La incipiente banda Martes martes presenta su primer disco este viernes en Santander

En la intimidad de su habitación. Entre cuatro paredes que le empujaban a poner música -y letra- a esos pensamientos e ideas ligadas a sus vivencias personales. A las buenas y a las no tan buenas. Bendita soledad. Esa que ayudó a la cantante y guitarrista cántabra Marta García a componer 'La Madriguera', el primer disco que acaba de lanzar junto a los músicos Pablo Rioz 'Domper' (guitarra), Diego Fernández (bajo) y David de la Mata (batería). Todos forman la incipiente banda Martes martes, que este viernes, 10 de mayo, presentará a las nueve y media de la noche, su primer LP en la sala Black Bird de Santander.

No es la primera vez que García coquetea con la idea de componer. Quienes la conocen cuentan que siempre tiene un riff en la cabeza y una historia escrita en el cuaderno. Ahora, en 'La Madriguera', cuenta y canta diez canciones con recado. Algunas con un destinatario concreto, como en el tema 'Sonrisa permanente': «Habla de una amiga que siempre estuvo ahí y que en un año difícil estuvo en todo y sigue estando». Otros temas, como 'Así' se antojaba difícil de interpretar, «porque técnicamente era compleja y porque la temática (habla de conflictos y de refugiados) no es agradable».

Este primer disco -grabado en los Estudios Clip de Nestares (Reinosa), regentados por Nando G. Miguel, guitarrista de La Fuga- ha servido para madurar en lo personal y en lo musical. Tanto, que temas que le costaba arrancar incluso en soledad -«la canción '10 últimas horas' me hacía llorar»- ahora los afronta con otra perspectiva: «Es cuestión de relativizar y tener paciencia. Después de tanto tiempo, escucho las canciones y pienso: qué bien estoy», explica García. La música como terapia siempre funcionó.

Los trayectos de ida y vuelta a Reinosa han sido parte importante del proyecto. Fue en uno de ellos, durante una conversación sobre el diseño, que gira en torno a la marta (animal autóctono de Cantabria y cuyo nombre científico es Martes martes), cuando David de la Mata sugirió que el recipiente que guardara al animal fuera su casa, 'La Madriguera'. Así, entre amigos y de la manera más tonta, surgió el nombre de su primer disco.

No quieren definirse dentro de un solo género. «A veces pop, otras suena indie-pop y, de vez en cuando, algo de rock». Qué mas da. Lo que importa, «es que nos escuchen», dicen. De ahí que en su descripción de Facebook lo dejen bien claro: «Olvide mi nombre, que podría haber sido este o vaya usted a saber cuál. Olvídelo, que lo único que tiene que llegarle a sonar es mi música».

La cantera de Cantabria se hace grande. Más grande y más talentosa. Antes de volcarse en su propia música, García ya había pisado el escenario como guitarrista con grupos como Filandera, The Black Girls, Compañía de Sueños Ilimitada o La Jaula de Atenea, siendo en este último -que continúa en activo- donde comenzó como vocalista y donde conoció a dos de sus compañeros, Pablo Rioz (guitarra de Menos Lobos) y David de la Mata (batería de Faltos de Riego). El último en llegar fue Diego Fernández, que curiosamente es el guitarrista de la banda ganadora de la XVIII edición del Certamen de Música Joven de Cantabria, Lunatic Catz. Todos han dado forma (y sentido) a 'La Madriguera'. Con arreglos, con sugerencias, con nuevas notas y con talento.