Santander Music volvió a la carga con la despedida de los escenarios de Second

Actualmente, el evento ha decidido apostar mayoritariamente por el talento español y por bandas de renombre en el panorama alternativo como Viva Suecia y Second, que están inmersos en una gira con la que pondrán fin a su carrera. De hecho, su 'show' de anoche era especial, porque los murcianos estaban celebrando sus veinticinco años en la música, pero también era la última vez que iban a tocar en Cantabria, antes de decir adiós.

A Second, el éxito no le llegó de la noche a la mañana, pero, desde que en 2004 ganaron una batalla internacional de bandas, su carrera no dejó de dar pasos firmes hacia delante: por el camino cambiaron del inglés al castellano, llegaron a sonar en las radios y han acabado ganándose un puesto de prestigio en la industria. Por desgracia, lo dejan en lo más alto de su carrera: nunca habían congregado tanto público como hasta ahora.

Hay músicos que están hechos de otra pasta, como Sean Frutos, el vocalista del grupo. Este viernes, salió a cantar con un atuendo sobrio y demostró que la suya es una voz de lo más personal y que es uno de esos vocalistas carismáticos que enamoran y no paran quietos sobre un escenario.

Anoche, Second tocó la mayoría de las canciones que han marcado su carrera, como '2502', con la que abrieron su 'show', ' Primera vez' o 'Rincón exquisito', con la que pusieron patas arriba Santander Music. Se les echará de menos.

La Casa Azul es una formación con una trayectoria tan larga como la de Second y que también ha ido ganando reconocimiento y 'fans' con el paso de los años. El proyecto bajo el que se encuentra el músico catalán Guille Milkyway llegaba a Santander Music convertido en una de esas formaciones de prestigio que todos los veranos pasan por mil festivales, pero este viernes no fue su mejor noche. Eso sí, en su concierto no faltó el confeti ni el humo, pusieron a bailar a la gente al ritmo de 'hits' como 'La revolución sexual' y 'Podría ser peor' y demostraron que el suyo es un proyecto divertidísimo.

Lo cierto es que, anoche, pudimos bailar al ritmo de Soleá Morente y La Casa Azul, pudimos vibrar con la despedida de Second y las rimas de SFDK y nos enamoramos de artistas que aún no habían pisado Cantabria, como Depresión Sonora.

Lo de Soleá Morente estuvo lleno de altibajos, pero terminó siendo lo mejor de la jornada. Tocó una emotiva canción junto a La Casa Azul, puso a la gente a bailar rumbas y demostró que es una artista inclasificable, que lleva el flamenco en la sangre y que es capaz de emocionar a la gente moviéndose con éxito entre estilos musicales. Su presencia escénica eclipsó a la del resto de artistas del evento. Si vuelve a Santander, no se la pierdan.

Lo de la franco-chilena Ana Tijoux, por desgracia, no encajó en el festival. Sus ritmos latinos y sus canciones reivindicativas con dejes a lo Nathy Peluso no terminaron de calar en unos asistentes que tenían ganas de cantar y divertirse. Depresión Sonora congregó gente y mereció haber estado en el escenario grande del festival, mientras que Ana Tijoux debería haber tocado en el pequeño. Que un artista venga de otro país no significa que se merezca estar en el escenario grande a una de las mejores horas.

Eso sí, pese a ello, Santander Music demostró que es un festival que siempre está bien organizado, que siempre esconde pequeñas sorpresas en su cartel y que nos da la posibilidad de ver mil conciertos sin agobios y con barras a precios razonables. He ido a mil ediciones de Santander Music y no pienso dejar de ir en años venideros.