Secciones
Servicios
Destacamos
Hay bandas que nacen con las instrucciones genéticas del riesgo en su ADN, que sienten la necesidad de quemar su energía, y que saben cómo canalizarla y hacerla disco. Los Estanques (2016) son una de esas bandas, que con apenas cuatro años de vida, ya ... cuentan con cuatro trabajos en el mercado. El más reciente, 'IV', se asomó al mundo hace apenas tres meses.
Tras superar una carrera de obstáculos (robos, dobles grabaciones y pandemias mundiales), los de Santander no ocultan las ganas que tenían de sacar su nuevo trabajo, aunque temen que haya salido «en un mundo irreal», según señala su vocalista y principal compositor, Íñigo Bregel. Hablamos con él sobre el momento en el que se encuentra la banda, sobre la agenda cultural cántabra, afectada por el covid; este viernes deberían haber presentado su reciente trabajo en Torrelavega, pero por el momento, habrá que esperar.
- ¿Están ya por tierras cántabras?
- Qué va, seguimos por la capital. Y ahora la verdad que se hace un poco duro porque una de las cosas por las que vinimos a la capital es por todo el movimiento cultural, y con esta movida mira cómo estamos. Molaría más estar en Cantabria, con el mar... Pero bueno, ya que estamos aquí y tenemos medio camino hecho, no lo vamos a dejar ahora.
- Perdone la expresión, pero parece que su último trabajo está maldito. Primero les roban el disco duro con todo el material; luego tuvieron que retrasar la salida del disco por un pequeño incidente llamado coronavirus. Y por si fuera poco —que a la vida le gusta ponernos a prueba—, las plataformas digitales deciden aumentar la tensión y fallar justo en el momento en que, por fin, iban a subir las canciones para disfrute del público. ¿Pensaron alguna vez en tirar la toalla?
- ¡Nada, nada! (quitándole importancia). Con toda esta situación, lo más fácil para nosotros sería volvernos a nuestra ciudad. Quizá esta idea de volver es lo más cercano que estemos a 'tirar la toalla', pero ya te digo que ni eso, porque sería volver para seguir currando. Al fin y al cabo, dentro de un local de ensayo puedes estar aquí o en Cantabria, ¿no? Pero eso de tirar la toalla, de dejarlo... nada, imposible. Eso nunca.
- ¿Quizá las dificultades a la hora de sacar este disco han hecho que tuvieran más ganas de que saliera?
- Sí, total. Hombre, al final se hace un poco largo, y, lo del virus... (silencio) ya nos remató. No contábamos con ello. Vivimos una serie de trabas, pero lo último en lo que piensas es en una pandemia. Así que... sí, salió con ganas, pero sale en un mundo irreal (¡o más real que el anterior!), ¿no? No sé, siempre digo que con el otro disco pudimos salir a celebrarlo, hablamos con la peña, nos tomamos algo con la gente... Pero como ahora toda esa vida social está recortada, el feedback es menor y al final es un poco extraña esta jugada. Ha salido un poco sin pena ni gloria, ¿no? Estamos muy ilusionados, por supuesto, pero no han sido las mejores circunstancias.
- No han tenido la oportunidad de presentarlo en condiciones.
- No, ni de presentarlo en un concierto, ni de presentarlo como era debido. Sacamos el single 'Soy Español pero tengo un Kebab', que iba a ir acompañado de un videoclip potente... y justo lo teníamos para el 21 de marzo.
- La fecha idónea.
- Sí (risas). Se nos jodió y hemos tenido que ir sacando vídeos caseros que a ver, estaban guapos, tenían personalidad y al final les coges cariño, pero sí que es verdad que a nivel comercial... ¡Pero bueno, oye! Que al final está la música ahí, que es lo que nos mantiene vivos.
- Se ha suspendido el concierto previsto en Torrelavega y tampoco han tenido oportunidad de disfrutar es del ciclo Alkarregaz: Woodstock Revisted, donde iban a tocar a finales de octubre junto a otros compañeros de profesión.
- Efectivamente, adiós. ¡Fíjate cómo anda el patio!
- En 'IV' plantean una visita guiada por su barrio digna de guía turística. Quizá ahora, pandemia mediante, solo nos quede viajar a través de la música. ¿O eso ya lo hacíamos?
- ¡Hombre, eso siempre se ha hecho! Ahora, con internet, puedes acceder a más viajes, por decirlo así. Tienes más variedad. Pero siempre se ha hecho eso. Dicho así suena muy bonito, se puede decir de muchas maneras, pero eso es un poco lo que a mi me engancha de la música y lo que yo creo que a todo el mundo le tiene que enganchar.
- Es algo muy íntimo.
- Sí, eso está claro. Al final tienes que sacar lo que llevas dentro a la hora de crear. No se trata de robar, ni de copiar, ni nada por el estilo. Sí que es verdad que escuchando mucha música y aprendiendo de los grandes se pueden conseguir las herramientas para sacar lo que llevas dentro, pero como todo. Como en la música, como en el deporte, como en todas las artes y como en la vida misma.
- ¿El entorno influye?
