Sexy Zebras

Un test a Sexy Zebras: el más organizado, el más nervioso y el más creativo

Los tres, en conjunto, son Sexy Zebras, una banda que está feliz de encontrar en sus conciertos público dispuesto al pogo y también al abrazo. Puede que eso pase hoy. O quizá no. Mientras llega el momento, les invitamos a conocerlos mejor a través de sus respuestas.

-¿Es más de Charly García o de Molotov?

-Siempre he sido más de Molotov, pero creo que era porque no conocía a Charly García.

-Entonces el Gabi de los diecinueve no respondería lo mismo.

-En absoluto. Probablemente no respondería lo mismo ni ayer.

-García comenzó a esa edad con el piano. ¿Cuál fue su primer instrumento?

-El violonchelo.

-¿Y cuándo fue incorporando más?

-(Risas). A medida que me fue dejando de gustar el violonchelo.

-¿Una relación rota, la suya con el violonchelo?

-No, de hecho me encanta, pero la forma de aprender y entender la música en un instrumento clásico era un poco constrictiva, y necesitaba más espacio.

-Y ahí aprendió a tocar la guitarra.

-La guitarra, el piano y el bajo. De hecho creo que cantar fue lo último.

-Menciona un piano, instrumento con el que empezó García… ¿A los referentes, mejor no imitarlos?

-Es que es imposible. La práctica de cualquier disciplina artística se basa en intentar copiar a tus ídolos para tratar de formarte un carácter, pero no hay nadie más Charly García que Charly García.

-¿Hay que saber de dónde partes para no dar un paso en falso?

-Efectivamente. Por mucho que intentes replicar lo que hacían otros, al final son tus manos, tus dedos, tu corazón y tu garganta, y tratar de replicar las manos, los dedos, el corazón y la garganta de otros es una batalla perdida de entrada.

-Con el tiempo, ¿uno acumula o se vuelve más selectivo con los referentes?

-(Duda). Yo creo que acumula, porque cada vez soy más amplio en mi escucha. Antes sí que tenía la pedrada mental de no gustarme cosas «porque sí», porque «yo era super guay y solo me gustaba el rock». Pero ahora veo que eso es ridículo.

-¿Qué le hace decantarse entre lo que le gusta y lo que no?

-La credibilidad del proyecto: si me lo creo o no me lo creo. Hay proyectos en los que se junta la persona, lo que escribe, lo que canta y el grupo o actividad solista que tiene, y el resultado es coherente. Y hay otros que no. Aplica tanto para canciones como para personas. Entonces ahora los proyectos me los creo o no me los creo.

-¿Qué proyectos se está creyendo más ahora mismo?

-(Duda). Hay millones, pero hay cosas que me han empezado a gustar hace poco y pueden servir como respuesta, que son los Hermanos Gutiérrez y Dani Fernández. Los primeros porque son maravillosos y tocan maravillosamente bien; el segundo porque me creo de dónde viene, a dónde va y lo que está haciendo.

-¿José y Jesús cambiarían algún nombre?

-No lo creo. Diría que ambos nombres les gustan mucho a los dos, y es posible que hasta se los haya metido yo en la cabeza.

-¿Qué sería de usted sin ellos?

-Más infeliz. Hemos creado algo que solo tiene sentido en conjunto y estoy muy contento con cómo se lleva la banda. Me hacen mejor persona.

-¿Y de ellos sin usted?

-(Risas). Espero que lo mismo. ¡Considero que lo mismo!

¿Imagina un futuro que no pase por ellos?

-No, en absoluto.

-Dicen de las cebras que tienen buen oído. ¿Aplica a la banda?

-Sí, aplica.

-¿Quién es la cebra más creativa?

-José, sin duda.

-¿Y la que se atrevería con el animal print?

-Jesús, por experiencia.

-¿Cuál se lo pasa mejor en los conciertos?

-Yo.

-Hacemos pleno entonces.

-(Risas). Siempre hemos sido muy generosos.

¿Cuál da más vueltas antes de salir al escenario?

-Yo creo que el que más nervioso se pone es Jose, pero la mente que tiene una visión más 360 y que está pendiente de lo que está pasando arriba y debajo del escenario soy yo.

-¿Incluso desde antes de salir a escena?

-Sí. Es algo que aplico a cualquier faceta de mi vida, así que es inevitable que me pase en la música también. Cuando estamos montando el escenario me bajo a probar, y cuando están los técnicos me bajo y pongo la medida exacta de dónde quiero tener el micro. También pongo el de Jose, veo que la batería esté a la distancia adecuada de mi micro… Todo esto suena un poco a 'toc', pero nada más lejos. Quiero ser consciente de lo que está pasando y creo que lo hago en un sentido positivo.

