Quevedo desata la locura en Torrelavega

Lo que más me llama la atención de Quevedo ha sido su éxito fulgurante: antes de la 'Bzrp Music Sessions, Vol. 52', conocida popularmente como 'Quédate', el artista canario no tenía una gran discográfica detrás y apenas había publicado un puñado de colaboraciones y temas propios. Un año después del lanzamiento de la canción, no deja de romper récords, ha colaborado con músicos de primer nivel como Lola Índigo y Myke Towers y nos ha dejado otros tantos 'hits' para bailar. De hecho, este sábado, la gente no sólo vibró al ritmo del 'Quédate', sino que también entró en éxtasis con otras canciones como 'Sin señal', 'El tonto' y 'Punto G'.

Si aún no son capaces de hacerse a la idea de en qué se ha convertido Quevedo actualmente, sepan que, este sábado, en el Complejo Deportivo Óscar Freire, el artista colgó el cartel de no hay entradas, algo que no lograron ni Marea ni Manuel Carrasco, dos titanes de la música española. El concierto del canario no tuvo más que algo de humo y, sobre el escenario, sólo estuvo acompañado de su DJ de confianza, pero fue suficiente para que los asistentes no dejaran de 'perrear' y salieran con la sensación de que la noche había sido mágica.

Lo cierto es que, este sábado, no sólo actuó Quevedo: también pudimos ver sobre el escenario al madrileño Al Safir, al canario Bejo y al DJ torrelaveguense Adrián Deerre. Pero la gente había venido a ver a Quevedo y, de hecho, muchísimos jóvenes aprovecharon para hacer botellón en las calles colindantes al recinto hasta que estuvo a punto de empezar su 'show'. Quevedo y Bejo comparten oficina de representación, son canarios, han colaborado con Bizarrap y salieron al escenario acompañados solamente por su DJ de confianza, pero se notó mucho que, actualmente, juegan en ligas diferentes.

Bejo es un artista excéntrico que, con su «tropical 'flow' de la canarias autóctona», ha ido haciéndose un hueco en el mundo de la música urbana, con letras únicas y un estilo personal de cantar, pero que, anoche, dejó mucho que desear: tenía muchas ganas de ver su directo y de escuchar temas como 'Mucho' y 'Mango', pero, al igual que me pasó con Beret el año pasado, salí bastante defraudado. Hizo muchas 'intros' con voces de Loquendo, se puso a dibujar una cara con un miembro viril masculino mientras interpretaba una de sus canciones e hizo algunas rimas con Cantabria, Santander y Torrelavega: «Al concierto vino mi colega, hoy se lía en Torrelavega».

Lo de Quevedo fue otro rollo: no hizo nada extravagante ni demasiado llamativo, pero tampoco le hizo falta. A sus 21 años, dejó claro que ya ha acumulado una pequeña colección de 'hits' y una gran legión de seguidores, muchos de ellos de la 'Generación Z', que se han enamorado su voz ronca y se saben al dedillo las canciones de su primer trabajo, 'Donde quiero estar', que están cargadas de ritmos latinos y tratan temas como el amor y el éxito inesperado. Eso sí, los dos temas que más pasiones levantaron este sábado fueron 'Cayó la noche', la primera canción con la que ganó algo de popularidad y con la que llamó la atención del productor Bizarrap, y el 'Quédate', la sesión que compusieron juntos.

Marea y Manu Carrasco congregaron a cerca de 8000 personas en sus conciertos del Año Jubilar Lebaniego, mientras que Quevedo reunió a 12.000, que posiblemente hubieran sido más si el recinto hubiera sido más grande o hubiera habido más entradas a la venta. Habrá que ver si es capaz de tener una carrera tan larga como la de los otros, pero los datos hablan por sí solos: es el artista español del momento —con permiso de Rosalía—.