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El adiós de Reino Unido a la Unión Europea y los cambios que traerá la pandemia han sido dos de los aspectos abordados, ambos con optimismo, por el exministro de Energía y actual consejero económico y comercial de la Embajada de España en Londres, Álvaro ... Nadal, que fue el ponente del Foro Económico Digital de El Diario Montañés que cuenta con el patrocinio del Gobierno de Cantabria y Sodercán y la colaboración de Viesgo, Gullón y Hotel Bahía, y que fue presentado por la periodista Pilar González, que le hizo llegar las preguntas de los lectores.
Nadal señaló que las empresas españolas son «flexibles» y están «capacitadas» para enfrentarse a los cambios que ha supuesto el 'Brexit' en el comercio exterior, incluso a pesar de que la preparación previa se vio afectada por la pandemia. Además, confió en que España recuperarse de esta crisis utilizando los fondos europeos y con criterios que huyan de las ideologías y tengan más que ver con las matemáticas.
Álvaro Nadal pertenece al Cuerpo Superior de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado y ha impartido clases en el Instituto de Empresa en Madrid. Se licenció en Derecho y en Ciencias Económicas por Icade y completó sus estudios con cursos de doctorado en la Universidad de Harvard. Fue ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital de noviembre de 2016 a junio de 2018 y Secretario de Estado, director de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno desde 2011 a 2016. Tras 25 años en política económica, 14 como secretario de Economía del PP y tras haber sido el jefe de la Oficina Económica de Moncloa, en la actualidad ejerce como consejero económico y comercial de la Embajada de España en Londres.
Nadal, que se mostró satisfecho con su actividad actual alejada de la política activa, consideró que ante la pandemia provocada por el covid, los países han tomado medidas similares, al margen de que se abran o no los comercios y los bares o de los horarios. «La contracción de la actividad ha sido histórica y ha tenido efectos sobre la economia y el empleo». Frente a ello algunos países como Reino Unido ya están anunciado que van a subir el IRPF y el IVA en dos o tras años mientras que en España hay debate y, además, tiene que adaptarse a las exigencias de Bruselas.
En cuanto a las previsiones a la baja del crecimiento económico, el exministro estima que es normal que cambien y que no solo lo está haciendo España sino la OCDE, el FMI y la propia UE. «La evolución de la pandemia hace complicadas las previsiones porque nunca se ha visto una caída tan fuerte». Por otra parte, Nadal recordó que no todos los sectores se han visto afectados por igual sino que «va por barrios» y, por ejemplo, junto al «golpe al turismo», el sector agroalimentario «está mucho mejor». En este camino, consideró fundamentales los fondos europeos, al igual que la expansión fiscal que ha anunciado Biden en EE UU. En su opinión, lo importante ahora es saber cómo se va recuperar la actividad y los empleos.
Nadal puso como ejemplo el aeropuerto de Teruel que se ha convertido en un aparcamiento de aviones. «No sabemos si van a volver a volar y qué será de los trabajadores de las aerolíneas, pero sí podemos pensar en nuevas actividades para empresas y trabajadores» apuntó y puso de manifiesto que, en España, el modelo es menos flexible que el nórdico que se adapta mejor a los cambios.
Nadal insistió en que la disciplina común que obliga a España llevará a que cuando finalicen los efectos de la pandemia haya que optar por recortar gastos o subir impuestos, pero advirtió de que «a más impuestos, menos eficiencia». Según su visión, la opción del Gobierno debería centrarse más en las matemáticas que en las ideologías. «No se pueden desequilibrar las cuentas. Estar siempre en números rojos», dijo.
En definitiva, para el exministro es normal que los países se hayan endeudado más para hacer frente a los efectos de la pandemia, pero este aumento del gasto público no se puede mantener en el tiempo.
Nadal explicó la competitividad española ha mejorado y que «el modelo español es un modelo de éxito» ya que ha sido capaz de producir bienes y servicios para hacer frente a la competencia y el comercio exterior se comporta bien. Se refirió, en este sentido, a las buenas perspectivas del Puerto de Santander, como principal agente del comercio internacional de Cantabria y de España.
En cuanto al impacto del 'Brexit', el ponente señaló que supone un cambio estructural ya que las relaciones con el Reino Unido van a ser radicalmente diferentes ya que no quieren ser un país como Suiza o Noruega sino como Canadá y esto también va a afectar a las relaciones comerciales con Estados Unidos y Rusia. Parece evidente que el movimiento bilateral con Reino Unido se va a reducir, pero los efectos iniciales se van reduciendo poco a poco y los problemas se han quedado en «una anécdota». La mayor preocupación es lo que pueda pasar en los próximos 3, 4 5 o 10 años. Nadal puso como ejemplo una fábrica de componentes de automóvil. Ahora no se ve afectada porque los modelos de coches que se fabrican cuentan con sus componentes, pero los nuevos vehículos podrán optar por otros productos de otras fábricas.
Sin embargo, Nadal puso énfasis en que las empresas españolas, incluidas las pequeñas y medianas, tienen «flexibilidad» y «capacidad de adaptación» y lo han demostrado. «Al principio del 'Brexit' hubo problemas con los trámites de aduanas o la gestión del IVA. Sacamos hasta 35 guías de negocio. La adaptación se ha llevado a cabo en tiempo récord», comentó el ponente que se mostró optimista sobe el futuro del comercio exterior entre la UE y el Reino Unido y, por supuesto, España. En cuanto a los costes, se puede subir el precio de los productos o aumentar la producción. Va a depender mucho de los sectores.
