«El jazz es uno de los pocos estilos en los que el músico todavía puede ser libre»

El batería argentino, nieto del mítico compositor Astor Piazzolla, cuyo Centenario se celebra ahora, ofrecerá este jueves un taller y un concierto en el Centro Botín

ÁLVARO G. POLAVIEJA

santander.

Martes, 23 de febrero 2021, 15:55 | Actualizado 22:06h.

No es que sea obligatorio, pero cuando tu abuelo ha sido Astor Piazzolla, uno de los músicos y compositores más importantes del siglo XX, padre de un género del calado y la trascendencia del tango moderno, tampoco es raro que te acabes dedicando a la ... música. Así le ocurrió a Daniel 'Pipi' Piazzolla (Buenos Aires, 1972), quien decidió seguir los pasos de su gran referente aunque a través de un instrumento distinto, como la batería, la primera de las cuales se la sufragó su propio abuelo. A punto de cumplirse el centenario del nacimiento del genial compositor, su nieto participará este jueves a las 20.00 horas en el ciclo 'Música Abierta. Momentos Alhambra' del Centro Botín con el concierto 'Piazzolla X100', en el que estará acompañado por la cantante Sheila Blanco, el pianista Federico Lechner, Claudio Constantini al bandoneón y Toño Miguel al contrabajo. Dos horas antes, el merecedor del Premio Gardel en dos ocasiones y de una nominación a los Grammy Latino también ofrecerá una charla-taller en la que explicará las claves de su proceso creativo y de la figura musical y humana de su abuelo.

-Antes de tocar va a tener que explicar. ¿Qué va a ofrecer en el taller del Centro Botín?

LAS PROPUESTAS

Fecha y lugar Piazzolla ofrecerá el encuentro didáctico 'Acercamiento al proceso creativo'. Viernes a las 18.00 horas.
Concierto Sheila Blanco, Federico Lechner, Claudio Constantini, Toño Miguel y 'Pipi' Piazzolla. Viernes, 20.00 horas.
Perfil Nieto de Astor Piazzolla. Premio Gardel en dos ocasiones y una nominación a los Grammy Latino.

-Voy a hablar de lo que es el tango moderno, de dónde proviene, porqué y cómo lo creó mi abuelo, las claves rítmicas que se utilizan en el estilo... Seguramente va a ser un diálogo de ida y vuelta en el que el público va a preguntar y a responder para que se puedan conocer aspectos técnicos y conceptuales de este estilo de música.

-Tiene un estrecho vínculo con el tango a través de su abuelo. ¿Cómo es esa relación?

-El tango proviene de Argentina e inicialmente, hacia el año 1900, fue creado por inmigrantes, pero después llegó mi abuelo e hizo su música, creando un tango universal. Mi abuelo vivió en Nueva York y su sueño era ser músico clásico. De chico tocó con Gardel y con la orquesta de Aníbal Troilo. Era un tanguero pero a su vez le gustaban mucho el jazz y la música clásica. Él mezcló esos tres mundos y transformó su música en una música universal, que es tan popular en Argentina como en el resto del mundo.

-Usted apuntaba maneras en la música clásica pero al final se decantó por la batería. ¿Por qué?

-Sí, empecé tocando piano clásico de niño pero después me pasé a la batería y ahí automáticamente me di cuenta de que el estilo que más me gustaba, aquel en el que se puede improvisar, era el jazz. A partir del año 2001, después de la crisis, en mi grupo Escalandrum empezamos a mezclarlo con ritmos argentinos. Diez años después de empezar a hacer composiciones propias con ritmos argentinos decidimos hacer un homenaje a mi abuelo, y ahí profundicé mucho en la fusión del jazz con el tango.

-Pero el tango tradicionalmente no tiene batería.

-Sí, esa es la particularidad buenísima que tiene la batería en el tango: que una gran parte de este estilo no tiene batería, por ejemplo la mayor parte de la obra de mi abuelo, así que yo me encargo de crearla teniendo siempre en cuenta que se trata de un instrumento nuevo en este estilo. Crear y adaptar estas piezas es algo realmente interesante.

-El concierto es un homenaje a su abuelo cuando se va a cumplir un siglo de su nacimiento.

-Sí, fue alguien que me influenció mucho, estoy muy contento y feliz de ser quien soy. Mi abuelo me motivó, me dio más ganas de practicar, de aprender, de ser mejor. Tener un ejemplo así en la familia y ver cómo hacía él las cosas es algo que tomé para intentar hacer lo mismo. Si bien en mi caso toco otro instrumento y no soy un genio, porque obviamente él tenía esa genialidad innata, me maté practicando y tratando de tocar música de vanguardia, huyendo de repetirme, tratando de no estancarme y hacer siempre cosas nuevas.

-La vida de un músico profesional es muy sacrificada. ¿Cuánto, en su caso?

-En los años noventa llegué a practicar 17 horas diarias. Después pasé a 10 y ahora mismo estoy entre cuatro y cinco al día, pero además tengo muchos ensayos, muchos shows y una familia grande. Para mi edad lo verdad es que practico bastante.

-¿Cómo surgió la posibilidad de actuar con este proyecto en Santander?

-Me convocó el año pasado Federico Lechner y a partir de ahí se fue armando el proyecto. Con la pandemia no sabíamos muy bien qué iba a pasar pero finalmente y después de mucho papeleo ya estoy acá, así que contento. Estuvimos ensayando un par de días y ya desde el principio salió todo perfecto. Son unos músicos increíbles, de primer nivel, y hay un buen ambiente total.

-¿Por qué le interesa el jazz como estilo?

-En el jazz hay muchas oportunidades para hacer tu propia música, para experimentar nuevos ritmos y sonidos. Tengo la sensación de que hoy en día está todo muy limitado, y si vas a grabar un disco te viene un productor y te dice que los temas tienen que durar tantos minutos, que la letra tiene que ser así, el sonido asá... Te dicen todo lo que tienes que hacer, pero la música es un arte y por tanto el artista tiene que poder expresarse.

-Libertad creativa...

-El jazz es uno de los pocos estilos que todavía permite que el artista haga lo que siente y quiera, lo mismo que un escritor. Creo que esa libertad que ofrece el jazz es muy atractiva y que cada día más gente se va acercando, y que gracias a eso el estilo va evolucionando más.