- Está claro, porque al final es el día a día. Bajas al bar, te encuentras a unas personas, le coges cariño al barrio... Esas personas son el reflejo de las personas de tu pueblo y hay unos paralelismos que son la leche. Entonces, les vas cogiendo cariño. Y al final sí que es verdad que a la hora de inspirarnos, de donde más tiramos es de las propias cosas que nos pasan.
- ¿Veremos en Torrelavega un desfile de todos los personajes -canciones- protagonistas de su último trabajo, o habrá lugar para otros temas?
- Iremos con los temas nuevos y de los antiguos, tocaremos los más conocidos. Mucha variedad, que es un poco el leitmotiv de nuestro repertorio. ¡Y a ver cómo es! Nunca hemos tocado con todo el público sentado. Al principio cuando empezábamos decíamos: «joder, queremos a la gente sentada en los conciertos». Y ahora que lo tenemos, no lo queremos.
- Se dice de ustedes que «musicalmente están a otro nivel».
- No, bueno... nosotros sin más. Si estamos en algún nivel es en el de hacer lo que queremos. Nadie nos lo ha dicho nunca ni nos lo va a decir, eso por lo menos lo tengo claro. Yo creo que esa es la clave de todo, y la gente que tengo como referentes siempre han sido fieles a ellos mismos. Y no quiere decir que eso se vuelva en forma de fama ni dinero, pero se vuelve en personalidad. Dices: «joder, vamos a tirar para alante con esto», y parece que funciona. Estamos un poco flipando porque todo va muy bien, esperemos que no se joda.
- La tradición familiar también es un punto de apoyo para guiar su trabajo.
- Eso es. Yo, que hablo por mí pero puedo hablar en nombre de todos, le debemos muchísimo, por no decir todo, a nuestros padres. Hemos tenido la suerte de crecer en un ambiente musiquero y le hemos dado mucha vida a la música, y al final nuestros padres han estado satisfechos. Han dicho: «mira, la música que les pusimos de pequeños ha valido para algo y se están sacando unos durillos con ella» (risas).
- Recientemente se celebró en Santander el festival ARTEcturaS 2020, una propuesta que lleva cinco ediciones apostando por integrar arquitectura y música en directo. ¿La agenda cultural madrileña eclipsa al trabajo desarrollado en nuestras zonas de origen?
- ¡No lo conocía! (sorpresa). Hombre, lo jodido sería que nos llegara la agenda de Cantabria estando en Madrid. Pero sí que es verdad que estando allí —la tierruca—, eso pasa. Aunque yo creo que el problema no es de la agenda de Madrid, sino de la mentalidad de la gente de los sitios pequeños, ¡entre ellos yo, eh! Te quiero decir, cuando sales de allí dices: «joder, sí que se hacen cosas guapas allí». Pero no se le da bombo. Si quieres hacer algo, te tienes que pirar. Pero oye, yo voy a volver a vivir allí y cuando vuelva, espero poder mover un poco más el cotarro. Y ahora que me haces esa pregunta, también hay que apostar por las bandas locales, que hay bandas muy buenas en Cantabriapara las que es una pena que no haya recorrido allí y que se tengan que ir.
- Estética y musicalmente, no son «una banda estándar». ¿La extravagancia es un sello de identidad?
- Bueno, va todo de la mano. Al final va todo por el mismo camino justo por el tema que te comentaba antes de hacer lo que nos da la gana. A veces es extravagancia, a veces nos ponemos tiernos... la sensación que toque y el momento que estemos viviendo.
- ¿Hacer música desde el humor debería ser receta médica?
- ¿Desde el humor? Desde el humor estamos siempre. Sin él no habríamos podido aguantar la convivencia los unos con los otros. Es algo que tenemos muy dentro y que hasta sin querer, lo plasmamos. Hasta cuando queremos hacer las cosas serias, siempre hay por ahí algo de humor.
- Da la sensación de que, compositivamente hablando, viven instalados en un pulso constante a la lentitud que siempre ganan. Van a disco por año. ¿Se puede mantener ese ritmo?
- En mi caso tengo que quemar esa energía. Hay que quemar esa energía que uno tiene dentro y más ahora. Me imagino que con sesenta ya no tenga la misma, así que... estoyaquí para explotarme, nunca mejor dicho, y en todos los sentidos. ¡Que no pare esto!
- Hablando de no parar, ¿para cuándo una canción con Karina?
- ¡Anda! (risas). No lo sé, no lo sé... A ver qué dice, no sé si lo verá. La tarde anterior a subir el vídeo a Instagram nos echamos unas buenas risas.
- Hace casi un año hablaban de «hacer la mejor música posible, pasarlo lo mejor posible y sentir que la música les sirviera como excusa para estar en este mundo y sentir que no estaban perdiendo el tiempo». Diez meses después, están presentando su cuarto trabajo y ya tienen grabado lo que será su quinto álbum. Parece que no pierden el tiempo.
- Para nada. Mira, el 19 de octubre hice treinta años, y ese día eché la vista atrás y, pensándolo bien, dices: «joder, he tachado unas cuántas cosas de la lista»
- ¿Como montar un kebab?
- (Risas) ¡Imagínate que ese fuese nuestro sueño! Estaría mucho más guapo que el sueño que tenemos ahora.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.