Música de Schubert y Mendelsshon para recaudar fondos para el Idival

El Coro Lírico de Cantabria y el Coro del Colegio de Economistas de Cantabria, con la soprano Elena Herrero, el barítono Javier Povedano y el tenor César Arrieta como solistas, interpretarán la 'Misa nº2 en Sol mayor D.167', de Franz Schubert acompañados por la Orquesta Sinfónica del Cantábrico. En la segunda parte del concierto, la OSCAN interpretará la 'Sinfonía nº 3 en La Menor, Escocesa, Op. 56' de Félix Mendelssohn.

La Orquesta Sinfónica del Cantábrico es una formación impulsada por músicos profesionales vinculados con Cantabria. Bajo la batuta de Paula Sumillera, la primera cántabra que obtiene el título Superior de Música en Dirección de Orquesta, una treintena de músicos formados en diversos Conservatorios Superiores abordan el proyecto de dotar a la Comunidad Autónoma de su primera formación sinfónica profesional.

Las localidades, al precio único de 20 euros, pueden adquirirse en las taquillas del Palacio de Festivales y en su página web. El Colegio de Economistas ha habilitado también una 'Fila Cero'para los ciudadanos que deseen colaborar con esta causa solidaria y no puedan acudir al concierto.

El Idival utilizará los fondos recaudados para reforzar el proyecto de investigación Cohorte Cantabria, que pretende recoger muestras de sangre e información sanitaria y socio-demográfica de 50.000 residentes en Cantabria, a los que se le hará un seguimiento médico continuado por parte de los investigadores del proyecto.

El concierto permitirá al público acercarse a dos obras de destacados compositores del Romanticismo. En la 'Misa nº2 en Sol mayor D167', Schubert muestra una gran madurez compositiva a pesar de que finalizó la composición con apenas 18 años. Se trata de una obra en la que se aprecia la visión personal de Schubert sobre la religión. El compositor hace gala de una gran libertad tanto en la elección del texto, en el que omite algunas partes del original, como en el desarrollo de los momentos dramáticos. Schubert interpreta a su manera las emociones que sugiere el texto de la Misa y explora los contrastes entre el Majestuoso Gloria y el Sanctus, donde se muestra impetuoso, y el delicado Agnus Dei con el que finaliza la obra.

Por otra parte, Felix Mendelsshon fue un niño prodigio hasta el punto de ser considerado por Robert Schumann como 'el Mozart del siglo XIX'. Cultivó todos los géneros de su tiempo a la vez que desarrolló una magnífica carrera como pianista y director de orquesta, lo cual se tradujo no sólo en la defensa de las obras de la generación romántica sino también en la recuperación de algunas partituras maestras del pasado.

La 'Sinfonía n.3 en La menor Op. 56, Escocesa' se divide en cuatro movimientos, durante los cuales el compositor pretende buscar una recreación sonora del paisaje de Escocia. El Mendelssohn pintor, autor de numerosas acuarelas de paisajes, está aquí muy presente. Pese a que la expresividad y sensibilidad son románticas, la estructura, forma y claridad de exposición lleva a pensar más en la tradición clásica.

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