Secciones
Servicios
Destacamos
Para Laredo, tocar en Santander es como «cerrar un ciclo». Aquí tiene Manu Piñón, con quien charlamos, a parte de su familia. El tándem que forma con Pablo Pérez, tiene ganas de presentar en Cantabria 'El miedo y la verdad', su primer disco, fruto de ... ideas reposadas y canciones paseadas por escenarios antes de pasarlas al estudio. Quique González ha alabado su estilo. Ricky Falkner -con quien compartirán escenario esta noche- ha destacado su trabajo. El álbum ha salido del estudio de Fernando Macaya. Y su música tiene mucho que ver con un choque entre el orden y el instinto. Esta noche, a las 21.00 horas, abrirán Los Conciertos de La Campa.
- ¿Tienen algo que ver con el grupo del mismo nombre de los 70?
- Muy al principio me escribió un señor mayor amenazando con que utilizáramos ese nombre, pero me parece un homenaje bonito.
- ¿Cómo empezó el Laredo actual?
- Pablo y yo somos dos músicos que hemos estado en diferentes grupos muchos años. Tenía canciones que no me encajaban en el estilo power pop o indie que venía haciendo. Por su parte, Pablo viene del soul, del rock, y quería algo más sosegado, algo más adulto. Nos juntamos y vimos que nos encontrábamos en puntos similares y de ahí empezó una cosa que en principio quería ser un dúo, pero nos dimos cuenta de que necesitábamos una banda.
- Y montaron una banda
- El grupo somos cinco y es lo que hemos llevado al directo. Algo clásico que recuerde a los 70, aunque no precisamente al antiguo Laredo. Que se parezca a lo que nos gustaría escuchar ahora.
- ¿Lo que les gustaría escuchar o lo que escuchan?
- No sé si es tanto eso, pero sí como la música que se parece a lo que suena dentro de ti o la que te sientas identificado .Es curioso porque la gente cree que solo querré escuchar música parecida a la que hago. Últimamente oigo mucho a Nathy Peluso o Mocedades, por ejemplo.
- Buscando cosas tan opuestas encontraron su punto común
- Por eso nos entendemos tan bien. Pablo es un tío que se dedica a tocar, a grabar y yo soy más lírico, más de escribir, de melodía. El es más de bajar al suelo y yo más etéreo.
- Después de dos años probando, decidieron meterse en el estudio. ¿Cuál fue el paso clave para hacerlo?
- Como tenemos trabajos, cambios, vaivenes emocionales, no hemos podido hacerlo de una forma tan urgente. Pero el tiempo también nos han venido bien. Ha hecho que quitáramos lo necesario y potenciáramos lo importante. Nos ha dado la oportunidad de ir de gira, de grabar de forma relajada, tocando cuando nos apetecía. Como no somos veinteañeros, tampoco tenemos la misma prisa.
- ¿Cómo surge la idea de grabar en Moon River Estudio?
- La verdad es que es todo como una suma de casualidades. Yo había seguido la trayectoria de Macaya; soy muy fan de Los Deltonos. Nos vio Mikel Erentxun, Quique González nos ha puesto muy bien. Ambos son cercanos a Fernando y al final todo encajó. También que hay una afinidad musical y estilística y quizá de actitud vital.
- La experiencia resultante fue positiva, parece
- La suerte de tocar con músicos buenos es que no hay que hacer trampas, regrabar ni nada. Y Fernando entiende muy bien ese rollo porque es músico de directo más que productor. Le mola poner los micros y que suene bien. Aunque Pablo es muy concienzudo con los arreglos y los detalles, él nos aportó cosas, sugerencias que conectaban. Lo más importante, además de su implicación, fue que nos aportó un entorno de seguridad. Ha sido el primer espectador.
- Y después de ese primer espectador, ¿qué tal los demás?
- Evidentemente, no aspirábamos a obtener como una respuesta inmediata y masiva. Llevamos más de diez años en la música y sabemos que es de largo recorrido y no debes preocuparte demasiado por la inmediatez ni estar pendiente de las menciones en Twitter, que solo te van a frustrar y no te van a aportar nada. No ha sido como Taburete o Carolina Durante pero tampoco vamos a ese ùblico. Vamos a por un público que haya escuchado música y no se deja llevar tanto por las modas. Gente que nos importa mucho ha respondido muy bien al disco. Que venga Ricky Falkner, que no tiene ninguna obligación y diga que conecta con ese disco, es como 20 Grammy.
-Ferrán Pontón, de Egon Soda, afirma que el artista debe hacer pensar al otro, aunque duela. ¿Comparte ese punto de vista en sus composiciones?
- Me conformo con pensar yo. Ferrán es un letrista muy ambicioso con una referencias que me alucinan, pero en este disco, que es de auto descubrimiento y reconciliación con una mismo, bastaba con pensarme yo mismo. Si hablamos de incomodidad, bastante me ha supuesto confrontarme frente al espejo, como para ambicionar hacerle algo parecido a los demás. Creo que si estas canciones me han servido para dar vueltas a algunas cosas alguien puede encontrar un hilillo.
-¿Ha sido un proceso complicado enfrentarse a sí mismo?
Ahora con perspectiva no me parece tan duro, pero me coincido con circunstancias personales complicadas, que no excepcionales. Y lo seguirán siendo; cuando afrontas los 40 tienes que replantearte y reexaminar muchas cosas. Esto lo cuento porque me parece guay pero no tiene mucho misterio. Yo hablaba con una persona que me ayudaba un montón en un proceso terapéutico y la letras estaba contando cosas a las que yo mismo no había llegado. El orden de las canciones es casi lógico, de una evolución.
-¿El miedo y la verdad van siempre de la mano?
- Haciendo un análisis posterior, eran las dos ideas que más se repetían en la mayoría de las canciones. Todo este miedo es para alcanzar la verdad, es como un círculo vicioso. Iba a ser al revés, pero ordenando todo, hablaban las canciones para llegar a una pequeña paz. Y luego tengo un amigo escritor, Santi Lorenzo, que es un gurú, y me dijo, está bien pero me sugirieron darle la vuelta porque era palabra llana. Y él pone los mejores títulos…
-¿Entonces las ideas surgieron de forma natural pero el orden fue buscado?
- La escritura no ha sido consciente. El orden muy consciente y muy lógico.
-Cantan «He elegido antes de preguntar». Eso también lo han aplicado a la hora de qué incluir en este disco?
- Yo no hago bandera de las cosas que hago. En el curro casi nadie sabía que había un disco nuevo, pero tampoco pido permiso. Intento no molestar, pero no dejo de hacer algo si me apetece.
- ¿Están contentos con el resultado final de esa mezcla de orden y naturalidad?
-Es un trabajo tan dilatado en el tiempo que no ha llegado como algo sorprendente. Todos sabíamos lo que iba a pasar y cómo iba a sonar, pero estoy bastante orgulloso de todas las cosas que he hecho. Creo que es un disco del que no me voy a tener que esconder. Me voy a sentir orgulloso, hice lo mejor que pude en el momento en que lo hice y además es producto de una madurez y un bagaje. Y la contribución de toda la gente que toca, el mezclador, el máster, creo que suena como un cañón, y se puede poner al lado de cualquier otro disco y plantarse muy erguido.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.