![Andrés Calamaro inauguró anoche la primera jornada del festival Música en Grande de Torrelavega.](https://s3.ppllstatics.com/eldiariomontanes/www/multimedia/202207/08/media/cortadas/calamaro%20(6)-ksXF-U170660038877KWE-1248x770@Diario%20Montanes.jpg)
Ver fotos
Secciones
Servicios
Destacamos
Ver fotos
Los festivales son lugares inhóspitos, de vestimentas imposibles donde las camisetas de publicidad, para qué engañarnos, tienen su parte de protagonismo. También lo tienen las marcas y los patrocinadores. El caso es que este jueves Calamaro cantaba en 'Media Verónica' que ella, su protagonista, estaba ... cansada de esperar, de que le hicieran daño, y ese concepto, el hartazgo, es perfectamente extrapolable a lo que han supuesto dos años de música a medias, con puestos de trabajo reciclados a otros sectores y medidas por parte de instituciones que tenían sentido según el día. Dos años tristes, en definitiva. Hasta este jueves.
La apertura de la época festivalera en Cantabria con la primera jornada del 'Música en Grande' ha remediado ese mal de tantos, y lo ha hecho con lo que muchos llaman, sin matiz ofensivo, «viejas glorias»; concretamente, dos: Mikel Erentxun y Andrés Calamaro, dos maneras muy distintas de afrontar un escenario desde hace más de treinta años. Mientras que el donostiarra hizo gala de sus amigos —de guardia— sobre las tablas, el argentino explotó la fórmula del 'veni, vidi, vici': venir, tocar y marchar. Poca interacción y mucho setlist. Ambas perfectamente válidas, aunque generen sensaciones diferentes en el público.
Noticia Relacionada
Sobre las 21:20 horas comenzó el donostiarra a interpretar un repertorio de diecisiete temas, un listado que durante hora y cuarto cedió su protagonismo a varios invitados locales: desde Ángel Stanich hasta Fernando Macaya (guitarra eléctrica, acústica, y pedal steel en el último trabajo discográfico de Erentxun), pasando por Marina Iñesta, la guitarrista cántabra que forma el 50% de Repion y que acompaña al músico en sus giras desde 2018. Ahí van nombres para seguir el paseo de la fama que comenzó en la calle Serafín Escalante de la capital del Besaya. O quizá, mejor no.
En El Malecón sonaron, bajo la mirada atenta de una niña aupada por su padre en las primeras filas a la altura del césped, títulos como 'Mañana', 'Ángel en Llamas' o 'La Vereda'; también éxitos de la época del cantante al frente de Duncan Dhu, como 'Cien Gaviotas' o 'A un minuto de ti', esas canciones que, como saben, es imposible no conocer. Posiblemente por el trabajo bien hecho de la radio y de varias generaciones de padres que escogieron tantas veces la música para sus viajes en coche.
Sesenta minutos después el público de Torrelavega le puso nombre y apellidos al resto de la banda que acompaña al cantante, introducidos por el propio Mikel: Karlos Arancegui a la batería, Fernando Neira al bajo, Mikel Azpiroz al piano y Hammond y Rubén Caballero a la guitarra. Casi todos ellos con alfombra tapizada propia encima del escenario, porque los escenarios hay que cuidarlos, y si se hace desde la estética, eso que te llevas. De ello dio buena cuenta Erentxun con su vestuario: «después de ver la película de Elvis me he tenido que comprar una camisa rosa». Una camisa que podía verse desde la distancia, como la camiseta de la Gimnástica con la que se despidió del público torrelaveguense. El filme sobre Elvis, por cierto, está proyectándose estos días en salas de cine.
Lo de Andrés Calamaro fue otro cantar. Lejos de ceder protagonismo sobre el escenario, de buscar un diálogo con el público, el cantante argentino ofreció en el directo de anoche su cara más introvertida, interpretando veintidós canciones a piñón fijo, sin descanso. Sólo los golpes de maracas y los temas de Los Rodríguez al final del espectáculo rompieron la monotonía.
El músico comenzó su show a las 23:00 horas con un tímido agradecimiento al aplauso inicial que le brindaron los asistentes, seguido de un «buenas noches» y las primeras notas de 'Bohemio', tema incluido en su álbum homónimo de 2013: «Bohemio es ser la sombra de encontrarle el sentido a las cosas (...) Bohemio que prefiere que la noche lo acompañe a caminar». Hay letras que anticipan el ritmo y la cadencia de un espectáculo en directo; esta es un buen ejemplo.
Tema a tema, artista y banda —cuyo batería toca en el proyecto alter ego de Jairo Zabala, 'Depedro'— fueron alternando canciones de entre la discografía del artista en solitario, extensa cuanto menos, llegando al ecuador de la noche con 'Maradona'. Si en algún momento sienten que les faltan las fuerzas, escuchen 'Maradona'; sino, también. Siempre es un buen momento para lo que contagia energía positiva y anima el ambiente.
Quizá por la hora —pasadas las doce—, quizá por el artista, el perfil medio de los asistentes varió en función avanzó la noche. Mientras los más jóvenes fueron abandonando el recinto, la veteranía, esa que esperaba las canciones de cierto grupo de rock, permaneció fiel. Y ya de madrugada obtuvo su recompensa. Tras pasar de puntillas por el tema que le valió el Grammy Latino a 'Mejor Canción de Pop/Rock' junto a C Tangana, el artista —con bandana en la frente incluida— abandonó la seriedad de quien canta desde su lado introspectivo para romper con todo sobre el escenario. Ese papel lo jugaron los clásicos: 'Mi Enfermedad', 'Flaca', 'Alta Suciedad' y 'Paloma', que cerraron el espectáculo junto a los dos temas reservados para ese recurso manido que es el bis, que sonó, como no podía ser de otra forma, a 'Sin Documentos' y 'Los Chicos + Música Ligera'.
Una sugerencia, sean creyentes o no, escuchen y revisen 'Estadio Azteca': «Gracias le doy a la vida, gracias le doy al señor, porque entre tanto rigor y habiendo perdido tanto, no perdí mi amor al canto, ni mi voz como cantor». Al final los conciertos van de eso, de voces y lo que puedan transmitir, más allá de que en su cierre el artista decida capotear a no se sabe bien qué.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.