Arde Bogotá, arde el Soundcity

Lo que no es novedad, ni en esta ni en ninguna edición del Soundcity, es la participación de las bandas locales en el festival, asunto —el de la cesión de espacio para que las bandas locales puedan tocar en distintos lugares de Torrelavega— que lleva años encima de la mesa del consistorio de la capital del Besaya; ayer noche fue precisamente una banda local, The Pulsebeats —o como ellos mismos se presentan, «tres tíos de Santander y otro de Torrelavega»—, quienes inauguraron las tres jornadas que el Soundcity trae por delante este fin de semana.

La banda, cuyos miembros vienen de formaciones conocidas en la zona como Radio Explosion, interpretó con puntualidad en los exteriores de La Lechera varios de los temas que componen sus primeros discos así como los más recientes, los que forman parte de su último trabajo, 'Lookin Out' (2022). Y aunque al principio cuesta lo de acercarse al escenario, el tiempo fue llevando a los asistentes a ese mágico lugar: las primeras filas: «gracias por venir a arroparnos».

Tras ellos, Biznaga. Si buscan su nombre en el diccionario verán que, además de un grupo, 'Biznaga' también es un veneno; un repelente. Partiendo de este concepto, no extraña que estén afincados en el punk rock, que busquen la crítica social con sus canciones y que anoche en Torrelavega fueran la banda que mejor representó el espíritu de la ciudad en la que estaban tocando: «el castillo hinchable de la marca España hace tiempo que pierde aire, aún nos dura la resaca y últimamente pienso en las reconversiones, los relatos oficiales y los efectos especiales». Esto cantan en 'Espíritu del 92', tema de su trabajo más reciente, 'Bremen no existe' (2022), una canción a la que se le fueron sumando 'Mediocridad', 'Fantasmas', 'Adalides de la nada' o 'Ciudad'.

Con Biznaga sobre el escenario cayó la noche y las letras agrias del cuarteto pusieron palabras al momento en el que el festival proyectó su logo sobre la chimenea de un edificio que ha visto cómo su infraestructura ha sido azucarera, fábrica de leche condensada y Feria de Muestras; cómo ha pasado de ser un espacio industrial a ser un espacio de ocio. La música siempre está plagada de metáforas y actualidad.

Precisamente así, disfrutando del ocio, llegó otro de los momentos clave de la noche, cuando Irene —vocalista del grupo cántabro Malamute— subió al escenario para cantar junto a la banda, que tras finalizar su concierto aprovechó para agradecer la presencia del público y hacerles una proposición: «espero vernos en las salas cuando volvamos». El agradecimiento fue en especial para Karen, «una cántabra que ha ayudado mucho a crecer a la banda que ha escuchado 'Cómo Escribimos Adalides de la Nada' alrededor de 300 veces». Por personas como Karen, a veces las cosas salen adelante.

Y a las 00:00 horas, Arde Bogotá, quienes en apenas tres años han conseguido hacerse un nombre por méritos propios en el panorama del rock nacional. Tras actuar en Cantabria el pasado mes de marzo dentro del festival 'Indiferente', en el Palacio de Festivales de Santander, anoche en Torrelavega fueron el plato fuerte de la jornada, ganándose tanto a quienes antes de su actuación opinaban desde la desgana: «en el disco sin más y en directo son un diez», como a quienes ven en los murcianos una carrera de éxito por sonido, actitud y conexión con su público: «buenas noches, somos Arde Bogotá y venimos a presentar 'La Noche'». Y a partir de ahí, dopamina.

Sin grandes decorados ni performances, el cuarteto de Murcia llegó, conectó, hizo arder a Torrelavega y con su directo le ganó la partida incluso a su propio disco, que ya en plataformas suena inconfundible —una voz como la de Antonio García se distingue a kilómetros vista—. Bajaron por el setlist interpretando las canciones que hablan de la vida como un timo, 'Tijeras'; aquellas que definen el sentir de una generación, 'Tan Alto Como Tus Dudas' y aquellas que se escuchan cuando el pretexto es pensar en quiénes somos y cuál es nuestro papel en el mundo: 'Millennial': «Soy un anuncio de 'Compro oro' reciclado en cada crisis. Soy la torre de tus despojos; la receta de la celulitis (...) Ten fe, confía en mí y mañana lo arreglamos».

El Soundcity de Torrelavega ha sido desde sus inicios una cita con la música en directo con un cartel llamativo por lo diferente y digno en comparación a la oferta musical de la localidad durante sus fiestas patronales, y cada año atrae a más asistentes a la capital del Besaya desde otros puntos de la geografía nacional. Como ven, todo son motivos para celebrar la continuidad del festival, que con su trabajo pone a la capital del Besaya cada año sobre el mapa festivalero. Hoy más, vayan al Soundcity y juzguen ustedes si mejor.

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