Susan Santos: «Cuando el blues empezó las pioneras eran mujeres»

- ¿En que momento se encuentra?

- Por fin parece que poco a poco vamos volviendo a la normalidad. Sí que han sido un par de años un tanto extraños, con muchas cancelaciones y aplazamientos, pero estos meses están siendo bastante interesantes. A finales de septiembre empiezo gira fuera de España después de dos años.

- En este periodo ha tenido dudas sobre el futuro de la profesión

- No, porque de una u otra manera, a falta de trabajo no he estado. Es cierto que ha habido menos cosas pero ni me lo he planteado. Más complicada fue la decisión de dejar todo, irme a Madrid y ver cómo me iba con la música.

- Ese viaje a la capital es parte de una traslación obligatoria para muchos artistas. ¿La descentralización es un peaje importante?

La verdad es que sí. Era importante, fundamental, por diferentes razones. Soy de Badajoz capital y en una ciudad pequeña es imposible dedicarte a la música. Trabajaba como profesora de guitarra y en una tienda de instrumentos. La música era mi hobbie, lo que hacía casi todos los fines de semana, pero no podía dedicarme profesionalmente a ello. Al final, si quieres seguir viviendo en el país, tienes que moverte a la ciudad donde más movimiento haya, e incluso, por el estilo de música que hago, he pensado en irme a vivir fuera, porque hasta el principio de la pandemia, toqué muchísimo fuera de España.

-La música que hace, por su propia raíz cultural se entiende mejor en otros países?

-De entrada es una música más elitista porque no es lo que se escucha en las radios más comerciales. Tanto aquí como fuera. Siempre pongo como ejemplo que hace unos años estuve girando por Holanda, que tendrá las dimensiones de Extremadura, más o menos, y fueron quince días tocando a diario. En España eso es imposible. Uno tiene que decidir hacer lo que le gusta y yo hago lo que realmente siento.

-En su caso, ¿descubrió el blues gracias a la radio?

-Cuando eres adolescente escuchas lo que escuchan tus amigos o lo que suena en las listas de lo más comercial. Un día de verano, descubrí diferentes programas, con otros estilos, los Beatles, Rolling, todos los clásicos que hay que escuchar y llegué a un programa de blues, 'Tren Tres' que me encantó. Nunca había escuchado algo así cerca. Me quedé enganchada. Era un sonido nuevo, algo totalmente diferente.

-¿Cuánto tiempo pasa desde que se activa ese resorte hasta que toma la decisión de dedicarse a ello?

-Unos cuantos años. Cuando escuché el programa llevaba muy poco tiempo tocando la guitarra española. Quise empezar por tener una guitarra eléctrica, conseguí comprarla, aprendí a tocarla, empecé a componer temas, monté mi banda…Siempre hay un momento que se recuerda como el que algo se te enciende dentro, te llena y sabes que eso es lo que quieres tocar.

-«Yo tengo claro cómo quiero que suene y quiero que eso se transmita». ¿Cuánta dificultad supone llevar esta afirmación al contenido de un disco?

-Es bastante más sencillo de lo que parece. Ahora, a la hora de grabar hay tanta tecnología que es fácil caer en grabar por separado, utilizando esas opciones. Para mí lo más sincero es tocar como toco en directo, todos a la vez. Porque cuando tocas con los músicos, la energía es totalmente distinta y este tipo de música, si no la grabas así, no tiene mucho sentido. Otra cosa es que en directo haga variaciones, improvisaciones, solos más largos. En un disco no puedes meter tantas locuras: si en directo quiero hacer un solo de diez minutos, lo puedo hacer.

-Llega a Santander en formato trío. ¿Qué le aporta esta combinación?

-Es el formato que he elegido para mi proyecto. Me acompañan Daniel Podador a la batería y Manuel Bagüés al bajo. Me gusta bastante y todos tenemos mucha responsabilidad, pero a la vez permite que fluya y pasen muchísimas cosas.

-Ha sido nombrada premio a la mejor actuación musical en los European Blues Awards y premio al mejor álbum femenino en los L.A. Music Critics Awards.¿Que han supuesto los premios que ha recibido?

-Siempre son una motivación para seguir adelante. Te puedes imaginar; cualquier tipo de trabajo artístico implica sus altibajos profesionales y personales. Es un impulso para decir: vamos por buen camino. Pasó en un momento muy importante para mí.

-¿Cuál es el significado del éxito?

-Creo que hacer lo que te gusta, ser feliz y poder subsistir con ello. Cada uno tiene un concepto de éxito y lo que yo pueda contar es muy distinto de otras escalas. El tema de poder dedicarme profesionalmente a lo que quiero, vivir de ello y disfrutarlo con la gente que quiero…qué más puedo pedir.

-Hay una pregunta inevitable que viene derivada de la propia construcción del sector musical y la sociedad. ¿Se sigue poniendo el acento en el hecho de que sea una mujer haciendo este tipo de música?

-Con el tiempo se va normalizando todo bastante más. Es una música con un predominio absoluto de hombres sobre mujeres. Hay una cosa que pongo como ejemplo: cuando el blues empezó, las pioneras eran mujeres y negras. Al empezar a mezclarse con el rock and roll fueron surgiendo músicos hombres y blancos. Cuando llegué a Madrid sí que lo notaba y me costó bastante encontrar mi sitio.

-Ha pasado por experiencias en televisión y teatro. ¿Qué le aportaron?

-Fue una de las decisiones que me ayudaron a establecerme en Madrid. Hacía el papel de músico mercenario en un programa y eso me sirvió para mantenerme y poder montar mi proyecto, grabar… Cuando vi que podía centrarme en lo mío, lo dejé apartado.

-¿Qué importancia tiene la labor del productor?

-La labor de un productor es sobre todo que hagan que suene como yo sueno y no a otra cosa. Si mi guitarra suena así, no puedes modificar después el sonido. Todo el mundo en este estilo quiere sonar lo mejor posible. Y tiene que ser una persona de confianza, algo que implica buena comunicación, amistad, facilidades para explicar todo lo que necesitas. Grabando con Fabrizzio Grossi, a quien conocí tocando con Billy Gibbons en Los Ángeles, me preguntó por una de las mezclas y le dije que no me cuadraba. Él me respondió: es tu disco y tiene que sonar como tú quieras. Soy independiente y tengo la opción de decidir.

-Dice lo de tocar con Billy Gibbons (ZZ Top) como algo sencillo

-Fue muy divertido. Era su telonera y no esperaba que se acercase a mí, hablando en español, presentándose como Guillermo. Fue un detalle y cuando grabé en Los Ángeles me prestó una guitarra. Me siento agradecida de que alguien a quien admiras tenga esa humildad.

-¿Cuál ha sido la clave para llegar a donde está?

-Hay muchas cosas que te puedes encontrar en el camino, pero constancia, disciplina y seguir adelante son tres cosas que tienen que estar. Cuando eres independiente siempre tienes que pensar en el próximo paso.