido —maduro— y con una idea fija en el horizonte: exprimir el verano: «los veranos son para el cuerpo y los inviernos para la cabeza, así que démosle al cuerpo lo que queda de verano». Palabra de Rosenvinge, no hay lugar a réplica.
Noticia Relacionada
Pilar González Ruiz
Así, con veinte minutos de retraso y alabando el poder que tienen los veranos de conectarnos con nuestra infancia, la artista subió al escenario junto a Juan Diego Gosalvez y Diego Perinetti, batería y teclados respectivamente, para ofrecer a su público una noche llena de historias personales y guiños al mar —quizá ahora se entienda mejor por qué días previos a su actuación en la capital cántabra preguntara vía redes sociales si alguien era capaz de concretarle cuántas referencias marítimas existen en su cancionero—.
De entre todas las historias, tres merecen mención especial: la que protagonizan Lorca y su padre, la que se remonta al SMS como método de mensajería válido y la que concierne, para bien o para mal, a Loquillo. La cantautora se preocupó de escoger los momentos exactos en los que romper el silencio que allí empapaba todo para guiar al público, darle un contexto y hacerle entender el porqué de cada canción. Lo hizo hasta en tres ocasiones.
La primera: «Mi padre murió cuando tenía 26 años; no tuve buena relación con él y empecé a visitarlo más cuando faltó. En una de esas visitas le canté una canción y como a él la música rock le parecía repugnante, le pedí a Rocío Márquez que hiciera una versión en flamenco de este tema para que él, que le encantaban el género y Lorca, pudiera escucharla. Aunque hoy tocaré la versión rock, lo siento papá». Y sonó 'Romance de plata': «Señoritos calavera y gitanas de arrabal. Los nombraste caballeros, padre, en busca del Santo Grial».
La segunda: «La siguiente canción es una historia que nació a raíz de una cita con un chico un poco más joven que yo, apenas unas décadas. Iba a llegar muy tarde y estaba explicándole vía SMS que la edad no importaba, que al final la vida te lo devuelve todo y que quizá él iba a morirse antes que yo. Esta canción es un cuento y tenéis que seguirla, porque esto no es una canción con estribillo, sino una historia que tenéis que seguir». Y sonó 'La muy puta'.
Y la tercera: «Un día escribí una canción con idea de dársela a Loquillo, una balada de crooner; no me hizo ni caso. Así que decidí que para crooner, mejor que un hombre maldito, yo». Y sonó 'La Piedra Angular'.
El resto de la noche transcurrió con una Christina llenando el escenario, sentándose cuando la canción y el mensaje lo requerían y sacando a bailar un vals 'improvisado' a una espectadora del público en un ejercicio de espontaneidad que poco tuvo de espontáneo.
Y aunque esto no vaya de puntuaciones, quizá sí de aprendizaje tanto para artistas como para público. Así que por atar cabos, por aprender, sepan que: se dice de alguien que es un 'crooner' cuando, a través de su obra, quiere fijar un mensaje, una identidad. ¿Será que todos tenemos un porcentaje crooner y ha tenido que venir Christina Rosenvinge a decírnoslo?
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.