-Esas vueltas les ha llevado a transitar la calle liberación. ¿Un paseo tranquilo o lleno de jaleo?

-Un paseo que llevamos dando desde que nacimos. Llevo viviendo en la calle Liberación del barrio de Hortaleza desde que tenía cinco años, y te puedo asegurar que cada día tiene matices diferentes.

-¿En qué sentido?

-La he visto super empinada, pero claro, una cuesta se puede subir y se puede bajar; se puede ir corriendo y se puede ir andando; se puede ver en ella un árbol muy pequeñito y a los diez años se puede ver gigante…

-¿Y desde dónde la ve ahora?

-Desde el reencuentro. Volver a reencontrarme otra vez con Jose y con la calle Liberación para afrontar este disco ha sido un viaje brutal. Se ha convertido en una calle más vertical que lineal; se ha construido un lugar no solo físico, sino espiritual, y creo que eso nos hace encontrar puntos que no conocíamos de nosotros mismos.

-A veces los lugares, las calles y las plazas también nos transitan a nosotros.

-Esta calle lo ha hecho, y nos ha convertido en personas super diferentes. Me ha parecido super poético llamar al disco como algo tan sencillo como lo que llevamos viendo toda la vida y como lo que lleva poniendo en mi dni desde que tengo recuerdos. Que de repente ahora se haya convertido en un lugar tan amplio y bonito para nosotros ha sido un punto de partida brutal. Y lo mejor es que no le veo un final, porque como te digo, no encuentro la calle Liberación como algo lineal. Eso nos está ayudando a afrontar un cambio estilístico como el que hemos tenido; hablamos, nos preocupamos por otras cosas y ponemos nuestro interés en otros lugares. Al final esta calle sí que se ha convertido en un sitio super importante para nosotros.

-¿Un lugar del que no querer irse?

-Eso es. Un lugar cómodo y coherente, en la línea de lo que hablábamos.

-¿'Calle Liberación' es un disco más para un sábado de fiesta o para el vermú de los domingos?

-(Duda). Pues puede ser que más para el vermú, pero porque en estos últimos conciertos estoy notando ya no solo un crecimiento grande, algo que está siendo precioso ver tras más de diez años tocando, sino que además de para el famoso 'pogo' ahora también hay espacio para el abrazo, el beso y las miradas cómplices.

-¿'Jaleo' simboliza ese puente entre lo que eran y lo que son?

-Sin duda. Es casi la única canción del disco que podría haber estado en alguno de nuestros trabajos anteriores. Fue con la que abrimos los conciertos el año pasado.

-¿Será así en el Indiferente?

-Solo puedo decir que habrá cambios.

-Mucha gente ha decidido cruzar ese puente que simboliza 'Jaleo'.

-Y no podemos más que agradecérselo. Me sigue flipando ver a la gente explotar como explotamos nosotros. Es flipante cómo han nacido nuevas emociones y se han abrazado las dos energías, la de quienes ya venían antes y la de quienes han cruzado a la otra orilla.

-A las masas hay que saber gestionarlas. ¿Han dado con la fórmula para hacerlo o están en ello?

-Creo que estamos en ello. He de reconocer que a mí todo esto me ha impactado y pensaba que ya no iba a pasar. Yo ya estaba asumiendo una carrera sin excesos.

-¿Una guerra se gana con puñales o con claveles?

-Con claveles.

-¿Cuál ha sido el concierto más increíble dado hasta la fecha?

-La Riviera, 2023 en Madrid.

-¿Y presenciado?

-(Duda). Red Hot Chili Peppers 2003 en el Palacio de Vistalegre, con Jose y Jesús. Jose y yo no teníamos ni trece años.

-Con el Mad Cool tienen la oportunidad de repetir, veinte años después.

-Puede que lo hagamos, pero no será lo mismo.

-¿Una película pendiente?

-'As Bestas', que soy un capullo y no la he visto todavía.

-Un libro que le haya marcado.

-'Axel', de Luis García Rey.

-¿El momento más crítico de la banda?

-Cuando se fue Samuel, hace dos o tres años. Nos dejó el batería y no sabíamos si teníamos ganas de seguir.

-La razón por la que dejaron atrás ese bache.

-Teníamos cosas que contar.

-¿Una canción propia para resucitar?

-'1.000 tiros'.

-¿Y una ajena?

-'Medalla de Oro', de Él Mató a un Policía Motorizado.