El Madoff español, condenado a 13 años y tres meses de cárcel por estafar a 180.000 personas

Sin embargo, Cardona no ingresará en prisión de forma inmediata ya que el tribunal, tras celebrar una vistilla, ha fijado una fianza de 25.000 euros (a la que se suma los 50.000 euros ya entregados) para eludir la entrada en la cárcel. Asimismo, le impone que comparezca dos veces por semana ante el juzgado (ya tenía retirado el pasaporte). Los magistrados rechazaron la petición de prisión inmediata de la Fiscalía. De esta forma, Cardona evita la cárcel hasta que la sentencia sea firme cuando se pronuncie el Supremo.

La Sala de lo Penal de la Audiencia también ha condenado a tres años de cárcel a Lina María Mantilla, compañera sentimental de Cardona, por blanqueo de capitales y asociación ilícita. La decisión judicial es inferior a la petición de la Fiscalía de 21 años de cárcel para el principal acusado y siete años para Mantilla. Por otra parte, otros dos acusados, Santiago Fuentes y María Marta Vallejo, han sido absueltos.

La sentencia también obliga a Cardona a pagar una multa de 300 millones de euros por el delito de blanqueo y a Mantilla de 900.000 euros. También dictamina el decomiso de los bienes incautados y la disolución de la mercantil Evolution Market Group (EMG) con la que se desarrolló toda la estafa piramidal.

Los magistrados consideran probado que en 2007 Germán Cardona, hasta entonces dedicado a la venta de telefonía móvil, creó la empresa Finanzas Forex para operar en el mercado de divisas. Así, el Madoff español realizó desde una cuenta de una pequeña sucursal bancaria de Zaragoza su primera inversión a través de un bróker en EEUU.

Engrosar el patrimonio personal

El dinero se colocó en Panamá y en cuestión de meses él y su entonces compañera, con la ayuda de un informático que operaba desde Argentina y tres vicepresidentes ficticios empezaron a ingresar el dinero de pequeños inversores, seducidos bajo la promesa de obtener altísimos réditos en el mercado de divisas. Sin embargo, la mayor parte de estos fondos se desviaban a otro tipo de inversiones que, según la sentencia, iban a engrosar el patrimonio personal de los acusados.

En concreto, los fondos se desviaron al mercado del oro, los 'commodities' y a engrosar el patrimonio inmobiliario de los condenados. Por su parte, los clientes creían que obtenían sustanciosas ganancias, que comprobaban a través de una página web donde se les facilitaba movimientos ficticios y certificados de inversión. Además, para incrementar los clientes, los acusados desplegaron "una intensa publicidad en internet".