La maquinaria de Ecomasa, vendida en subasta por medio millón de euros

¿Qué se ha liquidado? En esencia las lineas de fabricación, de cuatro años de antigüedad, de las estufas que se vendían primero bajo la marca Nestor Martín y luego como Sommetfire. En la página de subastas industriales Troostwijk se puede ver el proceso de subasta, que se inició el pasado 5 de abril y se cerró el 27 con la venta de los lotes. La recogida de la mercancía comenzó el 3 de mayo y culminará hoy.

La administración concursal ha vendido un total de 33 lotes que incluyen algunas dotaciones sofisticadas como una máquina de corte por láser, dos punzonadoras y cuatro plegadoras, además de la instalación de pintura y diversas grúas, equipos de elevación y carretillas de transporte y numeroso utillaje de trabajo. La mayor parte de la maquinaria fue vendida en su día a Ecomasa por uno de los dos socios de la compañía, Jesús Lavín.

La firma de subastas, que opera en toda Europa, cerró ayer las pujas por un segundo lote de material de Ecomasa que incluía producto no terminado y material acopiado para la fabricación. Es la parte más difícil de colocar por cuanto únicamente puede ser adquirida por empresas del mismo sector. Entre lo ofertado, que ha recibido casi 1.500 pujas, están 73 estufas de pellets inacabadas, 8 de leña y también recambios y diverso mobiliario de oficina. Incluyendo esta subasta y la anterior, los bienes de Ecomasa ocupan casi 40 páginas de fotografías en la web.

Próximamente, la casa anuncia que se producirá la venta de la marca Sommetfire, que los antiguos propietarios de la firma, Andrés de León y Jesús Lavín, crearon para comercializar las estufas tras entrar en conflicto con el propietario de la marca Nestor Martín.

Durante el proceso de liquidación de los bienes, la administración concursal vendió en primer lugar (para mermar los costes de almacenamiento) todas las estufas de la campaña de invierno de Ecomasa logró producir antes del cierre y que estaban depositadas en los almacenes de los distribuidores. La operación se realizó entre los clientes habituales de Ecomasa, especialmente grandes superficies.

La liquidación proseguirá en las próximas semanas con la puesta en marcha de un proceso de reclamación de saldos pendientes de clientes de Ecomasa, para lo que la administración concursal está depurando la documentación existente. Se intenta agilizar este trámite con la intención de abandonar cuanto antes las naves de Maliaño para evitar el pago del alquiler por más tiempo.

Se dejará para el último lugar el cierre de las participaciones internacionales de Ecomasa. La firma de Chile ya está liquidada y queda por segregar del grupo la empresa de Barcelona, que será al final la única que se salve. Es una fábrica de estufas de leña de alta calidad, que sigue en funcionamiento con 14 trabajadores y para la que ya se ha encontrado un comprador.

El dinero que la administración concursal recaude con todo este proceso servirá para pagar a los acreedores privilegiados, sobre todo a los trabajadores. Los principales acreedores, el Instituto Cántabro de Finanzas (ICAF) y Sodercán, 18 millones en conjunto, perdieron el derecho de preferencia por defectos en la tramitación.