La inflación modera su caída al -0,8% por la subida de la gasolina y la luz

Entre los productos que más contribuyeron al menor descenso de la inflación se situó el transporte, que experimenta una variación del -4,0%, nueve décimas por encima de la del mes anterior, en su mayoría debida a la subida de los precios de los carburantes y lubricantes frente a la bajada en junio de 2015.

Además, la vivienda, cuya tasa aumenta un punto y se sitúa en el -5,5% por el incremento de los precios de la electricidad, mayor que el año pasado. También influye, aunque en menor medida, el comportamiento de los precios del gas, que disminuyen menos que en junio de 2015. Por último, también influyeron los precios del ocio y la cultura, con una variación del

-1,6%, tres décimas por encima de la registrada en mayo y que se explica por la subida de los precios del viaje organizado, mayor que la de hace un año.

Por su parte, los productos que realizaron una aportación negativa a la inflación están los alimentos y bebidas no alcohólicas, que presenta una tasa anual del 1,5%, dos décimas inferior a la del mes pasado, causada por la bajada de los precios del pescado fresco y los aceites. Otros bienes y servicios, con una variación del 1,2% que supone una disminución de cuatro décimas respecto al mes de mayo. Este descenso se debe al comportamiento de los precios de los seguros, que suben menos que el año pasado. Hoteles, cafés y restaurantes, cuya tasa desciende dos décimas hasta el 0,9%, debido a que los hoteles y otros alojamientos registran este mes una subida de precios menor que hace un año.

Además, la tasa de variación anual de la inflación subyacente (índice general sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) disminuye una décima hasta el 0,6% y se sitúa casi un punto y medio por encima de la del IPC general. Este dato es el utilizado por el Gobierno para mantener que no hay deflación, ya que los precios negativos se deben fundamentalmente al comportamiento del petróleo.

Evolución

En el último año la inflación sólo ha estado en positivo en julio del año pasado (0,1%) y en diciembre se situó en el 0%. Desde entonces los precios entraron en terreno negativo y llegaron a su mayor caída en abril (-1,1%). A partir de ahí, ha comenzado una moderación que según las estimaciones debería llevar los precios al terreno positivo al final del año.

De momento, el Gobierno mantiene que la inflación negativa permite una ganancia de poder adquisitivo para los trabajadores y los pensionistas. Además, desde el Ejecutivo insisten en que también favorece la competitividad de las empresas y ayuda a las exportaciones de las mismas. Una opinión compartida por la CEOE al advertir que cualquier cambio en la política salarial pondría en riesgo la competitividad.

Por su parte, los sindicatos consideran que la inflación negativa refleja la debilidad de la recuperación y solicitan el fin de la moderación salarial para que los trabajadores puedan impulsar el consumo. En este sentido, recuerdan que en el acuerdo con la patronal se contemplaba un aumento de los sueldos de hasta el 1,5% y, sin embargo, hasta junio el dato se ha situado en el 1,1%.