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«Dos años después, desenvolverme en el escenario no es mi mejor virtud», bromeaba Nina de Juan en su concierto del sábado en Santander. Ni falta que le hace. La vocalista de Morgan no necesita más atributos que su voz para epatar al respetable, con ... una autenticidad tan propia que la hace inigualable. De hecho, una de las maneras más interesantes de acercarse a un show de la banda, es hacerlo con alguien que descubra su sonido. Un show iniciático del que sale con una combinación de asombro y ganas de más. El ahora quinteto visitó de nuevo Cantabria en los últimos coletazos de 'The River tour', la gira con la que, después de dos años y medio, despiden 'The River and The Stone'. Con la emoción nada contenida, las dos personalidades de Nina aflorarían a lo largo de una noche con forma de viaje.
La Nina descomunal que maneja una voz de soul negro e hila con sus manos la enredadera de los sonidos que crecen tema tras tema y la Nina tímida, aún no acostumbrada a ser la reina de la fiesta. Paco López llevaba en este concierto una camiseta de Pink Floyd que daba pistas del sonido que encaró con maestría en diferentes solos. «No falla un golpe», dice uno de los espectadores ante los tempos que marca Ekain Elorza, acompañado ahora en la segunda batería por Gaby Planas y que ha añadido bongos a algunos arreglos. Su hermano Willy ejerce de bajista pulcro y certero, con David Schulthess como el ancla incólume que sostiene desde el Hammond una estructura que se define como un grupo de amigos que hacen música. Y qué música. Los guiños de un lenguaje que solo ellos manejan, trascienden más allá del escenario y se cuela entre las canciones. Un repaso a su último disco, pero también a los temas de 'North' (2016) y 'Air' (2018). Así, sonaría una inaugural 'Planet Earth', encandilaría 'River' con unos coros que no desentonarían en Harlem o ese verso de 'Roar' en el que Nina canta «solo necesito rugir», cumpliendo la sentencia literalmente para satisfacción del público que rompe a aplaudir como hará en tantos momentos de la noche en que Morgan demuestra por qué se han convertido en una de las formaciones más respetadas del panorama actual. Al menos para aquellos que van a un concierto a escuchar y no a montar una tertulia, que de estos también hubo, molestos y reincidentes.
'Paranoid Fall' removería el suelo y 'Sargento de Hierro' haría levantarse a la sala (en español, siempre más fácil), como lo haría 'Volver', con 'Another Road' como jam session plagado de agradecimientos, antes del tradicional cierre con el estremecedor 'Marry you'. «No os olvidéis de nosotros», repite Nina en sus finales desde hace varios discos. ¿Cómo olvidarse de una banda que hace volver a tener fe en la música en directo y todas sus emociones? Cuídalos viento y que vuelvan para decir de nuevo: «Somos Morgan y venimos a tocar unas canciones». Estaremos esperando.
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