Cantabria reduce en casi 90 días el plazo medio del pago a proveedores en 2020

La referencia no sólo supone aquilatar una tendencia a la baja sostenida -en noviembre el dato fue de 22,02 días- , sino que pone sobre la mesa el largo camino recorrido. A lo largo del último año el indicador se ha reducido en 89,43 jornadas, al comenzar el ejercicio con un plazo medio de 106,85 días y acabarlo con los mencionados 17,43.

La estadística de diciembre aún no ha sido publicada por el Ministerio de Hacienda, que mantiene como actualización más reciente la correspondiente a noviembre. En la misma, se indica que la media nacional se situaba en 32,26 días. La Consejería que pilota María Sánchez destaca que con esos valores, y excluyendo a Murcia al estar intervenida fiscalmente, Cantabria sería la cuarta comunidad de España tan solo por detrás de País Vasco (21,69), Extremadura (20,47) y Galicia (18,90).

El Gobierno regional pone el foco en esa referencia interanual que ha permitido rebajar la espera en casi tres meses, una de las principales reivindicaciones de las organizaciones que trabajan con la Administración y representadas, entre otros, por la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA).

Según Economía, «esta circunstancia adquiere especial relevancia en un año tan convulso y tan complicado como 2020. En ese sentido, el objetivo prioritario era que las empresas proveedoras del Gobierno de Cantabria cobrasen en tiempo y forma y pudiesen hacer frente a los imprevistos derivados de la situación económica y sanitaria», explica.

Para la Consejería, el control del plazo medio de pago ha sido una «prioridad». «Es un indicador fundamental para controlar cómo se acomoda el presupuesto monetario a la ejecución presupuestaria», sostienen.

Para reducir el PMP, se han puesto en marcha diversos grupos de trabajo en los que los departamentos de Tesorería y Contabilidad «han cooperado intensamente. El equipo conformado ha diseñado una estrategia global para establecer filtros y listados que ayuden a agilizar los pagos y faciliten la toma de decisiones».

Asimismo, se ha implementado un mecanismo de control interno, que no existía anteriormente, para monitorizar semanalmente este indicador. De este modo, la consejera dispone de un cuadro de mando actualizado cada siete días sobre cómo va la tesorería general y cómo se está comportando la Administración, completan fuentes del departamento.

Esos datos y su evolución son los que permiten a la Consejería considerar que «la tendencia establecida durante 2020 se mantendrá en 2021 y que Cantabria podrá sostener ese pago medio a proveedores durante los próximos meses».

Cantabria pone así remedio a uno de los borrones más marcados desde los proveedores de la Administración. Como bien ha insistido la propia Consejería, en una época como la actual, la morosidad pública puede ser el último clavo del ataúd de muchas pymes y autónomos ahogados por el covid.

Una agilidad en los pagos, en cambio, puede erigirse como tabla salvavidas para ir sobrellevando las turbulencias actuales más allá de otro tipo de iniciativas como moratorias en pagos e impuestos.

Ahora tocará comprobar si esos valores se mantienen durante los próximos meses, las medidas implementadas rinden el fruto deseado o si, por el contrario, los tiempos de espera vuelven a alargarse. El Ejecutivo es consciente de que en la presente coyuntura esta es una asignatura en la que no puede fallar. Muchos dependen de ello.