Marwán

Cantautor

«No sé si estoy en la música para dar voz a Palestina, pero es mi deber hacerlo»

-Ha tocado en las Caballerizas de La Magdalena con Lucas Pez Mago, en la terraza de la Tabacalera aún en pandemia, y ahora viene a Escenario Santander... No le debemos tratar mal.

-En plena pandemia hicimos eso de Tabacalera que comentas, sí; luego también he estado en el BNS, en teatros, en garitos pequeños... En Santander en general he tocado en un montón de sitios. No me tratáis mal, no, de hecho es una ciudad a la que le tengo mucho cariño. A mí con el norte de España me pasa una cosa, y es que siempre la gente dice eso de: «es que por allí son un poco fríos», y lo cierto es que yo no lo noto. Yo veo a la gente 'on fire' siempre en mis conciertos, disfrutando y super metidos en ellos. Y si cantan algo menos es porque están muy emocionados, entonces...

-Vuelve a girar y lo hace con un disco de duetos. ¿Era el momento de llamar a los amigos que han estado ahí siempre y hacerles partícipes de la fiesta?

-Sí. Precisamente porque es un veinte aniversario he regrabado mis canciones más importantes y me apetecía mucho celebrarlo con la gente a la que quiero. Creo que el resultado es inigualable y que hay muchos quilates en el disco. Poveda, Mikel Izal, Rozalén, Drexler, Funambulista, Andrés Suárez... Son unos intérpretes absolutamente descomunales y siento que el disco es una joya. Además cuenta con unas producciones más modernizadas.

-Se ha dado un 'capricho', que diría su amiga Vicky Gastelo.

-(Risas). Sí, sí, me lo estoy dando, al igual que está haciendo ella también con ese disco que ha sacado, 'Capricho' -en el que colabora el cantautor-. Fíjate que al grabar mis canciones de nuevo, las que me han dado tantas alegrías, de alguna manera creo que las estoy homenajeando. Es un capricho absoluto.

-Noviembre Records es la discográfica que ha creado para editar y publicar este disco. ¿Por qué no ha delegado en Sony?

-Con Sony hicimos dos discos, pero siempre he sido un artista independiente. Mis tres primeros discos ya los publiqué por mi cuenta, aunque no existiera el nombre de Noviembre Records, y ahora simplemente hemos retomado esa manera de trabajar. Son los mismos mimbres y el mismo pequeño equipo de personas, y aunque en ocasiones ha sido un poco esclavo, hemos sacado adelante un disco grande, con muchos duetos

-Sin el respaldo de una gran compañía uno asume personalmente una mayor carga de trabajo.

-Ese es el principal cambio, sí, pero es que con este disco quería asumir en primera persona muchas cosas: videoclips, producciones, diseños... Me he cargado mucho trabajo al hombro, pero ha merecido la pena. Esto es lo que amo y quería entregarme totalmente. No quería dejar cosas al azar.

-Su canción de autor cumple 20 años. Le ha cantado al amor, al fracaso, a la política, a la injusticia social, a la familia... ¿Cabe todo en la canción de autor?

-Yo creo que la canción de autor, junto con el rap, son los géneros musicales donde posiblemente quepan más temáticas y se puedan abordar más aspectos de la vida. Y lo creo por la capacidad de desarrollo, principalmente. Al final nuestras melodías no son tan cortas, nuestras canciones no son necesariamente canciones de tres minutos sino que pueden ser más discursivas, más largas, y creo que, también por el tipo de sensibilidad que tenemos los que nos dedicamos a esto, las temáticas son más variadas y podemos hablar de muchas más cosas.

-¿También sobre Palestina?

-Sí, por supuesto. Precisamente en un par de semanas vamos a publicar 'Nana urgente para Palestina'. Va a ir con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo, que eran los que ayudaban a mi padre cuando era pequeño y a toda mi familia, y la sacaremos para que la gente la escuche. Es una canción muy bonita pero muy triste a la vez, porque lo que estamos viendo es realmente dramático, pero creo que hay que contárselo a la gente.

-«El mundo es demasiado bonito y demasiado feo como para no contarlo», escribía en su libro 'La triste historia de tu cuerpo sobre el mío'.

-Eso es. Los artistas en definitiva hablamos sobre la vida y sobre lo que nos conmueve, ¿no? Algunos de ellos prefieren destacar sólo los aspectos positivos de la vida, o quizá piensen que los negativos no venden o no casan con su forma de ver el arte, y está bien también, pero en mi caso mi arte redunda en todos los aspectos. En los buenos y en los malos. En mi caso hay muchas causas sociales que me emocionan mucho, por eso he hecho mucha canción social, y evidentemente la de Palestina es la que más me emociona de todas, en la que más me involucro. Soy activista propalestina desde que empecé mi carrera y así voy a seguir haciéndolo. No sé si estoy en la música para poder transmitir la voz de Palestina, pero es mi deber hacerlo.

-Perdió mucha movilidad por un accidente que sufrió en Nueva York y eso le ha obligado a ser menos instrumentista en sus conciertos. ¿Qué tal le va desarmando el mito del cantautor aferrado a su guitarra?

-(Risas). Estamos en ello. Ya puedo tocarla y toco alguna canción, pero es verdad que tocar un concierto entero se me hace un poco duro. Empezar a cantar sin guitarra ha hecho que descubra al showman que llevo dentro, que sabía que lo tenía, pero hasta que no he tenido una lesión no he empezado a mostrar.

-¿Desprenderse de ella le ha convertido en un artista más completo?

-Diría que sí, y de hecho hasta me gusta haberme distanciado, no porque reniegue de mis orígenes -Serrat, Sabina, Ismael Serrano, Aute...-, sino porque le he dado a mi carrera una vuelta de tuerca. Creo que en el panorama actual no hay un cantautor que tenga un repertorio tan variado a nivel sonoro, con un disco como este último en el que hay desde baladas hasta reggaes, cumbias y rapeo. Están todas las facetas que tengo y eso, en el directo, se va alternando.

-¿Sacará todas esas facetas esta noche?

-Totalmente. Ya lo veréis.