Cantabria cuenta con 914 trabajadores del sector de la automoción afectados por ERTE

Las consecuencias se dejan notar en el sector del automóvil y, más en concreto, en la potente industria auxiliar de la automoción en Cantabria, especializada en la producción de componentes para los principales fabricantes de vehículos. El colectivo, que aglutina más del 30% del Producto Interior Bruto (PIB) industrial de la Comunidad, tiene en la actualidad a más de 900 trabajadores afectados por ERTE.

En concreto, según los datos contabilizados en la Dirección General de Trabajo, los ERTE presentados por causas económicas, técnicas, organizativas o productivas (ETOP) alcanzan a 914 empleados, distribuidos en 11 expedientes.

El asunto no es nuevo, puesto que ya a finales de septiembre se produjeron las primeras comunicaciones a los respectivos comités de empresa ante la necesidad de negociar regulaciones. Tal fue el caso de Teknia, la antigua Mecanor, en Ampuero. Ellos fueron de los primeros, pero se han ido sumando otros muchos, como Maflow, con planta en Guarnizo. Otras como SEG Automotive o Hitachi, en San Felices, recurren a la flexibilidad.

Los ERTE, evidentemente, incluyen entre las diferentes medidas suspensiones o reducciones de jornada. Además, otra característica del fenómeno es que el sector no espera que la tormenta de suministros mejore en el corto plazo: cada expediente tiene una regulación que oscila entre los seis meses y el año, con el objetivo de poder echar mano de esta herramienta si se repiten los episodios de desabastecimiento en esta industria.

64%de las empresas del sector ha acometido reestructuraciones en los últimos 12 meses

Las estadísticas de Trabajo apuntan igualmente a unos nichos de negocio muy concretos. Entre las actividades damnificadas por los problemas de suministro emerge la citada fabricación de componentes, pero también ingeniería mecánica o venta y reparación de vehículos.

Celia Monsalve, gerente del Grupo de Iniciativas Regionales de la Automoción (GIRA), admite que el sector se halla inmerso en la «tormenta perfecta». La portavoz del clúster opina que «se junta la crisis del transporte marítimo y la crisis de las materias primas: acero, cobre, aluminio, magnesio... Y la crisis energética».

Por supuesto, apostilla Monsalve, «la crisis de los semiconductores», que tiene en vilo a todo el colectivo industrial. «El sector está sometido a una enorme incertidumbre», remacha.

Desde GIRA, además, tienen claro que «las normativas que están provocando una transición acelerada hacia el vehículo eléctrico» son causantes en gran medida de la situación. Así las cosas, «las empresas cántabras de automoción ven reducida de media su capacidad de producción en un 30%».

45%de las empresas prevé aplicar reestructuraciones durante el próximo año

El clúster reconoce lo evidente. Esta situación «destruye empleo. Se están aplicando ERTE y el personal eventual ha desaparecido». Más datos: Un 64% de las empresas ha llevado a cabo reestructuraciones en los últimos 12 meses y un 45% prevé aplicarlas en los 12 siguientes.

El sector espera un 2022 «similar a 2021» hasta que se estabilice la situación.