Una noche en el sofá de La Habitación Roja

Fue una noche entre amigos, con más de una veintena de canciones, un montón de anécdotas y muchas risas. Sólo faltaron los abrazos. La Habitación Roja nos abrió las puertas de su casa durante dos horas, en las que se fueron intercalando algunos de los temas más icónicos de su carrera junto con la historia de su composición, el significado de las letras o las aventuras que la formación ha vivido a lo largo de sus veinticinco años de trayectoria.

El grupo había preparado para este año una gira de aniversario que por el momento se ha quedado guardada en un cajón. Era la fecha ideal para repasar toda su discografía y rescatar temas que llevaban tiempo almacenados «en un baúl»; incluso habían «encargado una escenografía especial» para decorar el escenario, como contaron este domingo. Pero sus planes tendrán que esperar. Lo cierto es que la carrera de la Habitación Roja siempre se ha movido entre triunfos y obstáculos y han vivido, desde momentos muy duros —como el tromboembolismo pulmonar que sufrió en dos mil dieciocho su cantante-, hasta pequeños éxitos, como cuando su tema 'Indestructibles' -uno de los más coreados de la noche- se convirtió en un fenómeno viral en nuestro país en marzo.

Por suerte, siempre han sabido sobreponerse a los problemas, llevan once álbumes de estudio a sus espaldas y ya están pensando en el siguiente. Nunca han llenado grandes estadios, pero han ido acumulando una base fiel de seguidores y han acabado convirtiéndose en una de las formaciones más sólidas e interesantes de nuestro país.

En Torrelavega sonaron piezas de casi todos sus discos y lograron meterse al público en el bolsillo con su sencillez, su cercanía y su complicidad. La formación supo adaptarse a las circunstancias, y en una época en la que la gente no puede levantarse de sus asientos y muchos grupos no acaban de estar cómodos ni de convencer al público, optó por lo fácil, por un formato que ya habían realizado en otras ocasiones: sólo se subieron al escenario dos músicos -de los cuatro que forman el proyecto- con sus guitarras acústicas, sus historias y mucha improvisación.

No faltaron himnos como 'Un día perfecto', 'Nunca ganaremos el mundial' y 'La edad de oro', perteneciente al cuarto trabajo de estudio de la banda y que cuenta con una letra de lo más pegadiza, llena de referencias a personajes míticos de la cultura pop como Superman y Maradona. Hubo tiempo también para tocar '23' por petición del público, para que el cantante diera las gracias a tres medios de la región -entre los que se encontraba El Diario Montañés- por las entrevistas publicadas y las «conversaciones terapéuticas» que había mantenido con sus periodistas y para cerrar al ritmo de 'Ayer' y 'Las canciones'. La primera se ha convertido con el paso del tiempo en un clásico en el panorama musical alternativo de nuestro país y lleva años siendo uno de los temas más coreados en los conciertos.

Para cuando los dos músicos abandonaron el escenario, los asistentes se encontraban tan a gusto que fueron incapaces de moverse de sus asientos. No se levantó ni un alma, y tuvieron que volver a enfundarse sus guitarras y preguntar a la organización si podían seguir tocando. «Nosotros no tenemos nada que hacer, no hay bares abiertos, pero hay gente que trabaja mañana y querrá irse a su casa, así que sólo vamos a tocar dos más», señalaron. La formación preguntaría a los espectadores qué más querían escuchar y acabarían sonando 'El hombre del espacio interior' y 'Siberia'.

La banda terminaría lamentando el hecho de no poder quedarse a dar abrazos, sacarse fotos o firmar discos con sus 'fans', «que también es lo bonito de la música». Pero por suerte para todo el mundo, dejaron claro que no tardarán en volver a nuestra región: «La gira de aniversario tenía que haber pasado por Santander, os debemos un concierto». Ojalá pronto puedan recuperar todos los planes que han tenido que guardar en un cajón, nos vuelvan a abrir las puertas de su casa y podamos bailar, disfrutar y reír de nuevo entre amigos.

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