Preguntado por el tema de las pensiones en España, Nadal recordó hay unos 19 millones de personas trabajando y que se podría llegar a los 20 millones, que se considera la cifra ideal, pero también hay 9 millones de pensionistas. Así, por cada 2 trabajadores habrá un pensionista y 1 de cada 3 euros que ganan los que trabajan van a las pensiones. «No podemos subir las pensiones y los salarios. La solución es aumentar la productividad. Hay que producir más bienes y ser vicios. Es pura matemática», dijo.
Como conclusiones, Nadal afirmó que tenía un «tono optimista» a la hora de valorar los efectos de la pandemia ya que se ha avanzado en la utilización de las tecnologías y se ha logrado «mejorar la eficacia y ahorrar costes». Reconoció que el proceso por el que estamos pasando era totalmente «imprevisto» ya que como seres humanos distinguíamos entre el espacio del trabajo y el de casa y todo eso ha cambiado.
A pesar de la crisis que se está viviendo, el ponente insistió en su enfoque optimista. «Después de la peste negra vino el Renacimiento con todo lo que aportó al arte, la cultura y la sociedad. Ahora, debería producirse un nuevo impulso para mejorar», finalizo Nadal que confió en este futuro mejor tras los graves efectos de la pandemia contra la que estamos luchando.
Cortes de energía
Los problemas de los elevados costes de energía que afronta el sector industrial, sobre todo las grandes empresas consumidoras llamadas electrointensivas, fue otra de las cuestiones a las que respondió Álvaro Nadal, que se mostró partidario de que puedan recibir ayudas al estilo de las que ya están aplicando otros países y que, precisamente, es una de las principales reivindicaciones de este sector al que en Cantabria importantes empresas como GSW, Solvay o Ferroatlántica, que temen que elevado precio condiciones su futuro inmediato.
El exministro de Energía explicó que se están haciendo esfuerzos por bajar el coste de la energía y se han producido cambios en la subasta, pero hay situaciones que no se pueden perder de vista, como es el hecho del monopolio de la red de alta tensión (Red Eléctrica) y el servicio que ofrecen las diferentes compañías eléctricas. Con estas premisas, Nadal estimó que es de vital importancia la política de retribuciones. «En las casas hay un solo enchufe, no podemos tener el de todas las compañías y hay que tenerlo en cuenta para que no suba el coste», dijo.
El ponente comentó que en estos momentos hay un debate en Reino Unido sobre las retribuciones e insistió en que hay que ayudar a las familias y a las empresas para que el coste energético no sea un problema.
Preguntado por las actuaciones en materia energética, el exministro indicó que la línea que se está siguiendo es similar a la fijada con anterioridad y que hay decisiones importantes que tomar y mejorar nuestras interconexiones con Europa a través de Francia.
En cuanto a optar por gas o por baterías para el suministro de energía, observó que «no hay regla fija» sino que se debe elegir la «más barata y eficiente» estudiando todas las posibilidades para «hacerlo bien». Añadió el ponente que si todo el proceso de elección se realiza adecuadamente no se penalizará a la industria y se evitarán los problemas actuales.
Apuesta regional
El turismo ha sido una de las actividades económicas más afectadas, como es lógico, por las restricciones a la movilidad. Nadal consideró que el turismo es uno de los sectores que más va a cambiar. «El turismo de sol y playa va a seguir, pero la oferta de zonas como la Cornisa Cantábrica o el interior de España va a ser una opción de éxito», valoró el exministro. En esta línea, se refirió al caso de Cantabria que aúna sol y playa con turismo natural, cultural y de ocio, «Tiene una buena oportunidad en este 'nuevo' turismo que supone una oferta más sofisticada y de más valor añadido», afirmó.
El ponente se refirió a que la pandemia va a cambiar muchas cosas, si bien España va a seguir siendo atractiva, especialmente para los países de la Unión Europea. «Los franceses están descubriendo ahora las posibilidades que tiene viajar a España y no solo por el ocio», reconoció.
Nadal recordó el esfuerzo de nuestros padres y abuelos por vender el turismo de sol y plaza en las zonas del país que mejor se podían adaptar a esta oferta, pero ahora los tiempos han cambiado y la pandemia ha sido un elemento que ha influido de forma clara en una nueva transformación que se irá reflejando en la medida que se vayan levantando las restricciones a la movilidad.
«Ha llegado el momento de diversificar la demanda y aportar algo más que sol y playa y la Cornisa Cantábrica son una buena oportunidad no solo para los viajeros españoles, que ya lo conocen, sino para toda Europa que lo va a apreciar», indicó Nadal.
Para el exministro está claro que la pandemia puede ayudar a esos cambios en la oferta turística española que ya se perfilaban antes de la misma y en los que Cantabria se encuentra bien posicionada. Hay que recordar los buenos datos que se registraron el verano pasado, con unas cifras de ocupación a la cabeza país. Habrá que confiar en que este verano se vuelvan a repetir, o mejorar si la pandemia permite, acabar con las restricciones a la movilidad.
Polémica
Nadal se mostró partidario de las energías renovables y de la construcción de parques eólicos, cuestión que ha generado polémica en Cantabria por la oposición de algunos ayuntamientos. El que fuera ministro de Energía recordó que España no puede seguir dependiendo del extranjero y debe apostar sin olvidar el objetivo de reducir las emisiones y luchar contra el cambio climático.
El exministro reconoció que ahora los costes de los aerogeneradores y de montar un parque son asumibles y que son un opción siempre que «la evaluación ambiental sea favorable» y no haya impacto y se dañen zonas protegidas.
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