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La patronal cántabra tiene previsto «retomar los contactos» con sus homólogas del norte de España en «fechas próximas» para reforzar la «acción conjunta» en su reivindicación del Corredor Atlántico ferroviario y la plena inclusión de esta región en el proyecto. Los empresarios consideran «vital ... abrir cuantas más vías de conexión y soluciones de intermodalidad para el transporte de viajeros y mercancías», ya que «el déficit de infraestructuras» padecido por la Comunidad registra tal envergadura que ya «pesa sobre la economía regional».
La preocupación por el desarrollo de una línea de tren que conecte los puertos del Atlántico y el Cantábrico con Madrid y Francia -es decir, con las redes del resto de Europa- no es nueva entre los empresarios del noroeste español, un grupo que incluye a Castilla y León. Sin embargo, se ha visto acrecentada a raíz de que hace unos días el secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura, anunciara el compromiso del Ministerio de Fomento de «invertir 4.000 millones de euros» en el Corredor Mediterráneo con el fin de acabarlo en 2025.
Este trazado enlazará Algeciras con la frontera francesa en su doble funcionalidad de de alta velocidad y mercancías y hará del trayecto Barcelona-Valencia un viaje de apenas tres horas y media. Las patronales mediterráneas ven en este pasillo la oportunidad de multiplicar el turismo y rebajar los costes del transporte de bienes en una vertiente que genera el 50% del PIB de España. El proyecto supera los 17.000 millones de inversión, aunque la factura aún puede aumentar. 13.000 se han usado ya.
Los 4.000 millones prometidos por Saura formarían parte del presupuesto de Fomento en la nueva legislatura si se confirma finalmente el Gobierno de Pedro Sánchez. Las preguntas que se hacen las patronales del noroeste ahora son: en unos años de previsible desaceleración, ¿cuánto quedará para el Corredor Atlántico y sus ramales hacia Galicia y Asturias? ¿Y qué dinero habrá para integrar a Cantabria y para construir el trazado Santander-Bilbao que defiende el Gobierno regional como una salida natural a su Puerto?
CEOE-Cepyme considera que «es necesario que Cantabria esté incluida en el Corredor porque de lo contrario se condena a la comunidad al aislamiento y a sus empresas a la pérdida de competitividad». A su juicio, las industrias carecen de una alternativa de transporte competitiva» e independiente de la carretera; un hecho que la economía local «no puede permitirse el lujo de perpetuar».
El anuncio del secretario de Estado se produjo ante las patronales de Cataluña, Valencia, Murcia y Baleares, que se reúnen cada seis meses para chequear el estado del Corredor Mediterráneo. Queda por ver en este sistema de equilibrios el peso que tendrán sus homólogas del Cantábrico ante el nuevo Ejecutivo. De momento, y sobre el terreno, el noroeste gana en argumentos materiales. Según acaba de publicar la sociedad ferroviaria Adif, 33 trenes de mercancías circulan a diario por el nudo de Pajares entre León y Asturias frente a los 12 que pasan entre Castellón y Tarragona.
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