Secciones
Servicios
Destacamos
Nuevo golpe para la industria de Cantabria. Otra de las enseñas del sector secundario autonómico no ha podido resistir la coyuntura internacional y la parálisis que afecta al sector de la automoción, por lo que aplicará recortes inmediatos. Global Steel Wire (GSW) comunicó ayer a ... los sindicatos en el complejo que tiene en Nueva Montaña que prevé ejecutar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en 2020. La noticia llega tan solo una semana después de que SEG Automotive (en Treto) comunicara otro Expediente de Regulación Temporal de Empleo para el próximo año.
Global Steel, que cuenta con unos 600 trabajadores, es una de las joyas de la corona del tejido industrial regional. Integrada dentro del Grupo Celsa, bajo cuyo paraguas operan otras compañías en la Comunidad como Tycsa o Trefilerías Quijano, entre otras, la corporación totaliza en suelo cántabro cerca de 1.200 empleados directos y 4.000 indirectos. Su contribución al Producto Interior Bruto (PIB) autonómico se estima del 6%.
Aunque la Dirección todavía no ha entregado la documentación justificativa del expediente hasta que se inicie el periodo de consultas y, en consecuencia, se abra el plazo legal para tramitar la regulación, el comité sí que ha decidido ya la formación de la comisión negociadora, en la que tendrá mayoría UGT y después CC OO, mientras que SCAM y USO completarán la representación.
Pese a que oficialmente no se han explicado aún las causas justificativas del ERTE, la factoría santanderina sí que se ha visto golpeada por la suerte de parálisis que azota a la industria del automóvil, con un frenazo en la producción ante las incertidumbres regulatorias y las dudas sobre cómo abordar la transición hacia un modelo de movilidad plenamente eléctrico. Los sindicatos, de hecho, ya daban semanas atrás como muy probable un escenario de regulación al estar produciendo un acero de menor calidad para la construcción cuando el fuerte de GSW en Santander es una producción de valor añadido para la industria del automóvil. La caída de esta rama de actividad ha dejado a la planta sin producción, sostienen fuentes conocedoras de la situación.
El comité ha avanzado igualmente su intención de convocar asambleas informativas con el personal una vez empiece a conocer los entresijos de la decisión empresarial para que los trabajadores estén al día del proceso.
El Grupo Celsa ha visto cómo a lo largo de 2019 los fondos buitre toman posiciones en torno a la deuda de la compañía. Los acreedores bancarios han abandonado de forma definitiva la corporación. La última entidad que salió fue Banco Santander, que finalmente vendió su deuda del grupo, un camino que ya recorrieron meses antes BBVA, Bankia, CaixaBank y Sabadell. El Grupo Celsa sostiene que está cumpliendo su Plan Estratégico. Además, matiza que Banco Santander, como el resto, sigue presente en la financiación del circulante del Grupo. «Hasta la fecha de hoy el grupo no ha incumplido ninguno de los compromisos adquiridos con sus acreedores, en particular en lo relativo a la devolución de la deuda y el cumplimiento de covenants (compromisos de actuación), manifiesta la corporación, que remacha que «la propiedad del grupo no ha cambiado de manos, que sigue estando en manos de la familia Rubiralta». La refinanciación rubricada hace dos años tenía la condición de ser deuda convertible en capital. Si la compañía no la paga, los fondos serán los nuevos propietarios.
Noticia Relacionada
Jesús Lastra
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.